La Fiscalía General de la República (FGR) llevó a cabo la destrucción de 33 vehículos con blindaje artesanal, conocidos como “monstruos”, en el estado de Tamaulipas, como parte de su compromiso con la seguridad y el cumplimiento de la ley. Estos vehículos, que habían sido asegurados en enfrentamientos con grupos criminales, estaban involucrados en 29 expedientes relacionados con actividades delictivas.
Los “monstruos”, como se les denomina debido a su aspecto imponente y su blindaje improvisado, son vehículos que han sido adaptados por organizaciones criminales para sus operaciones ilícitas. Estos vehículos son una de las principales herramientas usadas por los cárteles mexicanos para enfrentarse a fuerzas de seguridad y otros grupos rivales, debido a su resistencia y capacidad de protección. A menudo, son modificados con placas de acero y tecnología avanzada para resistir ataques armados, drones y minas terrestres, lo que los convierte en un desafío para las autoridades.
La destrucción de estos vehículos se realizó en las instalaciones de la FGR en Reynosa, Tamaulipas, y contó con la presencia del Ministerio Público Federal, peritos y personal del Órgano Interno de Control de la FGR para asegurar que el proceso se llevara a cabo conforme a las normativas legales. Además, autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Guardia Estatal colaboraron en el operativo.
Este tipo de acciones son parte del Programa Destino de Bienes y Objetos del Delito, establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales, que tiene como objetivo destruir los objetos que sirven como instrumentos del crimen. La destrucción de los “monstruos” representa un esfuerzo por erradicar las herramientas utilizadas por los grupos criminales en sus actividades ilícitas y un paso hacia la restauración de la paz en las regiones afectadas por la violencia.
Los vehículos destruidos, algunos de los cuales presentaban daños visibles de enfrentamientos, son el resultado de una serie de operativos realizados en los últimos meses. En septiembre, la FGR ya había destruido otros 25 vehículos de este tipo, lo que suma un total de 63 unidades desmanteladas en los últimos tres meses.