Este mes, la Ciudad de México conmemora 125 años desde la entrada en operación del primer tranvía eléctrico, conocido como “Cerito”, que marcó el inicio de una relación de la capital con la electromovilidad. En 1900, este transporte unió al Zócalo capitalino, en la alcaldía Cuauhtémoc, con Tacubaya, en Miguel Hidalgo, transformando la movilidad urbana de la época.
Desde entonces, la capital ha apostado por transportes eléctricos que mejoren la calidad de vida de sus habitantes. Hoy, la apuesta por la electromovilidad se fortalece con proyectos que buscan consolidar el segundo piso de la cuarta transformación en materia de movilidad sustentable.
Entre los planes se encuentra la construcción de tres nuevas Líneas de Cablebús en Tlalpan, Álvaro Obregón y Milpa Alta, así como la adquisición de nuevos trenes para el Tren Ligero.
Estos proyectos, impulsados por la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) y el Servicio de Transportes Eléctricos (STE), refrendan el compromiso de la capital para mantenerse como referente en transporte sustentable.
En 2024, el STE brindó servicio a más de 172 millones de personas: 99.1 millones en sus 12 Líneas de Trolebús, 44 millones en las 3 Líneas de Cablebús, y más de 29 millones en el Tren Ligero, cifras que reflejan el impacto y relevancia de este tipo de movilidad en la vida cotidiana de las y los capitalinos.
Para quienes deseen adentrarse en la historia de la electromovilidad, el STE invita a visitar el renovado Museo de Transportes Eléctricos, ubicado en Eje 7 Sur, Municipio Libre, en la alcaldía Iztapalapa.
La exposición, que celebra los avances en movilidad eléctrica a lo largo de los años, está abierta de manera gratuita de lunes a viernes, de 10:00 a 17:00 horas, y los domingos de 10:00 a 14:00 horas.