Después de tanta polémica llega por fin a la pantalla grande “Blanca Nieves” de Disney, una nueva versión de acción real del clásico de 1937, primer largometraje de Walt Disney y, por tanto, el clásico Disney por antonomasia.

Esta mágica aventura regresa la inolvidable historia con Rachel Zegler en el rol principal y la hermosa actriz Gal Gadot como su madrastra, la Reina Malvada. Esta nueva versión muestra una gran magnitud y belleza del impresionante diseño de producción, y el regreso de los entrañables siete enanos: Tímido, Doc, Tontín, Gruñón, Feliz, Dormilón y Estornudo.

Una adaptación del famoso cuento de hadas homónimo de los Hermanos Grimm sobre una preciosa princesa que se veía obligada a esconderse en el bosque cuando su terrible madrastra, la Reina Malvada, que se obsesionaba con eliminarla para solo así poder convertirse en la mujer más bella del reino.

La película original fue estrenada en 1937 como un hito para la animación, iniciando una historia para Walt Disney Studios que estaría repleta de éxitos y que alegraría la vida a múltiples generaciones durante los siguientes casi 90 años. Sin embargo, llevar de nuevo la historia de “Blanca Nieves” a pantalla en 2025 solo era posible introduciendo una serie de cambios, despojándola de los estereotipos cuya presencia no era problemática en los años 30’s, pero que básicamente no tienen sentido en una película del presente.

Hubo mucha polémica hasta llegar al resultado que vemos en la pantalla, entre los aspectos que se volvieron tema de debate fueron, entre muchos otros: los enanos en animación digital (un gran error), se entiende que no podían calcar a los personajes animados originales, pero les dan un aspecto demasiado caricaturesco para poderlos considerar como “acción viva”. Lo mismo pasa con los animales que no son tan realistas como los que vimos en “El Rey León”, pero brindan esa calidez necesaria para la trama.

Otro aspecto polémico fue el caso políticamente extraño del color de la protagonista, aunque en un diálogo explican que la belleza a la que se refiere el espejo es a su belleza interior, recordemos que hubo cientos de memes sobre el absurdo de que alguien con la belleza de Gal Gadot envidiara a alguien con la apariencia de la actriz Rachel, recordemos que en la versión original fue nombrada “Blanca Nieves” porque su piel era blanca como la nieve (un rasgo de belleza muy de aquellos años).

Otro cambio son las canciones, aspecto donde sorprende Rachel Zegler con su voz, realmente sabe cantar y logra llegar a los tonos altos de la original, incluso ya ha cantado en vivo en algunas ceremonias del estreno, para demostrar que lo que escuchamos en la película es realmente si voz. Por cierto, hay canciones nuevas (tal vez demasiadas para algunos cinéfilos) y también se asoma de pronto música de la película original, definitivamente esta es una versión muy musical (un detalle que le jugado en contra a otras películas).

Y lo más polémico las declaraciones (puras quejas) de la protagonista sobre su propia película cuando estuvo la huelga de actores y escritores donde prácticamente se quejaba de malos tratos y explotación laboral. Mención aparte merecen las olas de críticas que recibió por manifestar en sus redes sociales su opinión sobre temas políticos como el genocidio de Israel sobre Palestina.

Los dos cambios más fuertes pudieran molestos para las generaciones adultas que vieron la versión original en pantalla grande, pero que para mi opinión funciona bien para estos tiempos son los siguientes:

Uno es que es que Blanca Nieves dejase de ser la jovencita sumisa e ingenua que durante tantos años había sido un emblema para Disney, esa imagen de la damisela en apuros que, en los últimos tiempos de despertar y empoderamiento femenino, había comenzado a resultar problemática.

Definitivamente es algo muy positivo de esta “nueva” historia dirigida por Marc Webb y protagonizada además de Zegler y Gadot, por Andrew Burnap y Ansu Kabia, entre otros, la nueva “Blanca Nieves” de Disney se ha despojado de sus elementos más problemáticos, le ha inyectado a su protagonista una buena dosis de amor propio y vocación de líder y nos ha recordado que la belleza no se limita al físico.

La joven princesa crece escuchando que la belleza no se limita al físico y aprende la importancia de otras cualidades, que marcan lo que quiere ser en la vida: Fuerte, justa, valiente, auténtica... Sinceramente, el mensaje que merecen escuchar las generaciones jóvenes que verán la película.

Mención aparte merece el hecho, además, de que esta entrega se haya atrevido a tocar uno de los elementos más esenciales de la historia original, como el Príncipe Encantador, ahora reconvertido en un rebelde que lidera la Resistencia a la Reina Malvada, al más puro estilo de un caudillo, y lo impresionante es que este cambio funciona de maravilla en esta nueva narrativa.

Mi recomendación, sobre todo para las generaciones adultas, es verla con una mente abierta, gozar de las actuaciones de Zegler y Gadot, y no olvidar que es un cuento de hadas. No es la mejor adaptación de un animado Disney, pero sí logra conservar su magia, es una película 100% Disney, a nivel visual es lo que se espera de una obra maestra como “Blanca Nieves”, con escenarios coloridos, impresionantemente estéticos y perfectos, canciones bonitas, pintorescos personajes y una bella historia.

Recomendable para toda la familia y en especial para los fans de Disney de todas las edades. ¡Nos vemos en el cine!

DATO

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