Escenario

‘Todo el silencio’, una invitación a preguntarnos “¿qué es lo normal?”

COBERTURA. El filme es el debut en el cine del afamado director de teatro Diego del Río, ópera prima que se encuentra en competición por Largometraje Mexicano en la 21 FICM>

Presentación de la película "La hija de todas las rabias" en el 21 Festival Internacional de Cine de Morelia
Diego del Río junto a su elenco y los productores en la presentación del filme en la 21 edición del FICM Diego del Río junto a su elenco y los productores en la presentación del filme en la 21 edición del FICM (Cortesía FICM)

La competencia oficial a Largometraje Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) sigue su marcha y presentó un filme sobre una verdadera minoría, la comunidad sorda, con el filme Todo el silencio, un filme del director Diego del Río, un filme conmovedor que bien representa a dicha comunidad.

Por las mañanas Miriam enseña la lengua de señas y por las tardes es parte de un montaje de teatro profesional mientras mantiene una relación estable y pasional con su novia Lola, una mujer sorda oralizada. A pesar de vivir una vida muy cercana a la de una persona sorda, su mundo se empieza a hacer pedazos cuando descubre que está perdiendo el sentido del oído.

En conferencia de prensa en marco de la vigesimoprimera edición del FICM, el afamado director de teatro presentó su ópera prima en el séptimo arte junto con parte del elenco, Adriana Llabrés, Ludwika Paleta y Moisés Melchor, además de los productores de la cinta Inna Payán, María Ayub y Luis Salinas, además de Eduardo Domínguez director de Seña y Verbo, quienes ahondaron sobre el filmé.

Hay mucha honestidad en este proyecto porque es muy importante que haya señas, ¿no? Y que la gente vea en señas, digo, hay algunas personas que empiezan a hacer películas en lengua de señas americanas, pero hay algunas fallas a veces en los encuadres se cortan las manos, entonces Diego aceptó nuestro nuestra asesoría de los encuadres para que se reconociera y se viera la lengua de señas mexicana, pero no solo aquí en México sino en todo Latinoamérica, en el mundo”, explicó Eduardo Domínguez, Director general de la compañía de teatro Seña y Verbo a través de un intérprete, Toño, que también es parte de la compañía.

El tema central de Todo el silencio es la condición de sordera, pero llevar un tema tan delicado a la pantalla grande no resulta sencillo y las actrices así lo aseguraron:

Cuando Diego me invitó al proyecto y me da el guion me dio muchísimo miedo, porque el personaje tenía que tener una voz que nos es la mía y durante meses estuvimos trabajando Diego y yo, él me presentó a Askur Meade que es un actor que trabajó con él en la obra Tribus, una obra sobre sobre la comunidad de la cultura sorda, entonces cuando yo conocí a Askur, él es un sordo oralizado y cuando yo lo conocí me impresioné por varias cosas, una es la manera en la que hablaba, era muy clara y la manera en la que fácilmente me podía comunicar con él, nuestras comunicaciones siempre fueron por zoom, porque esto fue post pandemia y Askur tiene una capacidad increíble de leer los labios, es una persona increíble y yo le aprendí muchísimo, tuve muchas sesiones con él, muchas pláticas. Por él entendí y conocí el mundo de los sordos y a través de él, de contarme, el cómo fue que aprendió a hablar como lo oralizaron desde pequeño fue que yo encontré esta voz y dónde iban las letras y los diferentes sonidos de las letras en los en el cuerpo, de la mano de Askur de Diego por supuesto juntos encontramos esta voz”, recordó la Ludwika Paleta.

Quería tratar esto de una manera muy respetuosa y que no pareciera una imitación o una cosa que sonara rara. Y además, siempre estuvo Toño también cerca del del monitor y yo le pedía a Diego que en cualquier momento en donde algo sonora que no era así o que sonara falso me lo hicieran saber para corregirlo y muchas veces pasó así, fue un proceso muy interesante se logró y pues de eso se trataba, de que fuera algo más verosímil”, ahondó la actriz.

Pues creo que esto que dice Ludwika, representar con respeto, verdad y honor a toda una cultura tan compleja como es la cultura sorda con tanta diversidad. Fuimos descubriendo en el proceso que la película refleja muchas muchos matices de esa de esa cultura y muchas maneras de percibir el mundo y al final del día con cada una de ellas es un viaje diferente, Lola y Miriam, ella es un personaje que enseña como HOPS que es hijo oyente de padres sordos entonces de pronto hay momentos en donde enseña el español, hace hacer construcciones que son sutilezas pero que la gente que realmente tenga esa información pueda sentirse representaba con una película que está cuidada en ese sentido”, declaró el director.

“Con Moisés, primero es el único de los actores de la película con el que yo no había trabajado y eso también fue muy lindo, porque con todos los actores y las actrices yo había hecho teatro o varias obras, entonces ya había una relación una comunicación, con Moisés fue crear esa relación, conocernos y el trabajo con con Toño el trabajo de interpretación y fue muy íntimo, la dinámica de nuestros en nuestro día a día en el set era hablar a través de una persona que te da la voz con el otro, que te da la palabra con el otro y al revés, esos matices de la vida real informaron de alguna manera la ficción, obviamente todo el trabajo también de pensar el duelo, de pensar el proceso íntimo de una pareja, el proceso íntimo de una mujer que tiene que pensarse de otra manera y la psicología de eso, cómo se expresa, de qué manera”, recordó el realizador.

Por su parte Moisés Melchor un actor sordo profundo no oralizado hablante de Lengua de Señas Mexicana compartió su experiencia en el filme.

“Esta es mi primera vez en el mundo del cine, pero, aceptar la inclusión, aceptar una persona sorda, para mí fue dar un ejemplo a la comunidad sorda de lo que se puede hacer, jamás se había hecho algo así, a mí me daba muchísimo gusto que Adriana tuviera ese esfuerzo para aprender lengua de señas, me da mucha emoción igual que Diego investigara tantísimo de la comunidad, de la vida de los sordos, me me emociona muchísimo y también me quedo sin palabras al ver la película, he recibido comentarios muy positivos, gente que también me ha dicho que se siente representada, entonces eso es lo que queremos, que más personas sordas se sientan identificadas con esta película, mis respetos para Diego, mis respetos para todo el equipo porque eso es apoyar a la comunidad sorda”, dijo Moisés Melchor.

Finalmente otro de los temas centrales de Toda el silencio va de acuerdo con el concepto de la normalidad, un concepto genérico pero que provoca debates constantes entre lo que es y no lo es, y la condición de Lola y Miriam pone en la mesa esta cuestión.

Yo creo que cuando somos niños creemos que podemos hacer todo todo y conforme vamos creciendo, nos damos cuenta y vamos aprendiendo lo que podemos hacer con nuestro cuerpo y que no podemos hacer con nuestro cuerpo y así sucede toda la vida. Yo veo a mi papá que va a cumplir 80 años y veo que ya no puede hacer cosas que hacía hace 10 o 20, entonces yo creo que es una cosa natural y humana, ahora, claro que esto es una condición muy específica, pero incluso yo me doy cuenta que creo que puedo hacer cosas con mi cuerpo y ya no puedo hacer con mi cuerpo, entonces no sé si Lola es muy consciente de que no es normal. Yo creo que justamente en este viaje de Miriam, Lola se da cuenta de que no puede hacer todo lo que ella cree, porque ella se considera una persona normal y es Miriam la que en una discusión que tienen en la película le hace sentir que no, no eres normal, entonces ¿que es normal? al final si nos ponemos a pensar en que es normal, pues la norma es lo que casi todos pueden hacer, pero la realidad es que muchas personas a pesar de que tengan la habilidad o no de hacer ciertas cosas nos sentimos normales. A mí me llama mucho la atención de a lo que le llamamos normal, porque normal son tantas cosas y vivimos en mundos tan diferentes incluso en cada una de nuestras cabezas, cada quien tiene una normalidad que no es la misma de la de la persona de al lado”, explicó Paleta.

Esa idea de norma, ha excluido a mucha gente de muchos lugares mucho tiempo y pienso incluso en otro tema de la película, que no es un tema en la película, pero es una relación entre dos mujeres, una relación entre dos mujeres lesbianas que nosotros vemos en su círculo, que eso ni siquiera se toca como un un tema a considerar nada que genere rareza entre otras otras miradas o otras percepciones, sin embargo, estoy seguro que como a todas las personas gays nos pasa en momentos, sentimos de pronto una sensación de diferencia por no pertenecer a lo que la sociedad dicta o llama como la norma. Entonces creo que la película también regala puntos de vista distintos sobre una palabra tan complicada de la definir y al final la norma en realidad como tal, se puede acordar socialmente que lo normal es algo, pero un poco, la película nos invita a mirar de otra manera y repensar el concepto, quizás descubrir que no existe y que la riqueza también del encuentro con el otro, con la otra, es la diferencia y ahí el territorio del lenguaje es un territorio que nos ayuda a comprender eso de manera muy puntual, porque como sabemos que una palabra, si bien hemos acordado que significa lo mismo, una expresión de un sentimiento”, finalizó el director.

Todo el silencio compite en la categoría de Largometraje Mexicano del FICM, donde también se encuentran títulos como Tótem de Lila Avilés, No voy a pedirle a nadie que me crea de Fernando Frías, lumbrensueño de José Pablo Escamilla, A cielo abierto de Mariana Arriaga y Santiago Arriaga, Desaparecer por completo de Luis Javier Henaine, Itu Ninu (Cumbres de maíz) de Itandehui Jansen, Latido de Katina Medina Mora, Todos los incendios de Mauricio Calderón Rico, Valentina o la serenidad de Ángeles Cruz y Temporada de huracanes de Elisa Miller.

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