Francisca Mariner Flores Patrón, reportada como desaparecida desde junio de 2020, fue localizada en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Cancún, donde permaneció sin identificar durante cuatro años y medio. La noticia fue confirmada por su madre, María Dolores Patrón Pat, líder del colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo, quien durante este tiempo encabezó una incansable lucha para dar con su paradero.
María Dolores informó a través de redes sociales: “Encontré a mi hija, hoy está en casa. No es fácil para mí, no esperaba que fuera en estas condiciones”. Según relató, el cuerpo de Francisca fue hallado y trasladado al Semefo apenas un mes después de su desaparición, pero no se le notificó, evidenciando la negligencia de las autoridades forenses en los procedimientos de identificación genética.
Una búsqueda marcada por movilizaciones y justicia
La desaparición de Francisca, ocurrida el 22 de junio de 2020, llevó a su madre a realizar protestas en carreteras, zonas turísticas y juzgados de Cancún, exigiendo respuestas de las autoridades. Estas acciones lograron que el agresor, Ángel Salas, fuera condenado a 50 años de prisión por el delito de desaparición de personas. No obstante, Salas nunca reveló el paradero del cuerpo, lo que prolongó la incertidumbre para su familia.
María Dolores también enfrentó obstáculos para que se realizaran las pruebas genéticas al cuerpo que se encontraba en el Semefo. Fue hasta hace dos meses, tras insistir en la comparación de ADN con su nieta, que se confirmó que los restos correspondían a Francisca.
Crisis forense y violencia en México
El caso de Francisca Mariner pone de manifiesto la crisis forense en el país. Según cifras oficiales, hay más de 52,000 cuerpos sin identificar en morgues mexicanas. Además, refleja el contexto de violencia machista, con un promedio de 10 feminicidios diarios en el país.
Recientemente, otros casos en Quintana Roo han evidenciado negligencias similares. En 2023, la Fiscalía estatal entregó los restos de William Hernández Zapata, desaparecido desde 2017, quien también permaneció sin identificar en el Semefo durante años.
María Dolores, al frente del colectivo Madres Buscadoras, continúa exigiendo justicia para otras familias en situaciones similares. En respuesta, la Fiscalía de Quintana Roo anunció la apertura de una carpeta de investigación contra funcionarios de la administración pasada por presuntas omisiones en los trabajos de identificación genética.
El caso de Francisca Mariner no solo representa un cierre doloroso para su familia, sino un recordatorio de las fallas estructurales en la atención a víctimas de desaparición en México.
(Con información de EFE)