Escenario

‘Los tres mosqueteros: Milady’: “Un pilar de la cultura francesa de vuelta a casa”

ENTREVISTA. Los actores François Civil, Vincent Cassel y Eva Green comparten detalles de la película dirigida por Martin Bourboulon y su producción en su país de origen

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Los actores Vincent Cassel, Eva Green y François Civil. Los actores Vincent Cassel, Eva Green y François Civil. (ESPECIAL)

La nueva adaptación de una de las obras literarias más populares de Alexandre Dumas llega a su fin con Los tres mosqueteros: Milady, conclusión del díptico dirigido por el francés Martin Bourboulon que le ha dado una nueva vida a los guardias del rey Luis XIII para traerlos a tiempos modernos, pero con el particular sello francés y alejado del romanticismo habitual de sus visiones estilizadas hollywoodenses. En Crónica Escenario charlamos con los actores François Civil, Vincent Cassel y Eva Green acerca de este punto culminante en la aventura y las intrigas de estos inmortales héroes.

“La anterior entrega sirvió para presentar a los personajes dentro de un contexto político, la era y el misterio construido alrededor de ellos. Aquí, se trata de darle un cierre a ese suspenso, lo que conlleva a ser una cinta más épica”, explicó inicialmente Cassel sobre el líder de los mosqueteros, a quien da vida en esta versión.

“Desde el punto de vista de Athos, primero lo vemos con muchos arrepentimientos y remordimientos de su pasado, sin entender realmente de dónde se originan. En esta secuela, él atraviesa un arco de redención que busca obtener a pesar de que piensa que jamás la tendrá. Entonces, nos percatamos de que la víctima de esta historia no es necesariamente quien él creía que era”, agregó.

Por su parte, Civil ahondó en cierto vínculo que une las experiencias de vida de Athos con su personaje, D’artagnan. “En lo personal, me gustó explorar el hecho de que tanto D’artagnan como Athos tienen un diferente punto de vista sobre lo que es el amor. Mi personaje lo ve como algo muy puro, acaba de conocer a Constance, a quien acaban de secuestrar y entonces pierde al amor de su vida. En la secuela, esta búsqueda por recuperarla lo lleva a tener cicatrices que lo hacen comprender mucho más a Athos y su comportamiento, comprendiendo que el amor puede ser algo muy hiriente”.

En su turno, Eva Green resaltó que, en esta secuela, fue algo interesante el poder explorar más sobre la enigmática Milady de Winter. “En la primera parte había algo con Milady que era muy misteriosa. En realidad nunca sabes quién es ella. Siempre está en las sombras, manipulando a la gente, casi como una titiritera. Pero en esta secuela, lo que me atrajo es que descubrimos que ella es en realidad una mujer que ha sido atormentada y humillada en su pasado. Por eso es que ella es así y se ha convertido en una mujer guerrera. Resultó muy interesante mostrar la verdadera cara de este personaje”, expresó.

Uno de los puntos más atractivos es, justamente, el mostrar una faceta de los mosqueteros que normalmente alude a otras adaptaciones. “Me parece fabuloso que los franceses hayan decidido hacerlo pues es una producción de alto presupuesto muy similar a las grandes producciones norteamericanas. Además, esta versión tiene grandes secuencias de acción y mucha tensión, pero sobre todo la manera en que fue filmada me parece destacado”, dijo.

“Normalmente lo hacíamos todo en una sola toma, además de que los personajes se sienten muy reales, muy oscuros y hasta humanos. Estos mosqueteros no son los héroes perfectos, tienen sus fallas, existe algo muy crudo en ellos, muy visceral. Y eso provoca que la gente se identifique más con ellos”, mencionó la francesa.

Si bien la historia de Dumas se centra en D’artagnan y sus compinches, las mujeres que protagonizan esta obra aquí también tienen un tratamiento diferente. “En el caso de la reina, es alguien muy entrañable, creo que no había existido una versión tan interesante de ella. Constance de Bonacieux y Milady, también muestran un rostro diferente, con una fortaleza memorable”, señaló Green. 

“Milady, por ejemplo, en la novela es alguien fuerte pero un poco más demente, un tanto bipolar. Es alguien muy posesiva, manipuladora y completamente impredecible. Pero en esta cinta, entendemos y ahondamos en el porqué. Ella fue orillada a eso debido a que un hombre la traicionó y me parece que era una forma muy interesante de abordar su humanidad”, complementó Eva.

Recrear las peleas mano a mano de forma tan realista requirió una ardua preparación física. Civil recordó un poco de ese proceso. “Fueron cinco meses de ensayos donde aprendimos a andar a caballo y aprender a usar la esgrima, junto con la coreografía y todo lo demás. Luego fueron 150 días de filmación y en total, hubo un esfuerzo de ocho meses que nos sirvió como experiencia para poder conectar como grupo, especialmente en mi caso con Vincent, Romain y Pio. Fue algo divertido, realmente”, expresó.

En cuanto a Green y su Milady, fue un poco menos laborioso pero igualmente intenso. “Me tocó estar en la parte más tardía de la grabación, pero me encantó poder prepararme con los dobles de riesgo. Amo la oportunidad de hacer algo físico y poder ensayar este tipo de arte de pelea, pues te hace más fuerte físicamente pero también en tus entrañas”, comentó la actriz.

“En lo personal, me ayudó a encontrar el lado guerrero de Milady, a construir una confianza en el rol. Tal vez lo más complicado fue el montar a caballo, algo que jamás me ha gustado del todo. Toda la experiencia fue un sueño donde estaba rodeada de castillos, usando estos vestuarios magníficos. Fue algo muy mágico”, reveló. 

Algo fundamental en el relato de D’artagnan y los mosqueteros es la gran relación que todos tienen, incluso con sus rivales, como fue el caso de Green con Civil. “Antes de grabar, tuvimos un par de escenas juntos. Creo que eso nos ayudó a crear la química, pues hay veces en que no conoces a tu compañero hasta el momento. Pero con François, tuve la oportunidad de conocer su energía y a él mismo. Es alguien muy humilde, de gran corazón y todo un perfeccionista. Creo que nuestra energía fue muy apasionada y se conjuntó muy bien para dar un gran resultado”, apuntó la actriz.

Finalmente, Cassel destacó cómo este díptico de los mosqueteros sobresale frente a otros similares. “Uno de los principales intereses en hacer esta versión es que podíamos tomar este pilar de la cultura francesa y traerlo de vuelta a casa. Hay algo un tanto chovinista en ello, pero a la vez muy legítimo”, comentó.

“La idea de hacerlo era darle ese toque realista y estar a la altura de la versión de los años setenta de Richard Lester, que me parece una de las mejores adaptaciones hasta la fecha. De repente, este enfoque ayuda a que uno pueda sentir lo que era ser un mosquetero en esa era, en las calles de Francia. Puedes oler la mierda de caballo, sentir su suciedad y que eran personas bastante peligrosas, casi como mercenarios. Ese toque la hace especial en estos tiempos”, concluyó el reconocido histrión.

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