
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, el mismo que el 5 de marzo de este año descubrió que en el rancho Izaguirre, del municipio de Teuchitlán, había evidencias de reclutamiento y homicidios que no habían sido procesados debidamente, ahora descubrió una fosa en la que localizó restos humanos.
En una transmisión en vivo en redes sociales el grupo que busca a sus familiares desaparecidos dio a conocer que tras recibir reportes anónimos, se trasladaron a una casa situada en la avenida Circunvalación Oblatos, casi al cruce con Plutarco Elías Calles, de la Colonia Balcones de Oblatos, en donde presuntamente se vendía droga al menudeo y existían cadáveres enterrados.
La líder de esa agrupación, Indira Navarro, cuenta con resguardo de agentes de la Guardia Nacional y al presentarse a dicho sitio acompañada de éstos y de otros miembros del colectivo, las personas que estaban en la finca se retiraron corriendo.
Al inspeccionar la finca que quedó abierta, los integrantes del colectivo escarbaron y localizaron un cráneo y otros huesos pertenecientes a por lo menos un cuerpo humano, además de algunas prendas de vestir, zapatos, ropa y otros enseres.
Los restos óseos posiblemente sean de una mujer, pues tenía una parte de cabellera larga y según lo advertido por los Guerreros Buscadores de Jalisco, el cráneo presenta dos impactos de bala.
Aparte de la tierra, floja y de indicios de cal, se dijo que también se encontró una figura de la Santa Muerte con una veladora prendida.
Al lugar acudieron elementos de la policía de Guadalajara que actuaron como primeros respondientes. También se presentó el Servicio Médico Forense para las investigaciones y levantamientos de pistas en la escena del descubrimiento.
“Se refirieron varios cuerpos; ya salió el primero, esperando salgan muchos más”, dijo la activista que encabezaba la transmisión por Internet al aludir a que pudiera haber restos de más de alguna persona.
La finca descubierta se localiza a siete kilómetros y medio del Centro de Guadalajara.