El director alemán Kilian Riedhof pretende que en su filme Stella, donde cuenta la historia de una joven que traicionó a cientos de judíos en la Alemania nazi, los espectadores reflexionen sobre qué harían ellos en su lugar y que estén “preparados” por si tienen que vivir una situación similar.
“La película trata de hacerte pensar en que debemos estar preparados y reflexionar sobre este tipo de situaciones. Estamos rodeados de autoritarismos, dictaduras, y no es tan improbable que pueda surgir una situación así en la que cada uno de nosotros tenga que tomar una decisión”, afirmó Riedhof en una entrevista con EFE, con motivo de la presentación de su película en el Festival de Cine de Málaga (sur de España).
Stella narra la historia real de Stella Goldschlag, una judía berlinesa que se convirtió en confidente de la Gestapo con tal de sobrevivir y decidió traicionar a su pueblo para salvarse a sí misma y a sus padres de la deportación a Auschwitz.
Riedhof conoció esta historia hace más de 20 años, cuando vio en un periódico un artículo sobre una joven que se llamaba Stella a la que describían como “el veneno rubio”.
“Vi que era un personaje que tenía mucha ambigüedad, porque por un lado había hecho cosas horribles, pero por otro lado también había sido víctima de otras cosas horribles. Me quedé intrigado y me hizo enfrentarme a la pregunta de qué habría hecho yo en su situación”, indica el director, y eso es lo que le llevó a hacer la película.
Para Riedhof, Stella -interpretada por la actriz Paula Beer- no es “tan mala en general”, sino que es una persona “como todos”, con su lado positivo y negativo, aunque es innegable, no obstante, que cometió algunas decisiones “fatales”.
En este sentido, el mayor reto al que se enfrentó fue encontrar ese equilibrio entre representar un personaje que había cometido hechos muy cuestionables y despertar cierta empatía con el espectador, ya que ella vivió situaciones también muy dolorosas.
“Fue complicado porque por cada razón que encontrábamos de que realmente ella era culpable, descubríamos razones por las cuales se podía entender la decisión que había tomado. Por eso el enfoque que tiene la película es que el público llegue a su propia conclusión y se cuestione qué haría si viviera una situación como la de Stella”, comenta.
Según Riedhof, es “muy fácil” juzgar desde el presente quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos, pero en el filme muestra que Stella vivía de una forma en la que “nunca se sabía lo que iba a pasar a continuación” y ella tenía que tomar decisiones muy rápido, de la misma manera que tendría que hacer cualquier otra persona.
Los jóvenes son, para el director alemán, el principal objetivo de la película. De hecho, ha manifestado su deseo de que muchos jóvenes acudan a las salas de cine, ya que pretende que sean sobre todo ellos quienes se enfrenten al dilema moral que plantea el largometraje.
“El mensaje que me gustaría que se llevara el público español es que tengan esa experiencia de ver la película y sentir que Stella es un personaje muy cercano, que a veces es como si fuera nuestra mejor amiga, pero que hace cosas horribles. Entonces, que nos enfrentemos a esa situación y estemos preparados por lo que pueda pasar desde el punto de vista ético”, concluye Riedhof.
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