En el Zócalo capitalino, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, encabezó el arranque del programa “Desde la Cuna”, un proyecto que busca garantizar derechos fundamentales a niñas y niños de cero a tres años de edad, colocando a la primera infancia en el centro de las políticas públicas.
Durante el evento, destacó que este programa marca el inicio del “segundo piso de los programas de Bienestar Social” en la ciudad, con un enfoque innovador y universal. “Hoy le pondremos atención a la primera infancia. Por el bien de todos, primero las niñas y los niños”, afirmó.
Apoyo integral para niñas y niños
El programa contempla un apoyo económico mensual para cada menor, sin importar su situación familiar, equiparable al monto de “Mi Beca para Empezar”. Además, incluye medidas de cuidado y seguimiento, como la realización de tamices metabólicos y auditivos, así como acceso gratuito a los 300 nuevos Centros de Cuidado y Desarrollo Infantil que se construirán a lo largo de la ciudad.
“Es una oportunidad irrepetible para garantizar su salud, educación y acceso a la cultura en los primeros mil días de vida, una etapa fundamental para su desarrollo”, subrayó.
Hacia un sistema público de cuidados
La mandataria también enfatizó la importancia de redistribuir las tareas de cuidado, históricamente asumidas por las mujeres, mediante la creación del Sistema Público de Cuidados. Este sistema incluirá infraestructura como centros de cuidado infantil, casas de día para adultos mayores, y lavanderías públicas gratuitas, con el objetivo de liberar tiempo para que las mujeres puedan estudiar, trabajar o dedicarse a otras actividades.
“Queremos que cada niña y niño que nazca en esta ciudad tenga garantizado su lugar en un espacio de cuidado con amor y respeto. Así transformaremos la ciudad para hacer justicia a las mujeres”, declaró.
Justicia para las infancias y las mujeres
Araceli Damián González, secretaria de Bienestar e Igualdad Social, destacó que “Desde la Cuna” es un acto de triple justicia: para la infancia, al colocarla como prioridad en la política social; para las mujeres, reconociendo su labor en el cuidado; y para las familias más vulnerables, al combatir la pobreza y desigualdad.
“El programa no solo es una transferencia monetaria, sino una intervención integral que involucra a distintas secretarías, promoviendo prácticas de crianza y fortaleciendo el desarrollo infantil”, señaló Damián.
El representante de UNICEF en México, Fernando Carrera Castro, calificó el programa como un modelo ejemplar a nivel internacional, subrayando su potencial para transformar las condiciones de la primera infancia en la capital.