Según las estadísticas, 40 por ciento de los accidentes mortales en carretera tienen su origen en el alcohol. Aunque los conductores hayan conseguido reducir su velocidad -gracias principalmente a los radares-, todavía queda mucho por hacer en lo que respecta a este tema.
Los países escandinavos fueron los primeros en instaurar un sistema de “voluntarios” que renuncian a beber cuando salen para que la vuelta a casa del vehículo y sus ocupantes, se haga sin el riesgo añadido del alcohol.
Una vez más, el ejemplo vuelve a llegar del norte de Europa, en concreto de Suecia. El fabricante Saab, del grupo General Motors, ha concebido un etilotest electrónico bautizado con el nombre de Alcokey. Como su nombre indica, el dispositivo va acoplado a la llave de contacto: antes de arrancar, el conductor debe soplar en un embudo que mide la cantidad de alcohol que impregna el aliento.
El resultado se transmite a continuación a un calculador electrónico que autoriza, o no, la puesta en marcha del motor. Naturalmente, un sistema así necesita de la buena voluntad del conductor y que éste, por ejemplo, no pida a uno de sus acompañantes que sople. El Alcokey no ha sido comercializado aún.
Volvo, otro fabricante llegado del frío, muestra también gran interés por esta problemática. De hecho ha llegado a realizar un vehículo experimental, el Multilock, que integra varios sistemas de seguridad preventiva, entre ellos un etilotest electrónico. Su originalidad reside en el hecho de que el sistema va enganchado al cinturón de seguridad y su utilización es aún más sencilla: basta con tomar el etilotest con una mano y soplar. Así de fácil. Un piloto en el panel de instrumentos se pone en rojo o verde en función de los resultados.
Tanto Saab como Volvo barajan la posibilidad de proponer el etilotest electrónico en sus modelos. De esta manera, se puede imaginar una primera fase en vehículos de empresa.
Volvo Trucks por ejemplo, ha elegido a los profesionales de la carretera como destinatario de su producto. Su etilotest equipa ya 5 mil autobuses y camiones suecos, y la marca lo propone desde hace 2 años en su gama de vehículos.
Se habla de que la Comisión Europea tiene la intención de legislar sobre la materia en lo que respecta a los utilitarios, pero para ello será necesario que la reglamentación se aplique al mismo tiempo en todos los países.
Algo que plantea un problema ya de entrada teniendo en cuenta que no todos los países aplican los mismos criterios y que el límite de alcoholemia permitido oscila entre los 0.2 g/litro de Suecia y los 0.8 g/litro de Gran Bretaña.
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