Escenario

Los tres amigos y comunidad cinematográfica piden a SCJN no desaparecer el FIDECINE

ESPECIAL. Este miércoles entrará en discusión en la Suprema Corte el primero de más de 10 amparos que ha puesto el gremio fílmico para la no extinción del fideicomiso

Los Tres Amigos
En la misiva figuran los nombres de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. En la misiva figuran los nombres de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. (ESPECIAL)

Los tres amigos, los reconocidos cineastas mexicanos Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, forman parte de la firma masiva dirigida a la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con el propósito de prevenir la desaparición del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE).

Solicitamos se considere nuestra visión sobre un tema tan importante para la comunidad cinematográfica y la vida cultural del país, como lo es la desaparición del FIDECINE, cuya inconstitucionalidad discutirá, en breve, la Segunda Sala al resolver el amparo en revisión 357/2022”, se lee en el comunicado.

El FIDECINE fue un triunfo histórico de la comunidad cinematográfica y fruto de una lucha contra la censura y el verticalismo de las autoridades gubernamentales del sector. Este logro se obtuvo gracias a la iniciativa de los entonces diputados Marcelo Ebrard, María Rojo, Javier Corral, Francisco Arroyo, Alejandro Ordorica, Verónica Velasco, y Luis Patiño”, agrega.

“Las decisiones del FIDECINE se tomaban, para así garantizar la ley, dentro de un órgano colegiado preponderantemente ciudadano (el gobierno sólo tenía dos votos, mientras que la sociedad civil contaba con cinco), este mecanismo se diseñó para garantizar la libertad de expresión y evitar la censura gubernamental. Actualmente no hay ley que garantice eso. Por tal razón, la desaparición del FIDECINE es regresiva y antidemocrática”, complementa.

El FIDECINE forma parte de los 109 fideicomisos “sin estructura” que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República, ordenó desaparecer en 2020, algo que fue aprobado en septiembre de ese año por la mayoría morenista en la Cámara Baja y el Senado. El argumento de la extinción era que se hacía mal uso del dinero, pero sin dar a conocer las pruebas del lado del estímulo fílmico.

Si bien es cierto que el FIDECINE dejó de operar, sustituido por el FOCINE, que va en su tercer año de operaciones, tampoco ha desaparecido debido a más de 10 amparos promovidos por la comunidad cinematográfica, de los cuales el primero de ellos se discutirá este miércoles 26 de abril en la Suprema Corte.

El documento advierte que ya hay un proyecto de sentencia por parte de la Ministra Loretta Ortiz, el cual preocupa porque no dimensiona el FIDECINE como una garantía de los derechos humanos a la libertad de expresión y a la pluralidad cultural.

“El artículo 1° constitucional prohíbe la regresividad en esos derechos y en sus garantías. El decreto que extinguió el FIDECINE eliminó de la ley esa garantía, y no la sustituyó por otra garantía que tuviera, al menos, el mismo nivel de protección. Eso es un retroceso”, explica.

“El actual FOCINE es un mero programa presupuestal, creado unilateralmente por un simple acuerdo administrativo de la directora general del IMCINE, y puede desaparecer en cualquier momento, con la misma facilidad y unilateralidad. En cambio, el FIDECINE era una figura prevista en ley, cuyo carácter permanente se encontraba expresamente ordenado y garantizado por el legislador”, detalla.

El Fondo de Inversión y Estímulos al Cine es un fideicomiso de apoyo a la producción, postproducción, distribución y exhibición de largometrajes (de 75 minutos o más) de ficción y/o animación que otorga apoyos vía capital de riesgo y créditos. El FIDECINE surgió a raíz de la Ley Federal de Cinematografía de 1998 y fue diseñado por la comunidad cinematográfica y aprobado por la Cámara de Diputados; se iniciaron labores en marzo del 2002.

En el comité de decisión había representantes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Instituto Mexicano de Cinematografía, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana, productores, exhibidores y distribuidores.

El mecanismo aportaba hasta 40% del costo total de la película que en promedio tiene un presupuesto de 22 millones de pesos. FIDECINE operaba como coproductor en los proyectos y su porcentaje de retorno se aplica a las ganancias del productor, que suele ser de 14% de lo que la película recauda en sus diferentes ventanas (cine, video, TV).

La Segunda Sala resolverá en los próximos días si se otorga un amparo para que no se extinga en FIDECINE.

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