“Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer algo que debió hacerse hace décadas. ¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos! ¡No entren en pánico (un nuevo partido basado en gente débil y estúpida!). ¡Sean fuertes, valientes y pacientes, y el resultado será GRANDEZA!”, es el ‘llamado’ que ha hecho Donald Trump, después de lo que ha sido la primera gran protesta multitudinaria en territorio norteamericano en contra de su gobierno.
Sucede, que, como bien lo señaló David Alandete, corresponsal en la Casa Blanca de ABC y Telemadrid:
“No fue una protesta cualquiera: cerca de la Casa Blanca, desfilaron pingüinos inflables, máscaras de Putin y carteles con Elon Musk. La creatividad y el caos marcaron la manifestación contra Trump en Washington”.
De hecho, medios de comunicación de todo el mundo exhibieron el pasado fin de semana a miles de manifestantes protestando en numerosas ciudades de Estados Unidos para rechazar las medidas del gobierno del presidente Trump, durante lo que ha sido la mayor movilización registrada desde su regreso a la Casa Blanca.
Según los reportes, los organizadores de la protesta “Manos fuera” convocaron 1.200 puntos de concentración en los 50 estados del país. Los manifestantes salieron a las calles en Boston, Chicago, Los Ángeles, Nueva York y Washington, entre otras ciudades.
Los asistentes expresaron su desacuerdo con la agenda de Trump, que abarca desde los aranceles y la reestructuración del gobierno, hasta la ampliación de la autoridad presidencial.
Días después del anuncio de que Estados Unidos impondría aranceles a las importaciones a la mayoría de los países del mundo, también se celebraron concentraciones fuera del país, en lugares como Londres, París y Berlín.
En la ciudad de Washington, las líneas de metro estuvieron abarrotadas por manifestantes que se dirigían al punto de concentración en el Monumento a Washington, reportó la editora de la BBC, Jenna Moon.
Los asistentes portaban pancartas que no solo criticaban duramente a Trump, sino también los recortes aplicados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que dirige el magnate sudafricano Elon Musk.
“No queremos reyes”, “No al fascismo” y “Apoyo a los trabajadores federales” eran algunos de los mensajes que se leía en los afiches. Uno de ellos decía “La rata en el sombrero”, con una ilustración de Musk como una rata, con una gorra de Tesla.
Legisladores demócratas ofrecieron discursos para criticar el papel que los donantes adinerados han desempeñado en el gobierno Trump, en particular Musk, quien sigue al frente de los recortes del gasto y la plantilla federal.
En Boston, algunos manifestantes expresaron su rechazo a las redadas contra los migrantes, especialmente contra el arresto y los procesos de deportación de estudiantes universitarios.
En la manifestación en el centro de la ciudad de Boston sonaban flautas y tambores de la época de la Guerra de Independencia, un recordatorio del papel crucial que jugó la ciudad en la Revolución estadounidense hace 250 años, reportó la corresponsal de la BBC, Robin Levinson King.
En el caso de Nueva York, una multitud de manifestantes se congregó en la Quinta Avenida.
La protesta llegó a las puertas de la casa de Tom Homan, conocido como el “zar de la frontera” del gobierno de Trump, quien declaró a la cadena Fox News que él se encontraba en Washington en el momento de la concentración.
“Pueden protestar contra una casa vacía cuanto quieran”, dijo Homan. “Las protestas y las manifestaciones no significan nada”.
Maxwell Frost, congresista demócrata por el estado de Florida, denunció la “toma multimillonaria” del gobierno estatal.
“Cuando le robas al pueblo, esperas a que el pueblo se levante, en las urnas y en las calles”, gritó frente a una multitud de manifestantes.
En Londres, el sábado también, los manifestantes portaban carteles que decían: “¿Qué demonios, América?”, “Dejen de lastimar a la gente” y “Es un idiota”, en alusión a Trump.
También gritaban “Fuera las manos de Canadá”, “Fuera las manos de Groenlandia” y “Fuera las manos de Ucrania”, en referencia a los cambios de Trump en la política exterior estadounidense.
Trump ha expresado repetidamente su interés en anexar Canadá y Groenlandia. También tuvo una disputa pública con el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, y ha tenido dificultades para negociar un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia.
Grupos en otras ciudades de Europa se unieron a la convocatoria de los organizadores de la protesta “Manos fuera”.
El equipo de prensa de la Casa Blanca informó que Trump viajó a su residencia en Florida, donde tenía previsto pasar el fin de semana. Fue hasta el lunes que Donald Trump escribió en sus redes sociales ese muy particular mensaje ‘exhortando’ a la gente a tener fuerza, mientras el caos priva en Estados Unidos y gran parte del mundo.
“¡No sean débiles!” “¡No sean estúpidos!”, les dijo a los estadounidenses.