Strange Dance no es solo el nombre del último álbum de Phil Selway, el batería de Radiohead, en solitario. Denomina también una pequeña exposición en Londres que incluye cuatro lienzos del pintor Stewart Geddes, fruto de una colaboración creativa atípica e intuitiva.
Las pinturas, impactantes, abstractas y vibrantes, se exponen hasta este domingo en la galería Tin Man Art, y son el fruto de la relación creativa surgida entre ambos artistas durante la pandemia, cuando ambos trabajaban aislados, en espacios reducidos, e intercambiaban ideas por vídeo conferencia, según cuentan los dos a EFE en una entrevista.
Selway, afanado en la creación de nuevos temas desde su casa de Oxfordshire, invitó a Geddes a hacerse cargo de la portada de su disco Strange Dance (2023), estrenado el pasado 24 de febrero, un proceso en que pintura y música se desarrollaron en paralelo.
“De las conversaciones que íbamos teniendo semanalmente, yo iba empezando a ser muy consciente de lo que producía Stewart y tenía la sensación de que todo estaba relacionado con la música”, dijo Selway.
La pintura de Geddes, que daba forma a sus lienzos en su estudio en Bedminster (Bristol), “iba teniendo un impacto” en las letras de las canciones, “dos procesos que fueron fluyendo uno al lado del otro durante un tiempo y terminaron volviéndose algo muy natural”, según el músico.
El pintor escuchaba la estructura de los acordes y la melodía de los temas que le mostraba el batería -aún sin letra- para plasmar en los lienzos las sensaciones que le sugerían las canciones.
De esa alianza creativa, el integrante de Radiohead recordó que nunca tuvo la sensación de que ambos fueran “en direcciones opuestas” sino que siempre sintió que provenían “de la misma paleta, musicalmente, en los colores, con la dirección emocional del disco”.
“Siempre es maravilloso trabajar al lado de alguien con quien sientes que tienes esa conexión”, observó.
Para Geddes, se trató de “un desafío interesante” que abordó “no como una ilustración de una canción determinada”, sino que “escuchaba la música para sentir un estado de ánimo o un espacio y crear dentro de ese contexto”.
Una de las cuatro pinturas fruto de esa inusual simbiosis artística es “Canaro”, definida como “el retrato de la banda” por el propio Selway, y que surgió de la primera visita del pintor a un estudio de grabación, el que tiene Selway en Oxford.
“Nunca había estado en un estudio de grabación y me pareció un espacio muy interesante, abarrotado, lleno de cables, con paredes de madera para aislar el sonido. Caos en todas partes... Philip llevaba una camisa rosa y (la artista) Hannah Peel -que colabora en el álbum- tiene este extraordinario pelo de color entre anaranjado y rojo”, que inspiraron la paleta del lienzo, según recordó a EFE.
Los otros cuadros son “Finnador”, la portada del álbum, que muestra dos figuras apoyándose la una en la otra, y se completan con “Sakram” y “Senovoglii”, que evocan las emociones del disco.
Cuando compuso el álbum, que ha cosechado hasta ahora críticas excelentes, el batería del icónico grupo de rock alternativo quiso que “fuera este gran espacio en el que caminar musicalmente (...) Quería que fuera casi como un refugio, donde puedes vivir”, apuntó.
Sobre el futuro del quinteto británico, aunque sus integrantes están ahora ocupados con otros proyectos, Selway aseguró que no descartan volver a reunirse: “Nos juntamos con bastante frecuencia y siempre hablamos de planes futuros. Vamos ya camino de hacer casi 40 años como banda, increíble”, señaló.
Puntualizó también que “una de las fortalezas de tener esa relación es que puedes tomarte un tiempo y esto no pone en peligro lo que tienes en absoluto”.
“Siempre hablamos de planes futuros y seguimos teniendo el deseo de hacer música juntos en algún momento otra vez, así que estamos pendientes de cuál será el proyecto adecuado y cuándo podrá darse”, agregó.
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