Una de las series más atractivas que HBO estrenó en estos principios de año, es sin duda Tokyo Vice, cuya segunda temporada seguirá ahondando en la vida policial, la mafia y los duros tropiezos del periodista Jake Adelestein, inspirados en sus propias experiencias. Crónica Escenario conversó con los actores Ansel Elgort, Rachel Keller, Shȏ Kasamatsu y Ken Watanabe así como el productor ejecutivo JT Rogers y el director Alan Poul, quienes ofrecieron detalles de lo que viviremos en esta continuación.
“Existe una sensación de dificultad ante la cuestión de grabar en dos idiomas diferentes. Pero estando en el set observando el proceso de creación te das cuenta que en realidad es algo asombroso porque no solo tienes a un par de grandes actores siendo fluidos en ello, que es un actor que le añade autenticidad al relato, sino que además todo se escribe en inglés y se pasa al japonés posteriormente para que los especialistas hagan los diálogos creíbles para cada uno, ya sea policía o reportero. Después, se trabaja con ellos y el productor para conseguir la intencionalidad pertinente de los mismos. En sí, conlleva el involucramiento de muchas personas el poder hacerlo”, expresó Rogers.
“Cuando conocí Tokio por primera vez fue en el 2015 y me voló la cabeza el aspecto visual de la ciudad junto a su cultura. Desde ese momento supe que me gustaría grabar algo aquí porque no hay manera de que arruines ese factor”, recordó Ansel Elgort.
“Antes de esta serie, había otro proyecto que me atrajo para hacer en Japón pero no hablaba realmente una mirada detrás de lo que es la vida en esta ciudad como me parece que sí lo hace esta serie. Luego leí la obra que estaba cargada de muchas subtramas sobre carteristas y la forma profesional en que lo toman, algo muy diferente a otras culturas. Luego, llegó Michael Mann, quien me hizo trabajar más duro que cualquier otro director”, recordó el joven actor.
“Entramos en la preparación con él para el primer episodio y me dijo que tomara clases de japonés ocho horas al día además de un curso rápido de periodismo. Me hizo salir completamente de mi zona de confort cubriendo historias reales en Los Ángeles, escribiendo, haciendo entrevistas con elementos de la policía. Ha sido la labor más dura que he hecho para un papel. Fue ahí que sentí que el show sería algo muy especial de hacer. Realmente le tuve fe desde el inicio y me alegra mucho que esté teniendo el reconocimiento que ha alcanzado y esta segunda temporada simplemente se pone mejor”, complementó Ansel.
La estética de finales de los 90 de la series fue un factor que llamó la atención desde el inicio del proyecto. “Una de las grandes cosas que tiene Tokio es que muchos de los puntos más identificados están llenos de espectaculares digitales que borramos delicadamente para volver en el tiempo. Pero existe una parte que nadie conoce, especialmente en la zona norte, que luce prácticamente igual que en esos tiempos. Poder sumergirnos en esos vecindarios fue una forma de levantar la tapa de una parte de la ciudad que la mayoría desconoce”, comentó Poul.
“Me pareció claro que la ciudad es un personaje crucial en esta historia”, apuntó JT Rogers. “Se percibe no sólo su belleza, sino como alguien con vida. Buscamos entonces más locaciones, escenas que fueran de caminata y plática por las calles. Fue un reto logístico pero estoy muy orgulloso de cómo se hace presenta en esta segunda temporada”.
Encontrar esos recovecos de Tokio implicó un gran esfuerzo de producción que se reditúa en la sensación de autenticidad de la serie. “Siempre tratamos de buscar diversas locaciones para los directores con tal de ofrecerles distintas posibilidades para una escena. Los scouts encargados de encontrarlas van y cultivan los contactos para que les den permiso de poder grabar ahí”, dijo.
“Y después de eso, traen fotos a los realizadores para que ellos elijan. La cuestión es que, ante las negativas de algunos directores, los equipos tienen que volver con la gente que conocieron, ofrecerles obsequios y una disculpa por no poder seleccionar esa locación. Así de intenso es la labor para conseguir lo que queremos”, confesó Alan, director y también productor de Tokio Vice.
“Incluso cuando conseguimos la locación y nos enamoramos del lugar, te metes en el lío de decirles que no la quieres solamente para una secuencia sino para otras siete debido a que un personaje vive en esa calle. Pero Masa, el líder del grupo de scouting, es una gran persona que han logrado un trabajo memorable para facilitarnos esos lugares”, acotó Rogers.
Otro aspecto llamativo sin duda es el idioma, pues la serie maneja tanto inglés como japonés. “Es muy liberador hablarlo. Cuando volvimos para esta temporada y podíamos comunicarnos, aunque no de manera perfecta, con todos, fue una sensación muy bella”, declaró Rachel Keller, que da vida a Samantha.
“En mi caso, puedo hablar y comunicarme hasta llegar al punto de que la gente crea que soy mejor de lo que creen hablándolo. Ken no deja de decir que éste es uno de los idiomas más difíciles del mundo. Ha sido grato aprenderlo durante estos cuatro años en que hemos mejorado, pero aún hay un largo camino por delante”, explicó Elgort.
Para esta nueva entrega que consta de 10 episodios, Jake Edelstein tiene un desarrollo de su arco que se percibe desde los primeros episodios. “En la temporada anterior, Jake hacía lo que pensaba. Si bien aprendí las escenas en inglés y japonés y hacíamos tomas de ambas versiones, ahora cuando hablaba con Ken y JT decidimos que algunas frases eran mejor si las expresaba en inglés porque transmitía major la emoción en ellas en ese idioma. Pero es cierto que, las veces que Jake usa el japonés, era más bien como una táctica. A veces había escenas en las que Ken me decía podíamos usar ambos. Este tipo de ejercicios también me funcionaron para lograr que sonara todo muy orgánico y ayudaban a mi actuación”, expresó Ansel.
“Durante la post producción hablamos de esa dinámica en los diálogos. Pero siempre tuvimos conversaciones previas para lograr ese halo de autenticidad que buscamos en ellas. En realidad, la mayoría de las veces que se habla en ambas lenguas es cuando Ken y Ansel tenían sus interacciones para el desarrollo del show”, agregó el productor.
“Había que encontrar ese balance y el manejo de los momentos sensitivos para la audiencia. No queríamos que fuera un factor distractor, sino que la meta era que el público no pensara en ello”, enfatizó Watanabe, que encarna al detective Katagiri.
Elgort, que da vida al reportero Jake Edelestein, que busca probar su relevancia en su labor y está dispuesto a todo con tal de obtener una exclusiva, pero en esta temporada muestra una cara diferente. “Al final de la anterior, acaba golpeado y enojado consigo mismo. Al encontrar la cinta con Polina y su muerte no sabe qué hacer. Decide buscar respuestas con Katagiri (Ken Watanabe), pidiéndole perdón y admitiendo que, desde ese momento, harán las cosas a su manera, mostrando por primera vez cierta humildad”, afirmó.
“Pero cuando las cosas no salen como esperaba, Jake muestra que sigue molesto y con ganas de perseguir a los culpables pero Katagiri le recomienda esperar. Y entonces, por primera vez Edelstein juega dentro de las reglas, escucha a sus jefes y deja completamente de lado a la Yakuza. El aprendizaje que logra obtener es la paciencia, respeta su papel como periodista y esas son cualidades totalmente opuestas al que vimos en la primera temporada. Es eso lo que les abre las puertas a conseguir su cometido eventualmente. Aprende también que conlleva investigar en este submundo del hampa”, agregó el joven histrión.
Ken Watanabe es la voz de la experiencia, una especie de cómplice en las desventuras de Edelstein pero que en esta segunda temporada se encuentra con una nueva compañero de oficio, algo que al.actor le pareció interesante. “Nagata es una detective que busca tirar a la sociedad Yakuza. Pero ella tiene un pasado personal muy triste. Katagiri se une a su proyecto, creando una dinámica nueva para el show y mi rol. Además, es una mujer en una profesión súper masculina en los 90. Fue grandioso pues funciona como una pareja de oficio para mí”, dijo.
A su vez, Rachel Keller, que encarna a Samantha, tiene un dilema duro que enfrentar después de su desafortunado final con la Yakuza. “Ella está enfrentando que le robaron el dinero que iba a usar para manejar su propio club. Es muy importante para ella y, sobre todo, sus chicas, tener la protección debida. Pero Samantha está en un lugar muy caliente durante toda esta temporada debido a presiones externas. Normalmente está contra la pared y no tiene más opciones que verse inmiscuida en situaciones complicadas y tener que tomar duras decisiones por ella misma y aquellas que trabajan a su lado”, explicó.
“Es agradable poder interpretar papeles así porque, a veces es difícil hablar de esa ambición americana, especialmente dentro de la cultura japonesa donde existen límites diferentes. Aunque ella lo respeta y comprende, empuja para romper esas barreras y hacerlo a su forma aunque la lleve a inclinarse por sendas peligrosas”, aseveró.
“Es como firmar un pacto con el diablo, su relación con los Yakuza. Ella viene de estar enjaulada en un sistema de creencias que no le permite espacio para el individualismo o autonomía. Ser una extranjera en algún lugar y empezar tu propio negocio ofrece sin duda muchas capas. Ella aprenderá a que la libertad e independencia no necesariamente significa el ser dueña de algo”, añadió.
Tokio Vice tambien tiene una edición que recuerda mucho a cintas noir y policiales clásicas. “El refrán dice que normalmente haces una cinta o una serie unas tres veces. Primero, en las páginas, lo rehaces cuando lo filmas y luego, el toque final es en el cuarto de edición. Hay secciones y partes narrativas, en terminus de bloques más largos, donde casi todo se estructura como se ve en los episodios. Pero hay ciertos instantes o capítulos enteros donde hemos movido cosas en su totalidad, porque simplemente te habla y dice que es lo que necesita”, manifestó Rogers.
“Algo que aprendimos en esta temporada es que, como el show es tan denso, seguimos la idea convencional de escribir más de lo que puede pasar en un episodio para después cortarlo. Aunque ahora hicimos los guiones más cortos para no tener que cortar dolorosamente tantas escenas y darle mejor forma a como estaba expresado en el guión”, sumó Poul.
Finalmente, el talento y equipo hablaron de la destacada recepción que ha tenido esta serie en Japón. “Ha sido algo grandioso. Si bien no es una serie tan grande como otras, la gente que la ha visto le agrada por esa autenticidad que la caracteriza. Eso es algo que siempre quisimos lograr. Aparte de eso, nuestro presupuesto fue alto para filmar este drama de detectives y Yakuza, lo que implicó un impacto directo en los valores de producción al grado de sentirse como una película”, afirmó Ansel.
“Todo el crew de la anterior volvió, la mayoría de ellos son japoneses. Con excepción de dos de nuestros actores, el equipo era enteramente nipón y me parece que por eso logramos un híbrido entre el estilo occidental con el espíritu, la cultura y el estilo de ellos”, concluyó el productor ejecutivo
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