
Juan Zavala, padre de la menor Fátima, quien cayó del primer piso de la Secundaria 236, acusó que la titular de la Fiscalía capitalina, Bertha Alcalde, ha omitido las investigaciones para imputar a los agresores de la menor, así como la constante revictimización de la funcionaria al emitir declaraciones contundentes, con afirmaciones de los hechos sin que las indagatorias hayan concluido.
El papá afirmó que en la carpeta de investigación se mencionan los nombres de Nahomi “N” y de otros dos presuntos agresores, quienes, dadas sus amenazas y presiones por lastimar a Fátima y a su familia, provocaron que la menor se lastimara; sin que la Fiscalía haya entrevustado a los señalados.
“La Fiscalía ha minimizado los hechos, la Secretaría de Educación Pública ignoró nuestras denuncias previas, su negligencia ha sido un golpe adicional a nuestro dolor. Hago un llamado a Bertha Alcalde, que haga una investigación exhaustiva a imparcial, con todas las líneas de investigación, incluyendo el acoso escolar y las amenazas y llevar a los responsables ante la justicia”.
“Se ha dedicado (la Fiscalía) a proteger la imagen de la institución y a minimizar los hechos, han mostrado falta de sensibilidad, sus declaraciones públicas han sido revictimizantes, como si mi hija fuera la culpable de lo que le sucedió”.
Sin embargo, de manera simultánea, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) emitió un comunicado en el que no descarta la posibilidad de que exista un delito o conducta que perseguir, ya sea directa o indirectamente relacionada con la caída o por sucesos previos que podrían haberla propiciado.
Aunque el pasado dos de marzo, su titular, Bertha Alcalde, aseguró que no había nadie acompañándola después de la caída y que todo indica que Fátima se arrojó; pero en ese momento no precisó que el accidente se haya tratado de acoso escolar.
En respuesta al ajuste de declaraciones de la FGJCDMX, Juan respondió: “le he pedido a la Fiscalía un asesor jurídico y se ha deslindado de eso. La Fiscalía tuvo que haber entrevistado (a los presuntos agresores)”.
Específicamente, el padre detalló que Fátima, en su declaración, mencionó que Nahomi y los otros acosadores le dijeron que si no se aventaba, la asesinarían junto a su familia y a su perico.
Lo dicho por la víctima no ameritó que la escuela suspendiera o expulsara a los presuntos bullys.
Asimismo, Juan Zavala exhibió un dictamen médico de tamizaje de la clínica del Hospital Materno Infantil Inguarán en el que Fátima acusó que en la escuela le han causado daño físico como pellizcos, jaloneos, empujones, golpes o mordidas; además, que controlan su tiempo dinero, actividades, forma de ser, apariencia o su relación con otras personas por celos.

Por igual, en el análisis, la menor dijo que se le ha provocado que viva con tristeza, miedo y desconfianza por amenazas; documentación que la Fiscalía no ha integrado a la carpeta de investigación.
El hombre también evidenció que el director de la Secundaria 236 se ha negado a establecer una reunión con la familia de la víctima.
A pesar de que la familia de Fátima denunció, previo al accidente, ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) que la joven era objeto de bullying, se estableció que el pasado 13 de diciembre se realizaría una reunión con entre las autoridades académicas, agresores, víctima y sus familiares, encuentro que los directivos omitieron.