Opinión

Luis Alberto Villarreal

Durante doce años el coordinador de diputados del PAN no vio el panismo enquistado en la Sedesol. Pero acaba de descubrir por fin lo pernicioso de la partidización de las entidades encargadas de programas sociales. En una reprobable tarea de zapa ha trabado alianza con dirigentes y legisladores de izquierda, maestros del asistencialismo a cambio de votos. Les hace el caldo gordo a sus compañeros de viaje, empeñados éstos en tomar represalias contra una ex dirigente que les parecía ejemplar hasta antes de su distanciamiento.

Luis Alberto Villarreal
Durante doce años el coordinador de diputados del PAN no vio el panismo enquistado en la Sedesol. Pero acaba de descubrir por fin lo pernicioso de la partidización de las entidades encargadas de programas sociales. En una reprobable tarea de zapa ha trabado alianza con dirigentes y legisladores de izquierda, maestros del asistencialismo a cambio de votos. Les hace el caldo gordo a sus compañeros de viaje, empeñados éstos en tomar represalias contra una ex dirigente que les parecía ejemplar hasta antes de su distanciamiento.

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