En menos de 24 horas finalizó la venta de fuegos artificiales en los mercados y romerías más grandes de la Ciudad de México. Tras la implementación del “Operativo Pirotecnia”, en el Mercado de Sonora, el tianguis del barrio de Tepito y en las calles del Centro Histórico no es posible encontrar artefactos explosivos, inclusive, los locatarios a los que se les cuestiona si es posible encontrar “cuetes” en la zona, se expresan con actitud indiferente o de rechazo hacia ese tipo de comercio.
Lo que en años anteriores eran calles repletas de pirotecnia y grandes palos y bombas que estallaban, ahora solo existen puestos que comercializan juguetes, la mayoría tradicionales como muñecas y juegos de mesa, poca mercancía es de origen extranjero o de marcas internacionales como la que venden en las tiendas departamentales.
Únicamente un pequeño local de aproximadamente un metro de longitud exhibe pequeñas varas de bengala que emiten chispas inofensivas, aunque ninguna persona las compra.
“¿Dónde se pueden encontrar cuetes?” — se le pregunta a un locatario —. Con extrañeza responde: “aquí ya no vas a encontrar, es muy difícil, nadie se quiere arriesgar”.
“¿Arriesgar a qué?” — se le pregunta. “A que nos multen, andan con todo (las autoridades)”.
La situación de cero pirotecnia es la misma en las calles Nicolás, Rosario, Cabañas, Juan Camarzin y dentro del mercado, los artefactos explosivos y la pólvora dejaron de existir. En los locales establecidos las contestaciones a los cuestionamientos por fuegos artificiales es tajante, la mayoría de los vendedores no dan información de la venta de ese producto, su actitud amable de atender a la clientela desaparece cuando se les pregunta si saben en qué puesto de pueden hallar chifladores, luces, ratones, ollitas o plomas.
Nadie pregunta por la venta de pirotecnia, como si no existiera, solamente están interesados en los juguetes y en los artículos de decoración para las fiestas de año nuevo; en las calles más alejadas del mercado, donde los puestos menos afortunados obtuvieron un lugar, tampoco se puede encontrar ni un gramo de pólvora, lo único que expulsa humo en el lugar son los inciensos de los artículos esotéricos que se comercializan en las inmediaciones.
Al mismo tiempo, policías recorren las calles, se asoman hasta a las vecindades donde se guarda la mercancía, en cada calle permanecen hasta tres uniformados que si bien, conversan con los comerciantes, no quitan sus miradas de las cajas y de los bultos sellados con cinta adhesiva. Aunque otros productos que fueron prohibidos mediante legislaciones y presiones, que su desacato amerita severas sanciones como los animales vivos y el alcohol en vía pública continúan ofreciéndose en el lugar, la distribución de pirotecnia terminó al primer llamado de atención de las autoridades.
En la rotación de inspección no dejan de observar a ningún puesto, en el puente que cruza la avenida Fray Servando también hay presencia policial en busca de pirotecnia. Por igual, en la estación del Metro Merced es rigurosa la revisión de mochilas grandes y bultos, a las mujeres policías ningún usuario con pasa desaparecido o se escapa de una inspección, inclusive, las personas que fingen no escuchar la indicación “puede abrir su bolsa por favor” y bajaron al andén, son alcanzados para ser revisados.
En Tepito y en el Centro Histórico el escenario es el mismo, la actitud indiferente de los comerciantes cuando se les cuestiona por cuetes y la manera tajante en la que responden por la venta de ese producto. De igual manera, la venta de alcohol en vía pública y otra mercancía ilegal sigue vendiéndose sin limitaciones, pero afirman que la pirotecnia “ya no se verá por aquí nunca más”.
Con la finalidad de inhibir la venta, distribución, almacenamiento y uso de fuegos artificiales y material explosivo, oficiales de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, realizan el Operativo “Cero Pirotecnia”, en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, en el que han decomisado alrededor de una tonelada de estos productos.
Desde el pasado 16 de diciembre a la fecha, se han implementado diversas acciones de prevención, como parte de este operativo, en las estaciones correspondientes de las Líneas 1, 2, 3 y 8 del Metro, lo que permitió decomisar un poco más de mil kilogramos de distintos fuegos artificiales.
En la estación Merced, ubicada en la avenida Anillo de Circunvalación, la Plaza Carrizal y al interior del mercado, en la colonia Merced Balbuena, de la alcaldía Venustiano Carranza, se decomisaron un aproximado de 843 kilogramos de pirotecnia.
El Operativo “Cero Pirotecnia” también contribuye a disminuir la transportación de pirotecnia en dicho medio de transporte público, por lo que los uniformados de la PBI han establecido puntos de revisión en estaciones como Merced, Candelaria, Pino Suárez, Zócalo, Allende y Bellas Artes.