BúsquedaEn el marco del Foro de Consulta Los Ejidos y las Comunidades Agrarias, Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, destacó la importancia de proteger, fortalecer y revalorizar las tierras ejidales y comunales como elementos fundamentales para garantizar la sostenibilidad ambiental y social en la capital del país.
El evento, realizado en el Museo de la Ciudad de México, reunió a representantes agrarios, autoridades locales y nacionales, y líderes comunitarios. En su intervención, la jefa del Ejecutivo local subrayó que el 60% del territorio capitalino corresponde a zonas de conservación, que incluyen bosques, áreas ejidales y comunales.
“Muchas veces se piensa que la Ciudad de México es solo urbana, pero aquí tenemos una riqueza natural invaluable que debemos proteger y fortalecer porque es esencial para la viabilidad de la ciudad”, afirmó.
Durante su discurso, Brugada resaltó el papel histórico de los ejidos en la distribución de la tierra y su contribución a la producción de alimentos, agua y oxígeno. También enfatizó su relevancia en la lucha contra los efectos del cambio climático.
“El respeto y fortalecimiento del ejido en la Ciudad de México no solo es una obligación ética, sino una necesidad para salvar nuestra ciudad bajo una visión de sustentabilidad”, expresó.
En este sentido, la mandataria hizo un llamado a revertir la deuda histórica con las comunidades rurales y agrarias que, señaló, han enfrentado los estragos del neoliberalismo, el corporativismo y la discriminación. Así, destacó la reciente Constitución de la Ciudad de México, que establece la protección de las zonas rurales como parte del desarrollo sostenible de la entidad.
Conflictos y soluciones para las zonas ejidales
Clara Brugada reconoció que las comunidades ejidales enfrentan problemáticas complejas, como conflictos internos y tensiones con zonas urbanas. Sin embargo, subrayó que estos desafíos no deben ser motivo para relegar estas tierras, sino para trabajar en la construcción de mesas comunitarias que permitan resolver problemas y garantizar derechos.
“No puede haber una ciudad de primera y otra de segunda. Todas las personas, en cualquier rincón de esta ciudad, deben gozar de derechos básicos, incluyendo agua, educación y justicia social”, afirmó.
El foro también sirvió como espacio para reflexionar sobre la relación entre lo rural y lo urbano. Brugada insistió en que la ciudad tiene una deuda con lo rural.
“La Ciudad de México depende de las zonas de conservación, de sus ejidos y bosques, para contar con agua y oxígeno. Es hora de revalorar esta riqueza natural y trabajar de la mano con quienes son propietarios y protectores de la tierra”.
Compromiso ambiental y social
En su mensaje final, la jefa de Gobierno refrendó su compromiso con la creación de estrategias que impulsen la justicia social en las comunidades ejidales y agrarias.
También destacó la labor de la presidenta Claudia Sheinbaum en la defensa del valor ambiental de los suelos de conservación y aseguró que ambas trabajarán juntas para fortalecer este modelo de tenencia de tierra.
“En la Ciudad de México, las zonas ejidales y comunales no solo coexisten con la industria y la urbanización, sino que son fundamentales para el equilibrio ambiental. Protegerlas es proteger la vida de la ciudad misma”, concluyó.