¿Alguna vez has escuchado sobre el Reloj del Juicio Final? No, no es el título de una película de ciencia ficción, sino un indicador simbólico que nos muestra qué tan cerca estamos de una catástrofe global. Este reloj, creado en 1947 por el Boletín de Científicos Atómicos, utiliza la metáfora de la medianoche para representar el fin del mundo.
¿Cómo funciona este reloj?
Cada año, un grupo de expertos evalúa las amenazas que enfrenta la humanidad, como conflictos nucleares, cambio climático y avances tecnológicos peligrosos. Dependiendo de su análisis, ajustan las manecillas del reloj acercándolas o alejándolas de la medianoche.
¿Dónde estamos ahora?
En enero de 2024, el reloj se ajustó a 90 segundos para la medianoche, la posición más cercana al “fin del mundo” desde su creación. Este ajuste refleja preocupaciones sobre tensiones geopolíticas, especialmente relacionadas con conflictos internacionales, y la falta de acción efectiva contra el cambio climático.
Eventos clave en 2024 que influyeron en el ajuste del reloj:
- Conflictos internacionales: Las tensiones en diversas regiones del mundo han aumentado, generando inestabilidad y preocupación por posibles escaladas militares.
- Cambio climático: A pesar de los esfuerzos globales, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en niveles preocupantes, y los fenómenos climáticos extremos se han vuelto más frecuentes.
- Avances tecnológicos: El desarrollo acelerado de tecnologías como la inteligencia artificial plantea nuevos desafíos éticos y de seguridad que requieren atención inmediata.
Datos curiosos que quizás no sabías:
- Ajustes históricos: En 1991, tras el fin de la Guerra Fría, el reloj se alejó a 17 minutos de la medianoche, su posición más segura hasta la fecha.
- No solo armas nucleares: Aunque inicialmente se centraba en la amenaza nuclear, desde 2007 también considera el cambio climático y otros riesgos tecnológicos.
¿Por qué debería importarnos en México?
Aunque el Reloj del Juicio Final es un símbolo global, sus implicaciones nos afectan a todos. México, al ser parte de la comunidad internacional, enfrenta desafíos como el cambio climático, que impacta directamente en fenómenos meteorológicos extremos y en la biodiversidad del país. Además, las tensiones internacionales pueden influir en la economía y la seguridad nacional.
¿Qué podemos hacer?
Informarnos y participar en acciones que promuevan la paz, la sostenibilidad y la cooperación internacional es clave. Pequeñas acciones, como reducir nuestra huella de carbono, apoyar energías limpias y fomentar el diálogo, pueden contribuir a alejar las manecillas de este simbólico reloj.