Recientemente, en dos intervenciones en Colima, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha mostrado su compromiso con la conservación de la fauna silvestre local. En el primer caso, un tecolote llanero fue liberado tras ser rescatado en un establecimiento local, mientras que, en otro evento, un jaguarundi y una aguililla gris fueron trasladados a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) para recibir atención médica.
El 23 de enero, la Profepa atendió una denuncia de un ciudadano que alertó sobre un tecolote llanero encontrado en un establecimiento. Tras una revisión exhaustiva, los especialistas confirmaron que el ave estaba en perfecto estado de salud, sin heridas ni lesiones visibles, por lo que procedieron a liberarlo en su hábitat natural, contribuyendo así a la preservación de esta especie.
Por otro lado, el 22 de enero, personal de la Profepa en Colima recibió a una cría de jaguarundi, conocida también como onza. Este felino, que se encontraba en buenas condiciones de salud y en período lactante, fue entregado en las oficinas de la Procuraduría. Además, en el mismo día, una aguililla gris fue recibida por la Profepa. La rapaz, que no podía volar adecuadamente debido a su bajo peso, fue trasladada a la UMA para su recuperación y atención médica especializada.
Lo que resalta en estos casos es que el jaguarundi, especie en amenaza, está listado tanto en la Norma Oficial Mexicana NOM-059, como en el Convenio CITES, lo que le otorga una protección especial. Ambas especies, junto con el tecolote llanero, forman parte de la rica biodiversidad de la región y requieren medidas de conservación para evitar su extinción.