
En febrero del 2016 el Papa Francisco, quien hace historia por su sencillez y compartir un mensaje de amor al prójimo, llegó a Ecatepec, en el Estado de México.
Una visita memorable para los habitantes de este municipio ya que el pontífice sólo visitó el país una sola vez y acudió a lugares llenos de marginación y pobreza. En el Estado de México fue recibido por miles de personas a largo de su recorrido y ofreció una misa que reunió a más de 300 mil asistentes.

Durante su única visita a México también visitó Chiapas, Michoacán, Chihuahua y la Ciudad de México.
Fue un domingo 14 de febrero (su segundo día de actividades en México), que el exgobernador mexiquense, hoy diputado federal, Eruviel Ávila, lo recibió junto con el expresidente municipal Indalecio Ríos, quien lo nombró Visitante Distinguido de Ecatepec y le entregó las llaves de la ciudad.

A bordo del Papamóvil el Papa recorrió más de 10 kilómetros por Avenida Central y el fraccionamiento Las Américas, hasta llegar a El Caracol, un terreno de 45 hectáreas en el que se realizó la misa dominical.
Durante su paso por las calles de Ecatepec fue recibido por miles de feligreses que formaron vallas humanas, con la esperanza de verlo. Se estima que fueron cerca de 2 millones de personas quienes presenciaron su paso y la misa.
