Después de su exitoso paso por el Festival de Cine de Venecia y de ser la cinta de clausura para la 21° edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, Priscilla de Sofia Coppola llegó a cines norteamericanos este fin de semana. Aún con estreno pendiente en salas selectas de nuestro país y con miras a llegar próximamente a la plataforma de Mubi, Crónica Escenario tuvo una charla con la directora nominada al Oscar así como con la protagonista, Cailee Spaeny, flamante ganadora del reconocimiento a Mejor Actriz en la 80° edición de Venecia.
Priscilla es la historia, o el drama, de una niña atrapada en la órbita de un astro naciente y que poco a poco va quemándose a medida que su dimensión aumenta en el espacio y el tiempo. Ella tan solo tenía 14 años cuando en 1959 conoció en Alemania a Elvis Presley, una década mayor, pero nada, ni la diferencia de edad, impidió que ambos se embarcaran en una mítica historia de amor. Sin embargo, el ascenso de aquel soldado metido a músico al trono del rock and roll pronto revelaría su reverso más oscuro. Y lo que en un primer momento se anunciaba como un tierno idilio, pronto se convirtió en un tormento para la muchacha.
“Leía el libro con las memorias de Priscilla Presley y no esperaba involucrarme tanto en ello, fue una sorpresa el darme cuenta lo poco que realmente conocía de su historia. Quedé conmovida con la forma en que describía todo lo que vivió, pasando de ser una jovencita a una mujer independiente a través de circunstancias inusuales. Además me permitió sumergirme en ese mundo de los años sesenta mientras me permitía hablar de lo que experimentaban las chicas de esa época”, comenzó recordando Coppola acerca del porqué le interesó adaptar esta parte de la vida de la esposa de Elvis.
“Fue un nuevo reto pues nunca había hecho una historia acerca de un personaje que siguiera vivo”, añadió la también actriz y guionista. “Tuve que trabajar la forma en cómo se expresaba y comportaba para poder representar correctamente lo que Priscilla era en la vida real. Pero el mayor desafío fue tratar de encontrar la esencia adecuada de ella y llevarla a la pantalla para dar la correcta impresión de todo lo que había experimentado a través de sus memorias y que finalmente transmitiera una sensación auténtica de lo que sintió”.
Por su parte, Cailee Spaeny habló de lo que le llamó la atención de llevar a cabo este papel tan llamativo en la historia de la cultura pop americana. “Elvis fue parte de mi infancia y sabía de la existencia de Priscilla pero no de la historia desde su punto de vista. Fue emocionante poder sumergirme en ello para contar su vida, algo que creo desde hace mucho tiempo se debió abordar. Además, el guión de Sofia era muy visual, se sentía que podías sentir el ambiente en el que estabas, sumado a la forma en que ella se ha acercado a esos relatos de personajes femeninos acercándose siempre a una realidad. No podría imaginar a otra realizadora haciéndolo, honestamente”, explicó.
Algo que ambas artistas destacaron fue la gran ayuda que siempre recibieron por parte de Priscilla. “Tuve la oportunidad de hablar con ella y que estuviera abierta a recordar esas memorias con lujo de detalle. Creo que en esta etapa de mi vida, después de lo que he hecho, sabía que podía llevar a cabo una gran adaptación. A pesar de que siempre es un reto hacer un filme, sentía una relación muy cercana con el mundo que me interesa trabajar además de manejar la idea de la búsqueda de la identidad, algo que siempre me resulta atractivo. Además, soy madre de un par de adolescentes y creo que eso ayudó a mirar esta historia desde ambas perspectivas”, mencionó Sofia.
“Me acercaba a ella para ultimar detalles de sus recuerdos escritos en 1985, sobre todo cuando comenzaba el proceso. Mientras escribía el guión, le hacía preguntas que me ayudaron a llenar los vacíos en el relato, ofreciéndome detalles interesantes que me ayudaron mucho a darle vida y hacerla humana. Ese tipo de minucias me permitieron reflejar el aislamiento e incapacidad que tenía para conectar con el ideal que ella tenía así como las frustraciones creativas que enfrentó también Elvis”, agregó la hija del talentoso director Francis Ford Coppola.
El proceso de Cailee para dar vida a Priscilla también fue interesante, presentándole desafíos para hacer una representación adecuada de la protagonista. “El primer paso fue leer el libro junto al guión y tratar de encontrar solución a las más grandes cuestiones que me surgían. Después, me tomé un tiempo con Priscilla para ahondar en ese episodio de su juventud. Quise abordarla de forma natural y ella hablaba específicamente de recuerdos con un detalle impresionante”, dijo la actriz.
“Estar en su presencia y ver sus expresiones, cómo le brillaban los ojos al viajar por su memoria lo que me brindó momentos dorados para poder armar el rompecabezas de mi interpretación. Es alguien que no tiene pelos en la lengua pero también es sensible y protectora sumado a una fuerza debajo de toda esa fragilidad femenina que intenté capturar en todo momento”, añadió.
La cinta abarca el proceso de Priscilla desde los 14 a los 28 años donde Spaeny juega con los elementos de la personalidad de ella sin necesidad de maquillaje, algo que para la joven estadounidense. “Es curioso porque cuando la veía en el set a veces no sabía distinguir en qué momento del tiempo de su vida estábamos. De alguna forma, ella hizo esas transformaciones graduales y la capacidad de moverse entre ellas en cuestión de tiempo fue algo admirable”, expuso Coppola.
“En esos momentos simplemente confías en la gente alrededor de ti, por mi parte hice todo lo que pude para mapearlo pero fue bastante complicado. Simplemente pusimos todo lo que teníamos de nuestra parte para encontrar la forma de hacer que funcionara todo”, confirmó Cailee.
La estética y narrativa de Priscilla recuerda mucho al segundo largometraje de Coppola, Perdidos en Tokio, reflejando la soledad detrás de la fama. “Siempre me ha interesado mostrar la fantasía de lo que creemos que es algo y luego mostrar esa realidad. Creo que crecer en medio de este mundo de la farándula me ha dado la oportunidad de apreciar los dos espectros”, dijo.
“Además, en el caso de Priscilla, parecía justamente que vivía todo un cuento de hadas pero el poder ver que no todo era tan maravilloso como se cree, con sus altas y bajas, además de su lucha, era atractivo. Se tiene la concepción de que la riqueza y la fama te hacen feliz pero en realidad te crea otro tipo de dilemas”, reflexionó la directora y guionista.
Aunque Cailee es la guía para toda esta historia, ella admitió que no pudo hacerlo si no fuera por su compañero de escena, Jacob Elordi, que da una interpretación diferente a lo conocido de Elvis Presley. “Era seguidora de su trabajo y me interesaba ver qué era lo que aportaría a este personaje tan popular. Cuando me enteré que obtuvo el rol, lo contacté y platicamos un par de veces para sentirnos cómodos pues sabía que entrando en la filmación, sería una locura”, expresó.
“Creamos ese ambiente de confianza, él siempre tuvo mi espalda. Además me da gusto que pudo mostrar ese carisma nato que tiene y siempre confié en él. De hecho, en gran medida simplemente reacciono a lo que él propone en su papel. Creo que ambos fuimos afortunados de colaborar juntos para lograr este gran resultado”, afirmó la flamante ganadora en Venecia.
Coppola resaltó que Elordi no quiso hacer una imitación de Presley como todo mundo le conoce. “Siempre mantuvo el tono de voz pero de forma sutil mientras grabábamos en el pasado otoño. Creo que también era importante que Jacob no ofreciera una personificación tal cual de Elvis, sino que mantuviera su esencia como persona. Me parece que manejó adecuadamente ciertos manierismos, la forma en que se movía o hablaba pero esperamos que la historia fuera lo suficientemente atractiva para no distraerse por la memoria de él”, expresó.
No obstante, Spaeny también declaró que otra parte importante para reafirmar su papel recayó en el equipo de maquillaje, vestuario y peinado. “Todos ellos son una parte esencial para mi personaje, no solo como actriz para centrarme en el papel de manera correcta sino que también me ayudaba a plantear ese viaje emocional de Priscilla al lado de Elvis además de que muestra cómo él influenció su estilo y cómo se presentaba ante todos. Francamente, sentí mucho alivio al entrar de lleno en ello pero fue una parte esencial para mi trabajo, mucho más en este rol que en cualquier otro de los que he realizado”.
Como ya es costumbre en gran parte de la filmografía de Sofia Coppola, el soundtrack también es una parte clave para la cinta, donde curiosamente la realizadora neoyorquina evitó usar canciones de Elvis, usando a Frankie Avalon o los Ramones. “Mientras escribía el guión escuchaba muchas de ellas, específicamente ‘I will always love you’ de Dolly Parton que Elvis alguna vez le cantó a Priscilla”, contó.
“La combinación de muchos factores emocionales desde la misma inspiración de Parton en su composición hasta el momento que significa para Priscilla esa letra en ese instante era todo adecuado. Para otros temas, encontré canciones que acompañaran de buena forma este romance adolescente en su historia y de ahí partimos”, reconoció.
El año pasado, Elvis, del australiano Baz Luhrmann, generó un nuevo despertar por la vida de “El Rey” Presley. Pero, ¿qué tanto afectó el lanzamiento de este filme a la visión de Coppola? “Creo que esa obra mostraba al artista en su esplendor mientras que mi cinta se enfoca más en el lado de ofrecer una mirada más íntima, de mirarlo en su vida privada. Además, la escala es mucho menor a la de ese proyecto. Me parece que hay espacio en el mercado para poder disfrutar ambas propuestas”, respondió la realizadora.
“Para mí siempre fue importante mostrar ese lado de él que Priscilla plasmaba en su libro. A pesar de que se le mira como una figura casi de dios en la cultura pop, él también era humano. Mostrar ese lado vulnerable de Elvis así como sus comportamientos detrás de la fama me era importante, pues ayudaba a enfocarnos también en las altas y bajas que ella vivió a su lado así como comprender la compleja relación que los unía más allá de ese lado medio oscuro que también tenía él. Teníamos que entender esa humanidad que permeaba a ambos, sobre todo para comprender la perspectiva de ella”, complementó Coppola.
Finalmente, la directora y guionista habló de cómo estar dirigiendo por casi tres décadas junto a los tropiezos y experiencia obtenidos le ha ayudado a realizar esta biopic. “He aprendido a mantenerme fiel a lo que me gusta y confiar en mi intuición porque nunca sabes quién va a conectar con tu trabajo. Solamente tienes que escuchar eso que conecta contigo y esperar que la gente pueda ver eso que te atrajo de un relato. Cuando comenzaba no estaba segura de ello y ahora siento que ese presentimiento me llevará a las decisiones correctas”, concluyó.
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