La prohibición de las corridas de toros es un tema que se ha prolongado durante décadas; pese a que se considera una celebración tradicional, son mayoría los que repudian la fiesta brava debido a que implica “el maltrato y la muerte de un ser sintiente”, lo que es considerado arte para grupos específicos de la sociedad con elevado poder adquisitivo.
Muchos de los taurinos, tanto ganaderos como aficionados, han comentado que el toro de lida no sufre en el ruedo, que es un animal bravo por naturaleza y sobre todo criado para dicha “actividad cultural”, es por ello que buscan que se “modernice la tauromaquia”, o en su caso que se regule, con tal de evitar que se extinga la celebración taurina en la capital, lo anterior resulta “un capricho” para los defensores de los animales, quienes aseguran que la violencia no se regula, sino que se prohíbe.
El tema resurge tras el fallo del Instituto Electoral de la Ciudad de México, que notificó al Congreso local que la iniciativa ciudadana contra las corridas de toros cumplía con los requisitos para ser considerada como preferente ante el pleno y tendrá que ser discutida a finales de febrero o principios de marzo; incluso, obtuvo un porcentaje de apoyo del .35 por ciento de la Lista Nominal de Electores; un 10% superior al establecido que es de .25%.
Ante los hechos, el diputado morenista Pedro Haces Lagos, también ganadero y empresario taurino, propuso “modernizar la tauromaquia” con tal de que se preserve la fiesta brava en la Ciudad de México y se proteja la raza, que podría extinguirse si no hay corridas de toros.
“Que taurinos, antitaurinos y legisladores se sienten a construir un proyecto que no sea prohibitivo sino regulatorio, que modernicemos y actualicemos. No mas conservadurismo, purismo, ni radicalismo, eso tiene que acabar. Tenemos que adecuarnos a los tiempos modernos; abrir nuestra mente y pensar inteligentemente que, si no cedemos, nos vamos a extinguir”, comentó el legislador en entrevista con Crónica.
Al respecto, el diputado Jesús Sesma del Partido Verde Ecologista comentó que su grupo parlamentario siempre está abierto a la escucha, pero aseguró que no claudicarán y pidió que no hubiera más foros, “sé que el proceso nos mandata a hacer los parlamentos abiertos y foros, pero en los últimos 10 años no he visto ningún cambio en la argumentación de ambas posturas”, dijo a este diario.
Crueldad, admitida desde el mismo gremio
David Silveti, apodado El Rey, admitió en una entrevista radiofónica —en la que debatió con Marielena Hoyo (exdirectora del Zoológico de Chapultepec y defensora de animales)— la crueldad infligida a los animales en el ruedo.
El hombre, figura de primer nivel de la tauromaquia, aceptó públicamente que durante el ruedo se lastimaba seriamente al toro hasta la muerte.
La tauromaquia como cultura y arte
Los taurómacos coinciden en que las corridas de toros son cultura, son historia, son fiesta, son arte y derrama económica, que no tienen que ser estigmatizadas y que “a quien no le gusten, no tiene que acudir”; mientras quienes promovieron la iniciativa señalan que hay costumbres que con el tiempo se deben erradicar por la violencia que implican y consideran que es una práctica primitiva. En este caso, aseguran que para una ley que prohibió el maltrato animal a nivel constitucional, la regulación no es viable.
“Estas hablando de prohibir una actividad y práctica cultural, tradicional y mexicana, igual de mexicana que la Virgen de Guadalupe, más antigua que la Virgen. De ser prohibida sería colonizarte. No hay ni un estudio que nos diga que tiene un impacto negativo en la psique de una persona o una afectación social, sino todo lo contrario”, comentó Alejandra Arroyo, empresaria taurina, a Crónica, mientras recordaba que en España se suspenden las clases escolares para que los niños acudan a las corridas de toros.
“Se aprovecha la violencia de la embestida del toro para hacer arte; el torero utiliza su conocimiento, su oficio, para poder hacer arte con esta violencia del toro y el resultado es esta es la danza que hay”, relató.
Los activistas de Cultura sin Tortura, que promovieron la iniciativa ciudadana, comentaron que la primera vez que se hizo una corrida de toros en México fue para celebrar la caída de Tenochtitlán en 1529, “no podemos seguir con estas tradiciones sangrientas, merecemos un México progresista humanista y libre de violencia. Se han cometido las peores aberraciones a través de la historia por las tradiciones pero es momento de cambiar” dijo Ana. Mientras que su compañero secundó que el arte humaniza, promueve la empatía y forma mejores personas.
“El arte es algo totalmente contrapuesto a lo que la tauromaquia ofrece que es tortura y maltrato animal evidente en nombre de la diversión”, dijo Jonathan.
“Tengo muy claro que no debemos seguir algún tipo de tradición que conlleve la muerte o el maltrato hacia los animales. Como seres racionales que somos los seres humanos tenemos la obligación de hacer respetar los derechos de los seres vivos no humanos”, aseguró el diputado Jesús Sesma.
Marielena Hoyo afirmó a esta reportera que, en efecto, la gente va a ver a una corrida de toros distintas aplicaciones de las artes pero a costa del maltrato y la muerte de un ser sintinete, “es una crueldad matarlos divirtiéndose… el torero lo decide, el toro no, al toro lo meten, lo fuerzan y el primer instinto de un animal cuando tiene miedo es la huida”.
Evolucionar como humanidad y erradicar costumbres
“¿Tú crees que un toro defeca y se orina en la plaza porque le da pánico escénico?... Es por sufrimiento, hay alteración nerviosa y hay comprobación científica de esto; ¿Para divertirnos?, ¿para mantener una tradición? Vayamos a Bellas Artes hay unas obras musicales increíbles de opera”, comentó Sesma al detallar como el toreo termina con la vida del toro en una corrida.
“No es que diga que yo tengo la razón porque no hay nadie que tenga la verdad absoluta, pero si queremos trascender como humanidad tenemos que ir quitándonos esas costumbres aunque nos duela”, replicó Sesma.
“La crueldad no es negociable”, comenta Marielena Hoyo, quien también considera que este espectáculo es un “capricho” de los empresarios taurinos y coincide en que los asistentes acuden a las corridas sólo por diversión.
Arturo Altamirano, compositor de canciones para niños, considera que las corridas de toros son de doble moral, pues no se puede enseñar a los niños a cuidar el medio ambiente, a respetar a los animales y al planeta tierra y permitir que vivan en medio de una sociedad que permite este tipo de maltrato animal.
Oportunidad de progreso para la CDMX, está prohibido prohibir
Ambos diputados entrevistados celebraron que la propuesta provenga de una iniciativa ciudadana, pues la capital es una ciudad de derechos y de vanguardia; desde sus respectivos puntos de vista la Ciudad de México avanzará sea que se frene la tauromaquia o se llegue a un acuerdo para regularla.
El diputado Pedro Haces Lago puntualizó en que se debe pensar en conjunto, todas las posturas distintas, en cómo actualizar las fiesta de los toros, no en prohibir, sino en regular, “las y los legisladores tienen que ser congruentes y consientes de lo que conlleva una prohibición”.
“Los antitaurinos nunca vana dejar de luchar por la prohibición y los taurinos no van a dejar de luchar por la preservación, si quitamos a un lado esas luchas, nos damos la mano, y nos sentamos a construir un proyecto en conjunto, saldremos avante y representaremos dignamente a esta ciudad de vanguardia”.
Sesma consideró que la capital tiene oportunidad de seguir siendo progresiva, escuchando a las voces de la ciudadanía, “creo que sería un gran ejemplo poder frenar la tauromaquia en Ciudad de México”.
Recordó que la presidenta de México, Claudoa Sheinbaum, y la jefa de Gobierno, Clara Brugada, son mujeres ambientalistas y protectoras de animales, “hoy ya tenemos una Constitución en la que se dota la denominación como seres sintientes a los animales”.
La empresaria taurina también destacó que la mejor vía es la regulación “no puede ser la prohibición y menos una prohibición que no considera lo que quiere proteger, que es el toro”, refiriéndose a que la raza se podría extinguir sin corridas de toros. “Mientras existan taurinos no debe de prohibirse la fiesta de los toros, debe buscarse la regulación”.
“La violencia no se regula, la violencia se prohíbe”, comenta a esta reportera Leonardo Díaz, autor del libro ‘Fiesta de Sangre, la otra cara de la moneda’, publicado en 1997, asegura que la regulación no es opción porque “para un Gobierno progresista no puede ser viable que siga habiendo maltrato animal”.
“El hecho de qué no lo maten delante de la gente o delante del público, no significa que no lo van a matar o a maltratar, los animales sufren estrés, son conscientes y para una ley que dice prohibido el maltrato animal no es viable la regulación”, mencionó el escritor.
La bióloga Cinthya López, también en entrevista con este diario, aseguró que uno de los argumentos más frecuentes y que ha tomado más fuerza en los últimos años en este tema es el “prohibido prohibir”, a su consideración, es un argumento muy simplista, una falacia y que no tiene ningún sustento.
“Vivimos en una sociedad de derechos. Tiene que haber reglas, prohibiciones, limitaciones y restricciones para poder convivir en armonía. Estas estas previsiones y restricciones están basadas en el respeto y sobre todos los seres vivos a los seres tientes y a los seres humanos”.
El mensaje de un taurino a su comunidad
Pedro Haces Lagos destacó que actualmente la gente ya no digiere muchas cosas y es necesario una actualización antes de su extinción, “si puedo aportar para mejorar el entorno y este tipo de festejos culturales e históricos, lo haré con mucho gusto.
“Tenemos que empezar los taurinos por nuestra casa, dejar a un lado purismos y conservadurismos, abrir nuestra mente y pensar inteligentemente que si no cedemos nos vamos a extinguir. Evidentemente sería muy distinto, seguramente habría una afectación, pero estamos al borde de la extinción, sí sabría distinto, sería otro método y otro tipo de espectáculo pero, si es lo que debemos de hacer para preservarla creo que las y los taurinos tendríamos que estar dispuestos”.
En la segunda entrega se abordarán temas sobre el futuro de la raza y el impacto económico que genera el sector.