Opinión

Lecciones de Katrina

(La Crónica de Hoy)

La destrucción de la ciudad norteamericana de Nueva Orleáns y la muerte de un número todavía no calculado de personas con motivo del huracán Katrina nos enfrenta a una realidad recurrente y que revela nuestra dimensión frente a la naturaleza y sus fenómenos.

El fundador del Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín, decía que existen dos tipos de dolor: uno es el dolor evitable y aquél que no lo es. El primero es el que los hombres nos infringimos o generamos en los demás con nuestras acciones o con nuestras omisiones. El segundo, no evitable, es el que se produce por las calamidades de la naturaleza.

Sin embargo, la vida pública y el servicio de los gobernantes a los ciudadanos debe encauzarse precisamente a que muchos desastres de la naturaleza sean minimizados en sus efectos perniciosos.

El drama que se vive en Nueva Orleáns y otras ciudades de Norteamérica es la demostración de que la naturaleza no tiene palabra de honor y de que no hay urbe que esté a salvo de este tipo de siniestros.

La cauda de problemas de Katrina parece ser muy extensa y dañina. Sus efectos se verán reflejados en temas tan diversos como el de las aseguradoras y la medición de riesgos, la producción y el mercado del petróleo, las presiones para que el presidente George Bush firme por fin el Protocolo de Kyoto para combatir el calentamiento de la Tierra, etc.

En la ciudad de México, a una semana de la ocurrencia de Katrina y casi veinte años de los terremotos de 1985 debemos hacer todos los esfuerzos posibles para controlar y reducir las vulnerabilidades urbanas.

En materia de protección civil no debe haber lugar a competencias partidistas ya que es un tema que convoca a la unidad. De cualquier forma, como lo estamos atestiguando en el caso de Louisiana, y como lo vimos en el terremoto de 1985, la ineptitud o la falta de eficacia y de prevención por parte de las autoridades, ya sean legislativas o ejecutivas, termina por reflejarse en el sentir de la población.

Ante la existencia de riesgos de pérdidas humanas y materiales debemos recordar hay este tipo de dolor, como afirmaba Gómez Morín, puede ser evitable si la visión y el trabajo de los gobernantes se concretan con atingencia.

* Vicecoordinador del PAN en la ALDF jorgelararivera@yahoo.com.mx

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