
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, presentó la nueva estrategia integral para combatir las fugas en el drenaje profundo, que incluye la utilización de tecnología de punta, una red de cuadrillas especializadas, campañas de información ciudadana y la sustitución de redes hidráulicas deterioradas.
El plan, que forma parte de los primeros 100 días de su administración, contempla la atención de 30 mil fugas visibles y no visibles durante 2025, cifra que representa el triple de las reparadas en 2024. Además, busca alcanzar la meta de 100 mil fugas atendidas anualmente para el año 2027.
Serán atendidas más de 4 mil fugas ocultas
En el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la jefa del Ejecutivo local explicó que se ha invertido un total de 20 millones de pesos en equipos de última generación para localizar fugas no visibles.
Entre el material adquirido se encuentran 15 geófonos avanzados, cuatro correladores de hidrófonos, 100 unidades de prelocalización, cámaras robotizadas para inspección de tuberías, detectores de infraestructura oculta y trazadores de tomas.
La mandataria capitalina detalló que con este nuevo equipo se prevé reparar 4 mil 500 fugas subterráneas en el transcurso de este año, lo que representaría una recuperación de hasta 600 litros de agua por segundo, es decir, el equivalente a la producción de 10 nuevos pozos o unas 63 mil pipas de agua al año.
Esta recuperación, destacó, se logra sin perforar el subsuelo, reduciendo los costos y el impacto ambiental.
“La atención a las fugas es una prioridad para esta ciudad. Queremos garantizar la sustentabilidad hídrica en una etapa crítica de estiaje y escasez. Atender las fugas es más que una acción técnica: es una acción por la vida digna de quienes vivimos en esta ciudad”, expresó.
H2O, tecnología y brigadas: la nueva estrategia
La estrategia contempla cinco líneas de acción fundamentales: detección y reparación de fugas no visibles con equipo especializado; atención inmediata a reportes de fugas superficiales a través de cuadrillas; campañas de información para detectar fugas domiciliarias; atención a fugas administrativas relacionadas con consumos no reportados, especialmente en actividades comerciales e industriales; y la sustitución de redes hidráulicas primarias y secundarias en zonas con infraestructura obsoleta.
De acuerdo con el secretario de Gestión Integral del Agua, José Mario Esparza Hernández, este despliegue responde al mandato directo de la jefa de Gobierno y es fruto de una planeación técnica intensiva durante los primeros tres meses de la nueva administración.
“El equipo que hoy presentamos, así como las 60 cuadrillas que estarán trabajando en la ciudad, son el inicio de una transformación profunda de cómo cuidamos el agua en la Ciudad de México”, aseguró Esparza.
En cuanto a la participación ciudadana, Brugada destacó el papel de la Línea H2O, una vía directa de denuncia habilitada desde diciembre de 2024 que ha recibido 7 mil 639 reportes de fugas hasta la fecha. De estos, 3 mil 203 corresponden a avenidas cuya atención compete al gobierno central y 4 mil 436 a calles secundarias, responsabilidad de las alcaldías.
Casos pendientes por atender
Según el informe presentado por el Coordinador General del C5, Salvador Guerrero Chiprés, el gobierno de la ciudad ha atendido el 99 por ciento de las solicitudes correspondientes a su jurisdicción, es decir, 3 mil 180 fugas, mientras que las alcaldías han solucionado el 76 por ciento (3 mil 389), quedando pendientes mil 47 casos.
“La meta es atender las fugas en menos de 24 horas desde su reporte. Sabemos que hay casos complejos que requieren más tiempo, pero nuestro compromiso es actuar con la mayor celeridad”, explicó Brugada, quien anunció que cada cuadrilla tendrá como meta atender 500 fugas por año.
El subsecretario de Operación de Infraestructura Hídrica, Ricardo Alberto Munguía Alfaro, detalló que este tipo de tecnología —hasta hace poco exclusiva de países con mayor inversión en infraestructura— permitirá ubicar con exactitud las fugas en zonas profundas, reduciendo los tiempos de reparación y evitando excavaciones innecesarias.
“Contamos con cámaras robotizadas capaces de inspeccionar tuberías desde cuatro hasta 60 pulgadas, lo que nos da una cobertura casi total del sistema. Además, los detectores de materiales y tapas agilizan enormemente las intervenciones”, precisó.
Otra vertiente relevante de la estrategia es la intervención en fugas domiciliarias. Para ello, el gobierno capitalino pondrá en marcha una campaña de información con la entrega de manuales casa por casa, que ayudarán a las familias a identificar posibles fugas internas, un problema que muchas veces pasa desapercibido y genera un consumo excesivo de agua.
Asimismo, se impulsará la detección de fugas administrativas, es decir, aquellas asociadas a usos no declarados del recurso hídrico, principalmente en el sector privado. “Queremos cerrar todas las grietas, visibles e invisibles, por donde se escapa el agua de la ciudad”, subrayó la jefa de Gobierno.
En materia de infraestructura, este año se destinarán 300 millones de pesos a la sustitución de 100 kilómetros de redes hidráulicas en zonas donde las fugas recurrentes han demostrado que el problema es estructural. Esta será la inversión más alta del programa y la más costosa de todas las acciones contempladas.
“Estamos hablando de calles donde hay una fuga cada pocos metros. Allí no basta con parchar: se requiere reemplazar completamente la red. Es una inversión a largo plazo para garantizar el abasto en las próximas décadas”, puntualizó Brugada.
Finalmente, la jefa de Gobierno reiteró que esta estrategia es parte de una visión de ciudad que enfrenta con responsabilidad los desafíos del cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos.
“Queremos que cada gota cuente. La lucha contra las fugas es también una lucha por el futuro de la ciudad”, concluyó.
Al término del anuncio, los funcionarios realizaron una demostración en campo sobre el funcionamiento de los nuevos equipos para detección subterránea, con la intención de mostrar de forma práctica cómo la tecnología se pone al servicio de una gestión hídrica más eficiente en la Ciudad de México.