Venus es una película de terror dirigida por el cineasta español Jaume Balagueró. El director que es conocido por su trabajo en la popular serie de películas de terror REC y Muse nos entrega este nuevo filme por lo que se tiene grandes expectativas para la misma. La trama sigue a una joven bailarina de bares que comienza a experimentar extraños sucesos paranormales después de mudarse a un nuevo apartamento con su hermana después de realizar alguno que otro acto ilícito por “un bien mayor”. A medida que los acontecimientos se intensifican, la joven comienza a desentrañar una siniestra conspiración que involucra a su edificio y a sus residentes.
A pesar de tener experiencia previa con el terror se queda en una zona de confort respecto a lo que muestra, lugares desaseados y lúgubres donde solo gente con una fuerte necesidad estaría involucrada, no parece haber un avance de su filmografía entre una y otra, muchas escenas podrían recordarnos incluso a lo que vimos en 2007 pese a haber también experimentado en otros géneros en Hollywood principalmente de drama o suspenso.
Uno de los aspectos más destacados de la película es la interpretación de Ester Expósito protagonista de la cinta que interpreta a Lucía, la actriz española que saltó a la fama por su trabajo en la serie de Netflix, Elite y demuestra su habilidad para transmitir emociones complejas y convincentes en situaciones extremas, es sorprendente ya que tiene que sostener la película prácticamente ella sola, hace un trabajo excelente en generar ese miedo e incertidumbre también al espectador que no solo se queda en una cara bonita, va más allá del miedo y la paranoia que sufre su personaje, sin tener que sexualizarse en demasía a medida que se adentra más en la conspiración que rodea al edificio de apartamentos.
Los personajes secundarios son clave para la historia que desarrolla, vemos por breves momentos a Ángela Cremonte como madre que huye de algo que es más grande que ella, también a Magüi Mira que en más de una ocasión te hace dudar de sus verdaderas intenciones respecto a que hace ahí y genera desconfianza en cada escena, aunque su “sobrina” podría parecer sólo un pretexto para los niños porque más allá de eso no aporta mucho.
La trama se desarrolla lentamente, construyendo la intranquilidad a medida que se van desentrañando las pistas sobre el misterio que rodea al edificio de apartamentos y a sus residentes. El edificio es un personaje en sí mismo, mientras que al principio todo parece normal, la atmósfera se va tensando y se convierte en claustrofóbica, cosa que Balagueró crea con su habilidad para usar el espacio y la luz es evidente desde el principio, aunque ya para el final de la trama deje muy pocos agujeros de guion que podrían no favorecer la experiencia completa.
Aunque peca en gran parte en términos de ritmo y suspenso, al combinar sueños aterradores, cultos o incluso una persecución de drogas, el hecho de que llega e impone más de un villano ninguno se siente como una verdadera amenaza sino hasta que va concluyendo la película en que tienen que hacer un conjunto de todo lo que intentó relatar, se va construyendo la tensión aumentando gradualmente la intensidad de los sucesos paranormales sin mostrar todas sus cartas al inicio y generando una pizca de imaginación de que es lo que te acecha en cada rincón.
El director hace crea un ambiente opresivo y perturbador en el edificio de apartamentos donde se desarrolla la mayor parte de la película. Los efectos visuales y los efectos prácticos también están muy bien logrados, contribuyendo a la atmósfera de terror y lleno de sanguinarias escenas que impregna toda la película. La música y los efectos de sonido se utilizan con gran efecto para aumentar la sensación de peligro y terror clásicos de este género, pero no lo suficientes memorables para recordarlos por sí solos.
Aunque Venus es una película de terror, no se limita a los sustos fáciles y las escenas de gore. Los giros y vueltas en la trama mantienen al espectador en vilo, sin saber qué esperar a continuación. Balagueró intenta mantener un equilibrio entre la tensión y el suspenso, también tiene elementos de thriller y drama psicológico, creando una experiencia cinematográfica inquietante y emocionante pero que no complacerá a todos los públicos.
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