La vigésimo primera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia dio inicio con el largometraje The dead don't hurt. Crónica Escenario estuvo presente en la charla que ofrecieron el director de la cinta y actor Viggo Mortensen, su coprotagonista Danny Huston, así como Regina Solorzano, CEO de Talipot Studios, quienes compartieron sus pensamientos con Daniela Michel y Arturo Magaña acerca de este segundo largometraje del reconocido histrión que fue grabado en México.
“Esto es un western clásico muy particular porque tiene como protagonista principal a Vicki Krieps como Vivien, que es el corazón de la historia. La historia se trata en gran parte de lo que ella vive, piensa y decide hacer. Es un retrato auténtico, no es una superheroína sino alguien de carne y hueso, es una especie de santa laica de la aceptación y del perdón”, explicó brevemente Mortensen un poco de lo que trata su segundo largometraje.
Por su parte, Danny Huston, hijo del icónico realizador John Huston, habló del cariño que tiene por el país y su papel en el filme. “Tuve el privilegio de crecer aquí mientras mi padre hacía trabajos como La noche de la iguana o colaboraba con Gabriel Figueroa en Under the volcano. Espero haberle añadido un poco de Huston al personaje que hago. El guion me atrajo desde que lo leí gracias a su narrativa no lineal e interpreto a un banquero que representa el capitalismo en carne viva en una época que ayudó a forjar parte de los Estados Unidos que conocemos ahora”.
Regina Solórzano, CEO de Talipot Studios y una de las productoras del proyecto, también habló de cómo fue llevar a cabo este relato en Durango. “Nos facilitó mucho la ecuación el tener apoyo del gobierno del estado desde el inicio. Viggo y yo hicimos un gran equipo en términos de la comunicación con ellos y fue increíble ver la respuesta y entendimiento de lo benéfico que resulta poder hacer producciones de este tamaño, algo en lo que creo que deberíamos enfocarnos más en la industria audiovisual de nuestro país, buscar esa sinergia para que vean la importancia de apoyar la cultura así como el cine”.
“También fue bonito el poder involucrar a gente no sólo de la Ciudad de México sino de otros lugares como Tijuana, resaltando la importancia de poder descentralizar estas operaciones. Talipot y otras productoras están teniendo esa sinergia para que otros estados entren a la industria. Pero a pesar de las condiciones, obstáculos y demás, realmente no tuvimos contratiempos y todo salió conforme al plan de trabajo que teníamos desde el inicio”, añadió.
El popular actor mundialmente conocido por su papel de Aragorn en El Señor de los Anillos, destacó también la importancia de Solórzano para lograr que The dead don’t hurt se realizara. “En lo personal y profesional siempre tuve un apoyo incondicional de su parte. Estuvo siempre en el rodaje a pesar de sus responsabilidades, siempre buscaba la manera de facilitar el rodaje. Esta película era una apuesta muy importante para Talipot. Recuerdo que desde la primera conversación que tuvimos, expresó su compromiso al ofrecerme filmar donde sea pero invitándome a ver lo que había en este país. Lo hice, con todo mi espíritu minucioso y con mi gente de Canadá. Sabiendo lo que tenía que representar la cinta, el paisaje, los terrenos, acabamos por elegir Durango porque tenía de todo para hacer que esto funcionara y nos brindó esa sensación que estaba buscando para este western”.
Si bien Mortensen funge como director de esta cinta, su experiencia como actor también se refleja en su manera de trabajar con su cast. Al respecto, Danny Huston apuntó: “Primero que nada el guion iba más allá del drama físico, dándole oportunidad a los silencios que invitaban a uno a actuar con naturalidad. Viggo escribió este bello relato como un cuenta cuentos que permite, con su compañía, lograr la sensibilidad suficiente para uno. Fue toda una experiencia poética, aprecié mucho sus consejos en medio de esta cualidad esquizofrénica de alguien que dirige, actúa y te observa mientras interactúa contigo. Me sentí muy cómodo trabajando con él, casi como si nos estuviéramos tomando de la mano para conseguir lo que queríamos”.
Hablando de actuación, el actor, director y guionista que celebró su cumpleaños 65 el mismo día de la inauguración del festival, recordó porqué le apasiona este oficio y todo lo que ha aprendido del mismo en su carrera. “Mi madre me llevaba al cine mucho desde que era pequeño en Argentina y me encantaba. De repente comencé a preguntarme porqué en una película que no tenía nada que ver conmigo o mi familia podía conmoverme de tal modo. Me di cuenta que era gracias a los actores. Pero después me percate que no sólo eran ellos, sino la historia alrededor de los mismos y también la forma en que la edición se hizo. He visto actuaciones que no sabía cómo se iban a rescatar y después de esa labor terminan por ser de premios. Antes de intentar ser actor, abrí los ojos a toda la labor de equipo, de quienes iluminan las tomas, los colores y vestuarios. Ha sido un largo camino pero muy interesante, sin duda”.
Entre los fantasmas de John Wayne y John Huston, Danny confesó el sentir de cierta reconexión con su pasado y esas viejas historias a través de su papel. “A mi me encanta El tesoro de la Sierra Madre y lo que mi familia logró en ella, grabándola justo en Durango, lugar que amo. Pasé esa filmación aquí y no podía dejar de sentir esa unión con el legado de mi padre. Tal vez dejarme la barba o fumar puros ayudó un poco a eso. Fue algo que estaba ahí, en mi subconsciente, esa presencia fantasmal que sentía y le agradecí a Viggo por detonar esa parte en mi ser pues me trajo grandes memorias que volvieron a la vida en mí. Ese nexo ayudó a formar el personaje que tengo en el filme, trayendo esas sensaciones que espero logren reavivar un poco el legado de la familia Huston, especialmente por la importancia que México tiene para nosotros”.
“Hubo una secuencia en específico donde se sintió esa canalización en Danny”, agregó Mortensen. “Él tenía mucho texto y estaba viéndolo, escuchándolo y de repente, escuché cómo el personaje que estaba haciendo tenia un aire manipulativo. De repente, el tono de voz y la cadencia con la que decía las cosas me recordaron a su padre, fue tremendo para la escena y no sabía si lo hizo a propósito. Al final, le dije que estaba haciendo una cosa de él que me traía a la mente a John, sin duda”.
El histrión nominado tres veces al Oscar, habló de los aprendizajes que ha tenido a través de hacer cine, ya sea como actor, guionista o director. “Esta historia la he escrito en medio de la pandemia, en pleno encierro en Madrid, en el 2020 donde no podías salir a más de 250 metros de donde vivías salvo que fuera por algo totalmente necesario, por lo que me puse a ver montones de películas en ese periodo. De esta experiencia nació un relato que no tenía idea qué le iba a parecer a los demás. Afortunadamente le gustó a Regina y a Danny para participar en ello pero es algo muy difícil, el hacer cine, hoy en día lo es cada vez más. Y si todo sale bien, como en este caso, no queda más que sentirse afortunado al respecto”, dijo.
“Hacer cine es, como la vida, un gran aprendizaje. Cada miembro del equipo que forma parte de un filme viene con sus ideas y su forma de comunicar. Como director, eres el capitán del barco por lo que lo más importante es tratar de entender la forma en que ellos se conectan contigo. Me interesa a mi que aquellos que me acompañan, como Danny o Regina y todo mi equipo detrás, tengamos juntos esa comunión para que la historia y este guion, que también tuvo un proceso complicado, guste o no. Pero hacer una película es siempre, para mí, como un pequeño milagro”, complementó Viggo.
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