Metrópoli

Explicaron que los ladrones caminan por el puente peatonal que cruza la Avenida Insurgentes Norte y las vías del Tren Suburbano, y se pierden por las calles Crisantema, avanzan por Pino y se pierden en Nopal, zona de alto riesgo donde destacan, nadie puede entrar, ya que está tomada por los grupos delictivos

Denuncian que indigentes roban autopartes en Tlatelolco y las llevan a Atlampa, a pesar de múltiples cámaras

Autos Estacionamiento en Tlatelolco donde se denunció el robo de autopartes (Jorge Aguilar)

Vecinos denuncian que personas en situación de calle encontraron en los estacionamientos de la Unidad Habitacional Tlatelolco un espacio para apropiarse de autopartes y la mayoría las resguardan en la colonia Atlampa, un lugar donde pocos entran por los grupos delictivos que se asientan en el cuadrante.

A pesar de haber ubicado dos rutas de la delincuencia que cuentan con el mayor número de cámaras de seguridad públicas y privadas, manifiestan que estos dispositivos, que tendrían que colaborar con la seguridad ciudadana, solamente funcionan para aparentar vigilancia, lo cual, a los ladrones les dejó de importar.

Como lo reportó Crónica anteriormente, los vecinos han identificado la ruta de la delincuencia entre vialidades primarias y secundarias que los criminales utilizan para escapar. Hacia las personas en situación de calle, exponen que ellos mantienen otro camino para ocultarse, en este caso, hacia la colonia Atlampa, una de las que registra mayor incidencia y percepción delictiva en la alcaldía Cuauhtémoc.

Los habitantes han identificado que el estacionamiento de la avenida Ricardo Flores Magón — cubierto con cámaras de seguridad — es el lugar preferido de los criminales para robar, el problema, señalan, es que se escapan por el callejón del puente Nonoalco, el cual cuenta con un tótem del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5), pero cuya visibilidad es nula por los árboles sin podar que lo cubren.

Abundaron que los ladrones caminan por el puente peatonal que cruza la Avenida Insurgentes Norte y las vías del Tren Suburbano, zona que no tiene policías para vigilar y alberga a más personas en situación de calle, y se pierden por las calles Crisantema, avanzan por Pino y se pierden en Nopal, zona de alto riesgo donde destacan, nadie puede entrar, pues está tomada por los grupos delictivos que se asientan en la colonia.

La zona de Nonoalco, donde de acuerdo con los habitantes y el número de denuncias, es el sitio de la Unidad donde ocurren más delitos, está sólo 200 metros de la Base Corso de la Policía Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), sin embargo, según cifras de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), en 2024 se registraron únicamente 14 denuncias por este delito en ese cuadrante, cifra que según vecinos, no crece por la incapacidad de las autoridades por perseguir a los responsables.

“No denunciamos porque las investigaciones no avanzan ¿Cómo van a agarrar a los que se roban las llantas y los espejos? Si los módulos de policía están abandonados y se los dieron a los indigentes para que durmieran ahí. La policía está dividida, les dices a los de la base que está casi aquí al lado y no vienen, según ellos no les toca y los policías que deberían de cuidarnos, siempre están en Atlampa y en Manuel González”, dijo a Crónica una de las habitantes.

Los estacionamientos están rodeados por al menos 20 cámaras de videovigilancia privadas y públicas, que presuntamente no captaron a los responsables, pues no hay detenidos por los robos.

En sus reclamos aseguran que a partir del hallazgo de los restos de Gilda, a un lado de la escuela primaria José Antonio Torres, incrementó levemente la presencia policial en los pasillos de la Unidad, específicamente en el edificio Pípila e ISSSTE, aunque conforme pasaron los días, esto disminuyó y la vigilancia se volvió itinerante.

Los vecinos exigen a las autoridades centrales, con mando único en seguridad, que se destine a la Unidad Habitacional como un sólo sector policial, dado que los únicos elementos que revisan constantemente las calles son “Blindar Cuauhtémoc”, no obstante, señalan, no es suficiente cuando no tienen facultades de investigación, únicamente policía preventiva y de proximidad.

En 2024, el delito de robo a transeúnte en Nonoalco reportó 38 denuncias, 70 por ciento más que tres años atrás. Hacia ello, los vecinos subrayan que las personas en situación de calle han “combinado” el modus operandi para delinquir y aprovechan los espacios públicos abandonados para que ninguna autoridad los ubique.

Autos Estacionamiento en Tlatelolco donde se denunció el robo de autopartes (Jorge Aguilar)

“Todos sabemos quiénes son, nuestras cámaras los han captado, pero nunca los van a agarrar porque los nombran como personas en situación vulnerable. Eso no nos ayuda, menos nos importa, porque lo que nos roban nadie nos lo va a devolver y como víctimas de esos delitos, a nosotros no nos llaman vulnerables”, dijo un vecino.

A pesar de las múltiples quejas, el Gobierno capitalino no ha elaborado una estrategia para la atención a población en sutuación de calle en Tlatelolco; únicamente la alcaldía Cuauhtémoc llevó a cabo una brigada de apoyo a personas en situación prioritaria, recorriendo 10 puntos estratégicos en la unidad habitacional, con asistencia social, orientación sobre albergues y opciones de reintegración socioeconómica, sin embargo, denuncian vecinos, al no ser permanente, las acciones benefician poco.

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