
El Gobierno de la Ciudad de México, a través del Fideicomiso Centro Histórico (FCH), y el Seminario Universitario de Estudios sobre Movilidad Humana y Derechos Migratorios (SUDEMHuM) de la UNAM, realizaron una serie de talleres en el Centro Cultural Manzanares 25, ubicado en el barrio de la Antigua Merced.
Durante tres sesiones, más de 35 infantes —20 mexicanos y 15 centroamericanos— participaron en siete dinámicas diseñadas por estudiantes de las Facultades de Estudios Superiores Acatlán y Aragón, integrantes del SUDEMHuM. Las actividades incluyeron juegos como la Telaraña de Estambre, que permitió a las y los niños compartir sus lugares de origen y gustos personales, así como el taller del Monstruo de Colores, enfocado en la expresión de emociones.
Otra de las actividades destacadas fue Lo Importante que Eres, que ayudó a identificar y valorar las virtudes de cada participante, fortaleciendo así los lazos comunitarios. Además, se utilizó el cuento corto Bolay, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), como herramienta para reconocer la dignidad de la infancia migrante ante contextos adversos.
La última jornada incluyó juegos tradicionales como Lotería, Frijoles y La Víbora de la Mar, en un intento por acercar a las y los niños centroamericanos a expresiones culturales mexicanas y promover la integración a su entorno.
Para la directora general del FCH, Loredana Montes López, este tipo de acciones son fundamentales para acompañar a las infancias migrantes que llegan a la capital en situación de tránsito
“Hay niñas y niños que se quedan en la ciudad de manera temporal en su camino hacia Estados Unidos. El taller de la UNAM tiene que ver con la idea de integrarlos a los contextos locales, que sepan dónde están, cuáles son las formas, las costumbres y puedan expresar de una forma más abierta los sentimientos que les pueda estar causando el no estar en su lugar de origen”.
El Centro Cultural Manzanares 25 funciona como un espacio de paz y encuentro para infancias en situación de vulnerabilidad, y forma parte de la política pública de atención a personas migrantes impulsada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Desde 2023, varias familias centroamericanas han encontrado en este espacio una alternativa gratuita de esparcimiento y cultura para sus hijos.
De hecho, entre finales de 2024 y principios de 2025, con el apoyo de escuelas locales y una asociación civil que proporcionó uniformes y útiles, se logró escolarizar a cerca de 15 niñas y niños centroamericanos, un paso más hacia su integración plena.