Columnistas Jalisco

Hiram Ruvalcaba

“Sacó su ánfora y dio un trago breve ‘pa agarrar valor’. Intentó sonreír: estaba cansado y era consciente de que aún había muchas heridas abiertas, pero la posibilidad de arreglar las cosas con Liliana –su exmujer- lo emocionaba. Y hacía tanto tiempo que necesitaba emocionarse por algo. Pero la música infantil, las risas de los niños que corrían en manada, las voces de los invitados esparcidas en el calor de la tarde, todo hacía que Manuel se sintiera como un extraño o, peor todavía, un intruso en aquella fiesta de colores…”.

Narrador, periodista y profesor de Literatura, Hiram Ruvalcaba (Jalisco, 1988) es licenciado en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara y maestro en Estudios de Asia y África por El Colegio de México. Ha sido becario del PECDA Jalisco y del FONCA. Fue ganador del Premio Nacional de Narrativa Mariano Azuela (2016), del Premio Nacional de Cuento Joven Comala (2018), del Premio Nacional de Crónica Joven Ricardo Garibay (2020), del Premio Nacional de Cuento José́ Alvarado (2020) y del Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez (2021). Entre su obra destacan los libros de cuentos “La noche sin nombre” (2018), “Padres sin hijos” (2021), “De cerca nadie es normal” (2022), el libro de crónicas “Los niños del agua” (2021) y la novela “Todo pueblo es cicatriz” (2023), ganadora del Premio Amazon Primera Novela y del Premio Filiberto a Mejor Novela Negra 2023.

Con “Los inocentes” (Ediciones Era, 2025), Ruvalcaba explora, con una prosa exacta y versátil, lo positivo y negativo de la naturaleza humana. Nueve relatos duros que empujan, con situaciones límites, a mujeres y hombres sencillos a enfrentar situaciones terribles “en cuyos pliegues se agazapa la maldad pura, encarnada en policías enfermos de poder, burócratas kafkianos, delincuentes, amantes egoístas, maridos abusivos o perros salvajes dispuestos a devorarlos”.

¿Qué hacer ante tales embates del destino? ¿Qué hacer si nos vemos obligados a llevar a cabo algo reprobable, a enfrentar a los que no valoran la vida de los otros?¿O a ponernos, sí, en los zapatos de quienes nacieron y crecieron en medio de la violencia y no conocen un ámbito distinto?

Hiram sigue a sus criaturas paso a paso y, con ello, traza la ruta existencial, humana, que los lleva desde su circunstancia indefensa hasta la acción que los hará emerger airosos de la violencia en que se hallan inmersos, o bien terminará por hundirlos sin remedio en la desgracia y en la culpa…

 

 

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