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Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, encabezó la firma de un convenio metropolitano junto con las gobernadoras del Estado de México y Morelos, Delfina Gómez y Margarita González, para la defensa del Bosque de Agua.
Acompañada por Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente a nivel federal; Mariana Boy, procuradora federal de Protección al Ambiente, Brugada destacó el carácter histórico de este acuerdo.
“Hoy tenemos a un conjunto de mujeres que seremos parte de un gran instrumento para arrancar una de las tareas históricas más importantes de la región: la defensa del Bosque de Agua. Este convenio es un paso fundamental para garantizar los cambios necesarios y preservar este recurso vital,” expresó Brugada ante un público conformado por representantes comunitarios, secretarias, alcaldesas, activistas y autoridades militares.
Durante su discurso, la mandataria recordó que esta no es la primera vez que las tres gobernadoras se reúnen con el objetivo de proteger el Bosque de Agua.
La primera ocasión ocurrió en medio del propio bosque, en un encuentro convocado por la Secretaría de la Defensa Nacional para coordinar compromisos orientados a detener la tala ilegal. En este segundo encuentro, Brugada subrayó la importancia de reforzar las acciones emprendidas y consolidar una estrategia integral de protección.
El Bosque de Agua: sustento ambiental e hídrico de la región
El Bosque de Agua, que atraviesa los estados de Morelos, México y la Ciudad de México, desempeña un papel fundamental en la recarga de los mantos acuíferos y la provisión de servicios ambientales. Según Brugada, el 60% del territorio de la Ciudad de México es suelo de conservación, y la mitad de esta área corresponde a bosques que permiten la infiltración del 70% del agua que abastece a la capital.
“La Ciudad de México no vive únicamente del agua que proviene del sistema Cutzamala o del río Lerma. La mayor parte de su agua proviene del subsuelo, que se recarga gracias a este bosque,” explicó Brugada. “Hablar de vida, de sustentabilidad y del futuro de la ciudad es hablar del Bosque de Agua.”
Además de su papel hídrico, este ecosistema proporciona otros servicios ambientales esenciales, como la captura de CO2, la moderación del clima, la estabilización de los suelos y el mantenimiento de la biodiversidad. No obstante, enfrenta múltiples amenazas, entre ellas la tala clandestina, los cambios de uso de suelo y la extracción de tierra.
Un compromiso integral con las comunidades
El convenio firmado tiene como objetivo principal erradicar la tala ilegal y los cambios de uso de suelo en el Bosque de Agua. Sin embargo, Brugada destacó que las acciones de vigilancia y seguridad no serán suficientes si no se trabaja de manera integral con las comunidades locales.
“Solo de la mano de las comunidades podremos sacar adelante esta gran tarea. Ellos son quienes mejor conocen el territorio y quienes pueden vigilar y proteger el bosque,” señaló. Además, reconoció que muchas comunidades viven de actividades como la tala de árboles, lo que implica un desafío adicional: ofrecer alternativas económicas y sociales sostenibles que garanticen su bienestar.
En este sentido, Brugada planteó la necesidad de operativos sociales y económicos que complementen las acciones de seguridad. “No podemos verlo solo como una estrategia de vigilancia; necesitamos construir una visión integral que implique actividades que den servicios ambientales y bienestar social a las comunidades,” afirmó.
Acciones y resultados esperados
El convenio también contempla la coordinación entre los gobiernos locales y federales para implementar acciones concretas, como la clausura de terrenos forestales utilizados para la extracción ilegal de materiales pétreos, la colocación de filtros carreteros y la realización de recorridos de vigilancia para inhibir ilícitos. Estas medidas, ya aplicadas en la Ciudad de México, se ampliarán a nivel metropolitano.
Brugada enfatizó que, aunque estas estrategias ya han mostrado avances, es crucial intensificarlas. “Hoy marcamos el inicio de una nueva etapa de trabajo coordinado que no solo incluirá operativos, sino también una planeación conjunta para evaluar los resultados periódicamente y garantizar que los objetivos se cumplan,” subrayó.
Por su parte, Alicia Bárcena reiteró que la preservación del Bosque de Agua es una prioridad para el Gobierno Federal, destacando la necesidad de mantener la cooperación interinstitucional y la participación ciudadana. Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, coincidió en la importancia de abordar las problemáticas de tala ilegal y cambio de uso de suelo con un enfoque preventivo y participativo. Margarita González, gobernadora de Morelos, añadió que la protección de este ecosistema requiere un esfuerzo colectivo y permanente, destacando los beneficios que representa no solo para la región, sino para el país en su conjunto.
El liderazgo femenino como símbolo de unión ambiental
Uno de los aspectos más destacados del evento fue la presencia de mujeres en posiciones clave liderando este esfuerzo metropolitano. “Hoy firmamos un convenio liderado por mujeres, en defensa del agua, de la naturaleza y con una visión metropolitana que no reconoce límites territoriales,” declaró Brugada.
El simbolismo de esta unión entre liderazgos femeninos también fue reconocido por las comunidades presentes, quienes señalaron que este enfoque de trabajo colaborativo podría marcar un cambio significativo en la gestión de los recursos naturales.
Un futuro compartido
El Bosque de Agua enfrenta un panorama complejo. Según las autoridades, se han detectado redes delictivas organizadas detrás de la tala ilegal y la extracción de tierra, lo que exige medidas contundentes y coordinadas. Sin embargo, Brugada destacó que este no es un tema nuevo, sino una deuda histórica que debe atenderse con urgencia.
“No solo hablamos de detener la tala y los delitos ambientales; hablamos de garantizar la sustentabilidad hídrica, la seguridad ambiental y el bienestar de millones de personas que dependen de este bosque. Es nuestra gran tarea, y no podemos fallar,” concluyó.