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Durante el Gran Premio de la Ciudad de México de Fórmula 1, la alcaldía Iztacalco, en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México, informó que detuvieron a 26 revendedores de boletos, y se llevaron a cabo decomisos de más de mil 500 productos “pirata”, incluyendo gorras, porta gafetes, chamarras, mochilas, playeras y camisolas.
Las autoridades de la alcaldía informaron que se implementó un operativo de seguridad en los alrededores del Autódromo “Hermanos Rodríguez”. La Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública, junto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, coordinó estas acciones para proteger a los 404 mil 958 asistentes al evento, así como para controlar el orden y la legalidad en la zona.
El operativo, que se llevó a cabo durante los tres días del evento —viernes, sábado y domingo—, tuvo entre sus principales objetivos la inhibición de la venta de bebidas alcohólicas en la vía pública y la comercialización de mercancía apócrifa alusiva a la Fórmula 1. Además, se trabajó en garantizar la movilidad en las calles de la demarcación, retirando a los franeleros que buscaban aprovechar el flujo de personas para explotar ilegalmente el espacio público.
Para minimizar las molestias a los residentes de la zona, se entregaron 400 tarjetones que les permitieron ingresar sin contratiempos a sus hogares, evitando las complicaciones generadas por el acceso restringido en las inmediaciones del evento.
La Dirección de Gobierno de Iztacalco, junto con representantes de la Fórmula 1 y marcas patrocinadoras —incluida Ferrari—, supervisaron la intervención en coordinación con las autoridades de la Subsecretaría de Programas de Alcaldías.
Un incidente registrado en video y difundido en redes sociales mostró cómo, durante los recorridos de supervisión, un grupo de vendedores informales conocidos como “toreros” intentó escapar al percatarse de la presencia de las autoridades. En la persecución, uno de los individuos tropezó mientras que su compañero recogió parte de la mercancía y huyó, aunque fue finalmente alcanzado y detenido por elementos de la Policía Auxiliar de la demarcación.
La mercancía decomisada será puesta bajo resguardo durante un periodo de 10 días, tras el cual será destruida si no se comprueba su procedencia legal mediante facturas.
La venta de productos falsificados constituye un delito grave, regulado por el artículo 402 de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, que impone sanciones de hasta 10 años de prisión y multas de entre dos mil y quinientas mil unidades de medida y actualización (UMA) a quienes falsifiquen marcas con fines de lucro. Asimismo, el artículo 242 del Código Penal Federal establece penas de hasta seis años de prisión y multas de entre 300 y 3,000 UMAs para quienes comercialicen obras protegidas sin autorización, tipificando estas prácticas como violaciones al derecho de autor.
A lo largo del fin de semana, las autoridades también detuvieron a 26 revendedores de boletos, buscando proteger la experiencia de los asistentes y evitar abusos en el costo de acceso. En cuanto a la atención médica, la Cruz Roja Mexicana, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y la Secretaría de Salud capitalina proporcionaron 951 asistencias a los asistentes, atendiendo desde emergencias menores hasta incidentes más complejos, demostrando la preparación de los equipos de rescate y salud.
GP impulsa economía con derrama Millonaria y ocupación hotelera del 90%
El impacto económico del Gran Premio de la Ciudad de México fue significativo. La Secretaría de Desarrollo Económico y la Secretaría de Turismo informaron que el evento propició una ocupación hotelera del 90%, cifra que reafirma la importancia de la Fórmula 1 para el sector turístico de la capital. Además, se estima una derrama económica de más de 17 mil millones de pesos, un beneficio considerable para la economía de la ciudad.
Según la alcaldía, el operativo fue un esfuerzo integral que no solo buscó resguardar la seguridad de los espectadores, sino también proteger el comercio formal y el orden público, destacando la colaboración entre la alcaldía Iztacalco, el Gobierno de la Ciudad de México y diversas entidades.
Con estas medidas, las autoridades lograron controlar el flujo de personas en el área, combatir la ilegalidad y garantizar un evento seguro, reafirmando la relevancia de la Fórmula 1 como una plataforma de desarrollo turístico y económico para la ciudad.