
La ciudad de Santiago de Querétaro es un museo a cielo abierto. En las calles de esta metrópolis mexicana se erigen templos y edificios públicos llamativos y hasta una obra de ingeniería monumental que datan del siglo XVIII. Su arquitectura es realmente imponente y su historia también.
A tan solo tres horas en auto o autobús de la Ciudad de México (unos 221 kilómetros) se encuentra la hermosa Santiago de Querétaro, la capital del estado de Querétaro y una de las zonas históricas más ricas (en muchos sentidos) del país.
El asentamiento que hoy es Querétaro fue fundado por el conquistador indígena otomí Conín (también llamado Fernando de Tapia) en 1531 y se convirtió en un territorio importante en tiempos de Virreinato y después. En dos ocasiones y por distintas circunstancias, esta ciudad fue declarada capital de la República. ¿Quieres saber por qué? Ya te lo contaremos.
Si te gustan los destinos que te hacen viajar en el tiempo y sirven para aprender un poco de arquitectura e historia, este es un lugar para ti. En este artículo vamos a darte algunos consejos para que puedas elegir qué cosas hacer y hoteles en Querétaro.
Tierra de calles coloniales
Uno de los grandes encantos de Querétaro es su estilo colonial: las calles angostas de empedrado, las antiguas e imponentes construcciones y los faroles que cuelgan de paredes pintadas de colores, son parte de los detalles que hacen de esta urbe un sitio mágico.
Históricamente, Querétaro fue considerada un punto estratégico dentro de lo que hoy es el territorio mexicano y América. Los españoles se encontraron en ese lugar con la resistencia de los chichimecas, pero lograron su conquista en alianza con grupos otomí.
Querétaro, ubicada en el centro de México, funcionó para los españoles como un punto crucial en el sistema de comercialización, conectando al sur y al norte y siendo utilizado como un lugar de paso y abastecimiento.
Tal fue su importancia y crecimiento, que para mediados del siglo XVIII esta metrópolis era considerada la tercera ciudad más importante de América, detrás de Lima (hoy Perú) y de la Ciudad de México.
En esta antigua ciudad hoy hay diversidad de hoteles en Querétaro disponibles para que puedas pasar tu estadía. Algunos de ellos se encuentran en la zona céntrica y son una buena opción sí quieres realizar caminatas por el sector histórico. También hay otras posibilidades con servicio de spa, especiales para transitar días de descanso.
Los arcos y la gesta de la independencia
Uno de los atractivos más grandes que tiene Querétaro es la estructura que conserva del monumental acueducto construido en el reinado de Felipe V de España para traer agua de las partes altas del río Blanco (hoy río Querétaro), ante la contaminación del curso en la parte baja.
Estamos hablando de una edificación de 74 inmensos arcos y de 1.280 metros de largo que fue levantada entre los años 1726 y 1735. Se trata de obra ingeniería imponente que hoy atraviesa parte de la ciudad.
Esta ciudad, tan importante en tiempos de Virreinato, fue también el territorio en donde comenzó a gestarse parte de la independencia de México. Estamos hablando de la Conspiración de Querétaro, un movimiento clandestino que inicio la lucha armada para que lo que era la Nueva España dejara de depender de la Corona.
La capital alterna de México
Ahora sí, te vamos a contar por qué Querétaro fue capital de la República de México. Esta situación se dio en dos ocasiones y por circunstancias diferentes.
Sí, Querétaro tiene el orgullo de haber sido elegida dos veces como capital del país. La primera fue durante la invasión de Estados Unidos a México en el marco del conflicto bélico que tuvo lugar entre 1846 y 1848 y que desembocó en la pérdida de territorio para la República.
En el año 1847, los estadounidenses llegaron a Veracruz y conquistaron el Distrito Federal (actual Ciudad de México), por lo que la capital fue trasladada a la ciudad más cercana. Fue así que la transcendental Querétaro se convirtió en aquella ocasión en el centro administrativo del país.
En tanto, en 1916, en la Revolución Mexicana, fue el presidente Venustiano Carranza quien declaró a esta ciudad como capital provisional. En esa circunstancia, en el Teatro Iturbide (hoy Teatro de la República) de Querétaro, se realizaron los debates del Congreso Constituyente para proclamar el 5 de febrero de 1917 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Teatro de la República queda en el centro de la ciudad. El edificio fue inaugurado en 1852 y es un sitio realmente bello, tanto por fuera como por dentro. Actualmente se utiliza para eventos cívicos y culturales relevantes, y en su planta alta cuenta con un museo dedicado al Congreso Constituyente. Si estás interesado en concurrir, tienes que saber que la administración del Teatro organiza regularmente visitas guiadas.
Patrimonio de la Humanidad
Tanto el acueducto como el Teatro de la República pertenecen a la zona de monumentos históricos de Querétaro, un sector que fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996. Además de los ya mencionados, conforman este circuito muchos otros edificios públicos, templos religiosos y jardines.
Entre la arquitectura civil, se destaca también la Casa de la Corregidora (actual Casa de Gobierno del Estado), que fue sede de las reuniones independentistas durante la Conspiración de Querétaro; y la Academia de Bellas Artes, una construcción de 1805. También hay llamativos y antiguos colegios y casonas.
En cuanto a la arquitectura vinculada a la religión, se destacan el templo San Agustín, una hermosa edificación construida entre 1731 y 1745. Allí, en lo que fue un convento, funciona también hoy el Museo de Arte de Querétaro que cuenta con un llamativo patio barroco novohispano.
Otro templo y ex convento para conocer en Querétaro es el San Francisco de Asís. Este fue el primer centro religioso que se construyó en la ciudad. El inicio de la obra data de mediados del siglo XVI, y la edificación funcionó como catedral entre 1865 y 1922. En parte del predio funciona actualmente el Museo Regional de Querétaro
El circuito religioso también lo integran el Real Beaterio de Santa Rosa de Viterbo, el Templo y convento de la Santa Cruz, la Catedral (Antiguo Oratorio de San Felipe Neri), el Santuario de la Congregación y el Templo y ex convento de Teresitas, entre muchas edificaciones.
En el caso de los jardines, en el sector histórico de la ciudad, se destaca el Zenea (o también llamado Jardín Obregón) que tiene en su interior una llamativa fuente de hierro de la diosa griega Hebe y un kiosco. También hay otros espacios abiertos para disfrutar como la Plaza de la Independencia (plaza principal) y la Plaza de los Fundadores (donde nació la ciudad).
¡Buen viaje!
Bueno, hasta aquí llegó nuestra guía sobre Querétaro. Seguramente quedaron cosas por decir porque esta ciudad es realmente imponente y hay en ella incontables atractivos, por ejemplo Peña de Bernal, el Acueducto o el Cerro de las Campanas. Como habrás leído, se trata de un destino más que interesante para descansar, caminar, escuchar y aprender.
Si todavía no conoces este sitio del país, te recomendamos que para tus próximos días libres lo pienses como una opción. No te arrepentirás. Querétaro es un núcleo en el que emerge la historia de todo México y de América Latina.
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