Guadalajara

Gobierno que encabeza Verónica Delgadillo está por lanzar campaña para concientizar a ciudadanía de asumir su responsabilidad y mantener limpia a Guadalajara

Invitan a vecinos tapatíos a mantener limpias sus banquetas y calles en corresponsabilidad

Micaela Ortiz Chávez, mejor conocida como doña Mica, se levanta todos los días temprano para iniciar con sus tareas de limpieza y mantenimiento del hogar, es ama de casa y la responsable del orden. Tiene un método que le ha sido heredado de su madre y a su vez de su abuela; desde pequeña se le enseñó que la limpieza se hace de afuera hacia dentro, es decir,  la primera tarea del día es barrer la calle y la banqueta. Son apenas las siete de la mañana y ya tiene su escoba y recogedor en la mano para iniciar.

Las hojas de los árboles que están fuera de su casa en la colonia Independencia es lo que barre todos los días sin falta, aunque a veces hay bolsas plásticas, empaques de frituras, envases PET, unicel, y demás basura que no sabe cómo llegó a su banqueta, pero sí sabe que no las puede dejar ahí. Las barre para limpiar su casa: Guadalajara.

“Si la banqueta está toda sucia van a pensar que tengo mi casa igual”, me platica. 

“¿Escuchó que piensan sancionar a los comerciantes y vecinos que no barran sus banquetas?” Le pregunto.

“Sí lo escuché en las noticias. Me parece bien, yo de todos modos barro mi banqueta, pero si hay mucha gente que no”, me responde.

“¿Y qué piensa de que no barran?”, cuestiono.

“Pues está mal. Todos vivimos aquí, deberíamos de barrer porque luego llegan las lluvias y esa basura tapa las alcantarillas y nos inundamos”, expresa.

El Gobierno de Guadalajara, que encabeza Verónica Delgadillo, está por lanzar una campaña para concientizar a las y los tapatíos de asumir su responsabilidad como ciudadanos de la capital de Jalisco para mantener limpia la ciudad, campaña que tomará fuerza conforme se acerque la fecha para el Mundial de la FIFA 2026 en el que será sede de cuatro partidos; en un esfuerzo por hacer un hábito entre los habitantes  el barrer sus calles y banquetas, mismo que se ha ido perdiendo.

“De chiquilla, me acuerdo que a mi mamá le daba vergüenza recibir visitas y que estuviera la calle sucia. Me regañaba por no barrer bien. Hoy como que ya no se usa”, cuenta doña Mica.

Durante las cuatro gestiones municipales anteriores, el tema de la limpieza y sanciones a ciudadanos por no barrer sus calles y banquetas no tuvo mucho impulso; el último esfuerzo del Ayuntamiento tapatío para que se cumpliera lo que marca el Reglamento de Aseo Público ocurrió en 2013, cuando se lanzó la campaña “Guadalajara, te quiero limpia” para pedirle y advertirle al ciudadano sobre las sanciones por no mantener limpios los exteriores de sus casas y negocios, es decir, son más de 11 años los que se ha dejado de lado la importancia de la corresponsabilidad ciudadana en asuntos de interés común, como la limpieza de la ciudad. 

“¿Se acuerda de alguna campaña que se haya hecho para mantener limpia Guadalajara?”, pregunto a doña Mica,

“No me acuerdo, la verdad”, responde sin duda.

Su rutina de aseo doméstico inicia con el barrido de la banqueta, en su cuadra también salen a barrer otras vecinas, pero a diferente hora a lo largo de la mañana, pero no todas y tampoco lo hacen diario. Doña Mica se toma libertades de barrer un poco más allá del límite de su propiedad, el motivo es que esa basura que recoge muy probablemente terminará en su espacio, se previene.

“Nomás espero que los que pasen revisando que se haya barrido tomen en cuenta que el viento empuja los papeles y las hojas a capricho y no vayan a pensar que uno no barre y lo quieran multar”, advierte doña Mica. 

El ruido y sus decibeles 

Guadalajara se ha convertido en una ciudad ruidosa. El paso de autos, motos y camiones, la construcción de torres, las campanas de los templos, los “cuetitos”, el ladrido de los perros, las bocinas y estéreos en casa, son algunos de los emisores de ruido más comunes, sin embargo, estos últimos son los que ocasionan mayor problema en la convivencia vecinal.

En Guadalajara se cuenta con la llamada Ley Antirruido aprobada en 2021, que buscaba sancionar a quienes exceden los 55 decibeles en zona habitacional. Fue en junio de 2021 cuando se multó a la primera persona por exceder ese límite.

En la colonia Santa Eduwiges un hombre era constantemente señalado por el exceso de ruido de su bocina al tocar la música de su agrado, acudieron policías para solicitar que bajara sus decibeles, pero este no aceptó la invitación, por lo que fue multado en ese año con 44 mil 810 pesos, la suma máxima que estaba prevista, 500 UMAS, del valor de ese entonces.

Doña Micaela padece el mismo problema de lo ocurrido en la colonia Santa Eduwiges con un vecino que no respeta el silencio, sin embargo, desconoce que existe una ley que le da la razón y puede bajar el volumen de la bocina del vecino ruidoso.

“No sabía, pero de todos modos no quiero hacer nada porque luego se gana uno problemas, malos entendidos y chismes, pero ahora que me dice eso, me la voy a pensar, porque si que es un ruidajal que hasta te aturde”, lamenta.

La cantidad de decibeles permitida se establece en el Reglamento de Protección del Medio Ambiente y Cambio Climático del Municipio de Guadalajara. Por ejemplo, para zona habitacional el límite permitido oscila entre 50 y 55 decibeles de las 6:00 a las 22:00 horas; después de las 22:00 horas deberá ser de máximo 50 decibeles.

De acuerdo a lo reportado por el Ayuntamiento de Guadalajara, las quejas por ruido en casa son mayores de las que se presentan por negocios, otro punto importante de la corresponsabilidad ciudadana para mejorar la ciudad.

Los teléfonos para denuncia de ruido son 33 1201 6070 de la Policía de Guadalajara, el 070 del Gobierno de Guadalajara, Guazap 33 3610 1010 o al número nacional de emergencias 911.

 

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