
En México, el uso de las líneas telefónicas de emergencia para realizar llamadas de broma representa el 57 por ciento de las marcaciones a los servicios de auxilio, sumado a la acción en más de cuatro mil veces al día de los botones de pánico en la capital, lo que representa un grave riesgo en el desvío de tiempo para emergencias reales, donde los operadores gastan hasta tres segundos en cada toque en falso, lo que en el acumulado, equivale hasta 120 días de atención continua.
Para Salvador Guerrero Chiprés, el titular del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), el Día de las Bromas, conmemorado el uno de abril, colabora a la problemática generada por las personas que ven un modo de diversión al solicitar ambulancias o patrullas en emergencias falsas. A pesar de que México se encuentra en niveles medios del mal uso del teléfono 911 y otros medios digitales y de reacción inmediata para reportar un ilícito, a comparación de otros países de África y Asia donde el 80 por ciento de los llamados a las líneas telefónicas de emergencia son de situaciones irreales, en México el mal uso de ese servicio equivale al 57 por ciento del total de las marcaciones, mientras que en Madrid, España, las solicitudes telefónicas no procedentes es del 18 al 20 por ciento.
”En el 911, estas llamadas representan el 28.7 por ciento del total; en los botones de auxilio significan el 16.1. En el 95 por ciento de los casos en los que se hace mal uso de las líneas o botones, los usuarios no respondieron, colgaron la llamada o simplemente pasaron y tocaron el botón. En términos generales, se hace mal uso del servicio en tres de cada diez llamadas, donde en el 95 por ciento de los casos el usuario cuelga, seguido de niños jugando, bromas o insultos”, dijo en entrevista con Crónica, Salvador Guerrero Chiprés.
Declaró que las alcaldías con mayores registros de reportes en falso o no procedentes son Milpa Alta, Iztacalco, Tlalpan, Coyoacán y Benito Juárez.
Cada día, en promedio, la línea de emergencias 9-1-1 recibe 20 llamadas fingidas. En víspera del Día Internacional de las Bromas, desde 2024 se han registrado nueve mil 130 marcaciones que implican el mal uso de la herramienta.

Agregó que este inconveniente existe en todos los países del mundo que cuentan con servicios de emergencia telefónica, como el caso de Perú, el cual, 70 por ciento de las llamadas son fingidas; en Argentina son el 40 por ciento y 72 en Portugal.
“Hacer llamadas de broma compromete la calidad de la atención a las personas que están en una urgencia y que hacen un llamado o quieren realizarlo. Aunque nosotros no estamos dedicados a la persecución del delito, ni damos nuestro tiempo a hacer pagar por el Código Penal en el Artículo 211 a quienes usan falsamente las líneas de emergencia, hacemos un llamado a que entre todos construyamos cultura cívica que implique el uso responsable de las capacidades institucionales y su requerimiento apropiado, oportuno y en el contexto de emergencia”.
El artículo 211 bis del Código Penal Federal mexicano se refiere a los delitos de acceso ilícito a sistemas y equipos de informática y se aplica a quien modifique, destruya o provoque pérdida de información en sistemas o equipos de informática protegidos. Como consecuencia, la pena es de seis meses a dos años de prisión y de cien a trescientos días multa.
“Durante años hemos naturalizado la aceptabilidad de las bromas en relación a las instituciones y eso inadecuado, porque estamos en una nueva época en la que hay disminución de incidencia delictiva y de percepción de inseguridad y tiene que haber la utilización responsable de las instituciones de seguridad”, añadió el director del C5.
Hacia la posible intervención de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) o de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) para perseguir este delito e identificar a los responsables del mal uso de las líneas, Guerrero Chiprés expresó que es complicado, dado el volumen de las llamadas falsas y la carga de trabajo de las carpetas de investigación que las instituciones reciben por otros delitos.
“Al año se abren más de 18 mil carpetas de investigación (por otros ilícitos), si nosotros agregáramos una carpeta por cada llamada falsa, serían más de un millón, entonces es una responsabilidad nuestra no sobrecargar el sistema porque estaríamos duplicado el número de carpetas que ya existen por las llamadas, entonces creemos en la construcción de la comunidad, por eso hacemos visitas cívicas en escuelas, iglesias, universidades, con dirigentes del sector privado, legisladores, secretarios y responsables de seguridad de otras entidades para que contribuyamos a nivel local y nacional a la cultura del uso responsable de las líneas y herramientas de las instituciones de seguridad”, mencionó.
El titular del C5 enfatizó que en la capital, cuando los operadores reciben una llamada, no dudan en responder y atender el servicio con una ambulancia o patrulla, pues no se detienen a verificar si es falsa o verdadera; es hasta que la ayuda llega al punto solicitado, donde los paramédicos, bomberos o policías se dan cuenta que se trató de una emergencia ficticia.
“La necesidad de una ambulancia, patrulla o de los bomberos a partir de una emergencia no es contenido para una broma; las bromas no se justifican cuando se pone en riesgo la capacidad institucional de atender un caso ¿Qué pasa cuando alguien que sí requiere una ambulancia no la encuentra porque se fue a atender una broma? Es un volumen importante a nivel internacional y hay que disminuir las llamadas no procedentes”