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En un evento realizado en San Miguel Xicalco, Tlalpan, el Gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) anunciaron la publicación del Decreto que declara a la capital como territorio libre de maíz genéticamente modificado.
Este logro, enmarcado en el evento “Capital De La Transformación, Capital Del Maíz, por una ciudad que protege y consume su maíz nativo”, será a fin de impulsar la protección del patrimonio biocultural y un cumplimiento clave de la Constitución Política de la Ciudad de México.
Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, destacó que este decreto posiciona a la capital como un espacio donde el maíz se cultiva, conserva y consume sin organismos transgénicos.
“Tenemos tierras fértiles y procesos modernos de producción. La defensa del maíz es la defensa del país, de la soberanía nacional y de la identidad de nuestro pueblo”, declaró.
Por su parte, Julia Álvarez Icaza, titular de SEDEMA, enfatizó la importancia del suelo de conservación, señalando que este provee el 70% del agua que consume la ciudad.
“El cultivo del maíz no solo nos da comida, sino también suelo permeable, agua y aire. Estamos haciendo historia al defender el maíz como símbolo de identidad y vida en la ciudad”, subrayó.
El evento incluyó actividades tradicionales como la pixca y un recorrido por el proceso de nixtamalización, así como una exposición de productos elaborados con maíz nativo. Además, Brugada anunció una estrategia integral para la conservación y fomento del maíz nativo que contempla:
- La creación de la Red Centli, que agrupará a productores bajo prácticas agroecológicas.
- El impulso del Sello Verde, certificación que garantizará la sostenibilidad de los productos de maíz.
- La apertura de una red de tortillerías de maíz nativo en las 100 UTOPÍAS de la Ciudad de México, con tortillas accesibles y de calidad.
Asimismo, se informó sobre la organización de la Feria de la Agrobiodiversidad y la celebración del Día del Maíz en el Zócalo capitalino, fortaleciendo el vínculo entre la población y el maíz nativo como parte de la identidad cultural de la ciudad.