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En el marco de su sexto y último informe de gobierno, Enrique Alfaro Ramírez presentó un balance detallado de los avances en materia de seguridad pública durante los últimos seis años, destacando una disminución general en la incidencia delictiva. Las estadísticas presentadas revelan un panorama de mejoras en varios indicadores de seguridad, aunque con desafíos pendientes en temas como el narcomenudeo y los feminicidios. A continuación, se presentan los principales datos y evaluaciones sobre el estado de seguridad en Jalisco.
Disminución de la incidencia delictiva
En el último sexenio, Jalisco registró una reducción significativa en su tasa de incidencia delictiva. En 2018, la incidencia alcanzaba casi 2,000 delitos por cada 100,000 habitantes, mientras que en 2024 se registró un descenso del 63.2% en el promedio mensual de delitos, pasando de 5,561 en 2018 a 2,045. Esta reducción se observó principalmente en delitos de alto impacto, tales como el robo de vehículo y el robo a negocios, que disminuyeron en un 63% y un 75%, respectivamente.
El robo a casa habitación también mostró una caída considerable, con una reducción del 73%, pasando de 716 casos mensuales en 2018 a 188 en 2024. El robo a persona disminuyó un 55%, reduciéndose de un promedio mensual de 1,300 a 579. Otro delito de alto impacto que afectaba al sector industrial, el robo de carga pesada, cayó un 75%, pasando de 61 casos mensuales a solo 15.
La violencia homicida también presentó una tendencia a la baja en Jalisco. La tasa de homicidios dolosos disminuyó en un 30% desde 2018, pasando de un promedio mensual de 224 homicidios a 152 en 2024. Asimismo, la tasa de feminicidios mostró una reducción del 45% en los últimos seis años, aunque se sigue reconociendo que este delito aún representa un área de mejora.
Inversión en Seguridad
La administración de seguridad en Jalisco se apoyó en la modernización de tecnologías de videovigilancia y una mayor inversión en capacitación policial para fortalecer sus resultados en seguridad pública. Durante el sexenio, se incrementó en un 63% el presupuesto destinado a seguridad, lo que permitió, entre otras cosas, la certificación del 94.6% de las policías del estado, frente al 11% registrado al inicio del periodo. También se inauguró la Universidad Policial, la cual se especializa en formación y capacitación de elementos de seguridad pública, graduando ya a tres generaciones de oficiales en sus instalaciones.
En cuanto a la infraestructura de seguridad, se estableció un sistema de videovigilancia con casi 7,000 cámaras, 332 arcos lectores de placas y 2,700 puntos de monitoreo distribuidos en 15 municipios. Estos recursos permitieron recuperar un total de 16,000 vehículos y detener a 2,682 personas en operativos relacionados con la vigilancia. Además, se habilitaron más de 1,500 botones de pánico y torres de vigilancia en zonas estratégicas, mejorando la cobertura de seguridad en áreas urbanas y metropolitanas.
Por otro lado, el informe también reporta avances en el sistema de reinserción social, con un incremento del 135% en el presupuesto asignado a programas de educación y capacitación laboral dentro de los centros penitenciarios. Actualmente, el 85% de la población penitenciaria participa en actividades productivas o educativas, una medida que busca disminuir la reincidencia delictiva.
Sin embargo, pese a los avances, el informe reconoce que persisten desafíos en delitos como el narcomenudeo, que a nivel nacional aumentó en un 59%, mientras que en Jalisco disminuyó un 22%. Este delito, vinculado al crimen organizado, representa una amenaza continua y se señala como un factor en la persistencia de ciertos tipos de violencia en la entidad. La administración de seguridad en Jalisco estableció 519 mandamientos judiciales y vinculó a proceso a más de 3,500 personas relacionadas con narcomenudeo, con el objetivo de reducir la incidencia de este delito en el estado.
En conjunto, los datos reflejan un panorama de reducción delictiva en la mayoría de los indicadores de seguridad en Jalisco, si bien la percepción de inseguridad en ciertos sectores sigue siendo un tema de atención para futuras gestiones. El informe subraya la necesidad de continuidad en la inversión en tecnología y programas de reinserción, además de coordinar esfuerzos contra el narcomenudeo y otros delitos de alto impacto para consolidar una mejora duradera en la seguridad del estado.