A poco más de un año de que la compró Ricardo Salinas Pliego, la operadora telefónica Iusacell, está viviendo lo que parece una lenta agonía.
Iusacell está en default o incumplimiento de pagos de los intereses de una deuda total por alrededor de 810 millones de dólares. Debido a su difícil situación financiera, Iusacell de plano confiesa que no planea servir (pagar, para que se entienda mejor) la gran mayoría de su deuda.
Aunque no lo confesara, lo cierto es que eso es exactamente lo que viene haciendo desde que fue adquirida, en un precio ganga de 10 millones de dólares, aunque con el lastre de la mega deuda que hoy sigue sin pagar.
Hay que recordar que Salinas Pliego registró e inició una oferta pública en México y Estados Unidos para adquirir el 100 por ciento de las acciones de Iusacell el 29 y 30 de junio de 2003.
El 28 y 29 de julio de ese mismo año, las ofertas de Móvil Acces fueron completadas y obtuvo el control operativo de Iusacell al adquirir el 74.7 del capital de la compañía. El 25.3% restante de las acciones en que se divide el capital social permaneció en manos del público inversionista.
Salinas Pliego pagó un precio de fábula por la compañía porque arrastraba consigo una enorme deuda. Pero a casi un año de la compra, la administración del magnate de la televisión todavía no encuentra el camino para comenzar a reestructurarla.
Tal parece que Iusacell, se apega a lo que reza el dicho popular: debo no niego, pago no tengo.
Iusacell parece confiada. Y es que apenas hace unos meses un juez resolvió a su favor y en contra de un grupo de tenedores de bonos que demandaron se le prohibiera a Iusacell vender o transferir sus activos. La resolución del juez declaró improcedente la petición.
La demanda fue interpuesta por la firma Manatt, Phelps & Philips, representante de ciertos tenedores de bonos con vencimiento en el 2004. Iusacell fue notificada formalmente de la demanda el 19 de enero de este año.
Esta firma representa a un comité informal de tenedores por 77 millones de dólares en principal, equivalentes al 51.3% del total de los títulos de deuda al 10% con vencimiento al 2004. Iusacell no ha realizado el pago de intereses correspondientes a los dos paquetes de bonos y el crédito sindicado por 150 millones de dólares con vencimiento en 2004; 350 millones con vencimiento en 2006 y un crédito sindicato liderado por Chase Manhattan por 265 millones de dólares. Iusacell desde que fue tomada por Salinas Pliego optó por incumplir con sus pagos para buscar una reestructura integral de toda su deuda.
Iusacell, a través de su asesor financiero, Hill Street Capital LLC —firma establecida en Nueva York, experta en banca de inversión, con experiencia en brindar asesoría e implantar estrategias financieras para fusiones y adquisiciones, reestructuración y emisión de deuda, así como colocaciones de capital— ha tenido diversos acercamientos con sus acreedores para alcanzar un acuerdo integral de reestructura en el menor tiempo posible. A la fecha, no ha tenido éxito.
Es más, frente a la difícil situación, Iusacell advierte que no puede predecir sí o cómo o cuándo se puede alcanzar el acuerdo para la reestructuración. Tal vez por eso, confiesa con crudeza que no planea servir la gran mayoría de su deuda. Con esa contundencia lo revela en su último informe de resultados al segundo trimestre de 2004, entregado a la Bolsa Mexicana de Valores. Este informe financiero, es un retrato sin retoque de la gravedad de las finanzas de la operadora Iusacell.
Iusacell registra impresionantes pérdidas netas y operativas, enfrenta elevados costos de financiamiento y observa una importante disminución en sus ventas.
La pérdida operativa de Iusacell en el segundo trimestre de este año aumentó en un 10 por ciento y se ubicó en 296 millones de pesos; se incrementó en 48% respecto del mismo trimestre del año anterior.
Su costo integral de financiamiento aumentó a 605 millones de pesos de 22 millones de pesos registrados en el trimestre previo.
La pérdida neta de Iusacell en el trimestre que reporta fue de 946 millones de pesos que contrasta con una pérdida neta de 346 millones de pesos en el trimestre previo y 130 millones en el mismo trimestre del año anterior.
HISTORIAS VERAS. Vaya que los esfuerzos anticorrupción y de transparencia en Petróleos Mexicanos (Pemex) están rindiendo frutos. Apenas el pasado 10 de junio, Combustibles de Oriente, empresa encabezada por José Antonio Beltrán, le ganó una demanda por 400 millones de pesos a Pemex-Refinación, por recisión unilateral de contrato. Es la primera vez en la historia que un juez le da la razón en un pleito legal a un particular en contra del poderoso monopolio. Claro que todavía falta que Pemex le pague a Beltrán, pero parece que está en curso. Bueno, pues ahora, resulta que otro particular denunció por intento de chantaje a Arturo Portillo, quien solicitó 10 millones de pesos al Grupo PERC, que dirige Ricardo Pereda para no cancelarle el contrato de distribución. Portillo, era ni más ni menos que el encargado de combatir el mercado ilícito de combustibles, hasta hace poco. El Centro de Control Maestro de las Actividades en la Lucha en contra del Mercado Ilícito de Combustible, está a cargo, ahora, de José Antonio Herrera Pego. Esta unidad comenzó a dar resultados y a fortalecer la confianza de los empresarios que forman parte de la comercialización de los combustibles.
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