Fue absuelto Diego “N” exalumno del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que alteró fotografías de sus compañeras para hacerlas parecer desnudas y venderlas en la red social Telegram, dado que el juez determinó que el joven no cometió el delito.
La evidencia de las miles de fotografías que el hombre aparentemente difundió, comercializó y almacenó en su dispositivo no resultaron contundentes para señalarlo como un agresor; sin embargo, Diego “N” continuará en prisión preventiva, ya que tiene una carpeta de investigación abierta por el delito de pornografía infantil. Además, las víctimas tienen derecho de apelar la decisión y una vez más buscar justicia.
Por igual, el próximo ocho de diciembre se celebrará una audiencia de vinculación a proceso por otras cictimas cuyas fotografías alteró.
El juez dijo que Diego “N” no modificó las imágenes
A las 22:00 horas y tras ocho horas de audiencia, la abogada de las alumnas, Valeria Martínez, subió al templete y con la voz cortada, dio el anuncio con tristeza.
“Lamentablemente el juez no dictó un fallo condenatorio, si bien se acreditó el delito y las víctimas lo resintieron, elementos suficientes, el juez considera que Diego no lo cometio y que todos los elementos que se aportaron, no hay elementos suficientes. La compañera que hoy enfrentó su audiencia le dijo que qué prueba se necesita porque es muy complicado que se pueda determinar un testigo esté ahí cuando Diego esta elaborando la foto”.
“El juez le dijo que no había forma y que ni había elementos suficientes para acreditar la responsabilidad, estamos muy triste pero no hay que olvidar que esto no termina aquí. Desconfianza total en los tribunales locales".
Las colectivas se abrazaron, estaban enojadas, casi no se escuchaban comentarios, solo era posible observar rostros sorprendidos, nadie sabía qué decir. Las ocho alummas agredidas llegaron, con el rostro cubierto para ocultar su identidad; solo se abrazaron, sus papás cubrían con cobijas la vista hacia ellas, solo se escuchaban murmullos.
Una de las integrantes de las colectivas se enfureció porque cámaras estaban en el sitio, fue la manera de solventar su coraje a causa de la determinación del juez.
Indignada, una de las dirigentes de la manifestación criticó que el Poder Judicial difunda las acciones por los 16 Días de Activismo, pero les ha fallado a todas las mujeres que han sido agredidas en el ámbito digital.
“Esta sentencia absolutoria no es justicia, es complicidad, es la vía de presentación del pacto patriarcal; ellas solo eran alumnas que querían vivir su vida universitaria, pero Diego N tomó sus imágenes y las convirtió en armas para explotarlas sexualmente y no lo hizo solo, hubo quienes pagaron, compartieron y celebraron su violencia”, gritó mientras lloraba.
“Este fallo es un grito al mundo de este juez que la violencia digital le importa nada y que nuestra vida y dignidad es un precio aceptable para proteger a los agresores.
Inició el juicio
A las 16:20 horas comenzó la audiencia al exterior de los juzgados del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, la abogada de las víctimas, Valeria Martínez, comentó que en este juicio final, el juez emitiría una sentencia condenatoria, de la cuál solicitan 12 años de cárcel, la pena máxima por el delito de violación a la intimidad.
A las 16:20 horas comenzó la audiencia de Diego “N”, exalumno del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que alteró fotografías de sus compañeras para hacerlas parecer desnudas y venderlas en la red social Telegram.
Aún existen seis víctimas más que solicitarán vincularlo a proceso, ya que esta resolución solamente fue por dos de las alumnas.
La sentencia hubiera sido la primera en Latinoamérica por una agresión en la que se utiliza la Inteligencia Artificial; hacia ello, Martínez subrayó que en caso de que les resultara favorable, marcaría un precedente en la manera de investigar este delito. El juez valorará si sentencia 12 años por cada una de las víctimas; esperamos que considere el contexto en el que se dio esta violencia, juzgar con perspectiva de género, realmente aplicar los criterios internacionales para hacer esta valoración jurídica".
Aunque los defensores de los “presos inocentes” eran un grupo grande, uniformado de azul y que amenazaba con grabar a todo aquel que se acercara a su grupo amurallado, las “violetas” que querían proteger a las alumnas reunieron más personas y sus gritos eran tan altos que nada era capaz de callarlas.
De manera rápida instalaron carpas, un templete, que adornaron con carteles en contra de las agresiones mediante las redes sociales, pero sobretodo le exigían al IPN que investigara el historial de todos años agresores que aún permanecen en la institución y a pesar de las denuncias, se ha “abandonado” a las víctimas.
Además, en el sitio se exhibieron varias notas periodísticas que han documentado el caso, a manera de que los transeúntes se enteraran que el caso es serio y el seguimiento y ha logrado repercusión a nivel nacional.
“La violencia digital es real aunque seas creada con Inteligencia Artificial”, “juez Francisco Salazar, la historia recuerda y no perdona” y “juez deje su machismo y haga justicia a las mujeres”, se leía en los carteles del templete.
La “ola” violeta bloqueó la calle; el humo púrpura llenó el ambiente del color que las mujeres han tomado para exigir sus derechos; era imposible ver a lo lejos, lo único que brillaba era el violeta.
El colectivo de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), donde estudiaba Diego “N”, para que sus compañeras agredidas sintieran acompañamiento de su casa de estudios. Con una gran cartulina que plasmada los logotipos de la escuela, las mujeres gritaron: “Diego N libre NO. América Latina será toda feminista”.
En ese momento, una de las líderes del colectivo feministas tomó el micrófono y emocionada, dijo frente a la abogada de las víctimas y todos los asistentes:
“La violencia digital existe y es real; en el Politécnico no se tolerará la violencia contra las mujeres, esta mucha es suya y estamos marcando un precedente para las escuelas, México y el mundo, que se escuche el huelum”, anunció.
En unísono, le respondieron el lema del IPN, mientras de algunas salieron lágrimas por la emoción, aunque sin detenerse, con un puño hacia arriba y en la otra mano su pañoleta morada, hacían más fuerte la protesta.
“Gracias a nuestras universidades hermanas, la UNAM, UAM y a todas las demás que se han sumado a favor de esta causa de las mujeres, su respaldo nos ha fortalecido y nos ha recordado que la lucha por la justicia trasciende rivalidades y fronteras”.
Y habló a nombre de las víctimas, quienes escribieron unas líneas para los que las apoyan: “nosotras solo queríamos vivir nuestra vida universitaria, pero la violencia machista nos trajo hasta aquí. Diego N tomó nuestras fotografías, las manipuló con Inteligencia Artificial, nos desnudó y explotó sexualmente nuestra imagen. Fuimos ocho las que denunciamos, pero éramos cientos las que estábamos en esa iPad, vulnerada nuestra intimidad, eso no ha sido fácil pero hemos demostrado que la violencia digital puede y debe enfrentarse, nos aparamos en la Ley Olimpia y hoy marcamos un un precedente jurídico en su tipo”.
Las actividades en la calle continuaron, cantantes independientes y grupos musicales se presentaron para hacer más ligera la espera. A las dos de la tarde, las colectivas hicieron una valla en la puerta trasera de los juzgados y que las víctimas ingresaran; con ánimo, dejaron que la defensa y las ocho mujeres accedieran. Los ojos de las agredidas mostraban firmeza pero ánimo por encontrar justicia.
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