Jalisco

Matrimonio de espías

Código Negro

El cine de espías ha caído en un bache que ya dura bastante, después del fiasco que resultó ser la última entrega de la saga de James Bond (que, por cierto, la familia Brocoli ya vendió la franquicia) creí que no habría nada bueno en el horizonte dentro de este género, pero Universal Pictures sorprende gratamente con su más reciente estreno, el cual está muy bien realizado.

Lo que le faltaba al mundo del cine de espías era una buena película dramática, una que trajera de regreso las producciones con temáticas interesantes que, además de disfrutar por un buen guión y grandes interpretaciones, también destaca por su habilidad de mantener la intriga en el espectador hasta el final.

Código Negro El espía y esposo en Código

El tema de un matrimonio entre espías de distintos bandos ya ha sido abordado en otras veces, pero en forma de comedia, como el caso de Sr. y la Sra. Smith (2005); también ha habido películas que le apuestan a la trama de “la pareja dispareja” con un sobrepeso de escenas de acción, pero lo que llama la atención de esta película es que la narrativa es de tono serio y dramático. También está el detalle de que ambos trabajan para la misma agencia de inteligencia y, aunque se da el lujo de hacer algo de humor en tono irónico (muy poco realmente), el enfoque es totalmente serio.

Del director Steven Soderbergh y escrita por David Koepp, llega a la pantalla grande la producción británica Código Negro, un apasionante drama sobre el legendario agente de inteligencia George Woodhouse, encarnado por el excelente actor Michael Fassbender (sí, el mismísimo Magneto de la última saga de X-Men) y su amada esposa Kathryn (interpretada por la camaleónica actriz Cate Blanchett).

Un feliz matrimonio aparentemente ha logrado encontrar un equilibrio dentro de lo complicado de su profesión, siguiendo unas reglas muy básicas: Cada uno sabe lo que sabe, y sabe lo que hará y nunca se vuelven a discutir ciertas cosas. Además siempre vigilan mutuamente aunque nunca lo digan.

Sin embargo, su vínculo tanto profesional como personal que han construido se complica cuando Kathryn es acusada de traicionar a la nación, lo que pone a prueba el amor y la lealtad de su esposo. Atrapado entre la devoción a su querida esposa y su deber como patriota, George se ve obligado a tomar una difícil decisión que podría costarle mucho más que su carrera, mientras se enfrenta a una peligrosa trama de espionaje que lo lleva a cuestionar todo lo que creía saber sobre su esposa.

Algo muy valioso fue robado de la agencia, algo que puede poner en peligro a miles de personas inocentes, todo indica que el ladrón es alguien de ellos mismos, una especie de agente corrupto y desafortunadamente todo apunta a Kathryn.

Woodhouse pide a sus superiores tiempo para investigar lo que realmente está pasando, por lo que se ve obligado a pedir favores a sus propios amigos agentes para dar con algo que exonere a su esposa, si es que es inocente. Esto es algo con lo que el cinéfilo también tiene sus dudas. Cuando ella es sospechosa de traicionar a la nación, George se pondrá cara a cara ante la prueba definitiva: ¿la lealtad a su matrimonio o a su país?

La historia se trata de un thriller de espionaje lleno de giros, donde el cinéfilo es sorprendido cuando menos lo espera. Las escenas de acción están muy bien manejadas y afortunadamente no hay abuso de este recurso, no es la típica película que se defina por un salto en motocicleta o una acrobacia en auto de lujo, hasta en eso hay buen balance. Y qué decir del desafío de emociones entre los personajes la cual se resume en un diálogo de cierto personaje femenino: “cuando puedes mentir sobre todo, cuando puedes negar todo: ¿Cómo dices la verdad sobre todo?”. Me atrevo a decir que hay ciertos giros que hubieran sido geniales para una película de James Bond.

El equilibrio entre giros de trama, acción y drama está perfecto. De pronto hay referencias al pasado que nos llevan por un camino y las respuestas parecieran aclararse, pero luego volvemos al presente y otra vez nos surgen dudas. A lo largo de la película, veremos el antes y después de su relación ante el comunicado de sus agencias de investigación sobre un posible traidor, donde nada es lo que parece.

El reparto está bastante bueno y en su mayoría es de origen inglés (la película es de Reino Unido): Cate Blanchett, una actriz ganadora de dos premios Oscar, que prácticamente merece un artículo sobre ella sola, Michael Fassbender que luce perfecto como este espía enamorado y que al mismo tiempo es un detector de mentiras viviente, Marisa Abela, Tom Burke, Naomie Harris, Regé-Jean Page y el galán Pierce Brosnan (un mítico exportador del nombre del agente 007 James Bond).

Recomendable para los fans del cine dramático y de espías, aunque me atrevo a decir que la recomendación se extiende para el público en general que disfrute una buena película. Ya esta en cartelera. ¡Nos vemos en el cine!.

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