Metrópoli

Clara Brugada inauguró el primer Lectódromo en el Zócalo para fomentar la lectura colectiva y hacer de la Ciudad de México un territorio lector

Lectura en voz alta y bajo la lluvia: así vivió la CDMX su primer Lectódromo

Clara Brugada inaugura el Lectódromo en el Zócalo capitalino como parte de las actividades por el Día Mundial del Libro.

El Zócalo de la Ciudad de México se transformó en un gran salón de lectura para celebrar el Día Internacional del Libro con el primer Lectódromo de la capital. En medio de una tarde lluviosa que pareció ceder ante la fuerza de la palabra, niñas, niños, jóvenes y personas adultas participaron en una lectura colectiva, encabezada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada.

“Convertir el Zócalo en un espacio para escucharnos, para leer, para reivindicar al libro, para hacer un homenaje a la lectura, para eso nos hemos convocado”, expresó Brugada durante su intervención. Con un llamado a leer en comunidad, la mandataria capitalina destacó que “una sociedad que lee es una sociedad que piensa, con democracia y que lucha por la justicia”.

La ceremonia reunió a legisladores locales y federales, personalidades del mundo artístico, docentes, poetas, actrices y músicos. Entre los presentes se encontraba la presidenta del Congreso capitalino, la diputada Martha Ávila Ventura, así como la secretaria de Cultura, Ana Francis López Baigén Patiño, quien dio la bienvenida al público: “Que la belleza nos inunde con sus palabras, con sus poemas, con sus historias”.

El evento incluyó la lectura coral de un fragmento de los Cantares Mexicanos titulada Desde donde posan las águilas, un texto que evoca la resistencia y la grandeza de México-Tenochtitlan. A las tres en punto, los asistentes alzaron la voz al unísono para dar vida a las palabras.

“Aquí nadie teme la muerte en la guerra. Esta es nuestra gloria. Este es tu mandato. Oh, dador de la vida…”.

En el marco del Lectódromo, también se dieron cita artistas como el poeta Mardoqueo Carballo, quien leyó un poema inspirado en su infancia y en su madre que le predijo que sería escritor; la actriz y docente Luisa Huertas, que interpretó versos de Griselda Álvarez; y el flautista Horacio Franco, quien compartió textos de Oscar Wilde y Marta Madrigal.

“Leer no es solo un hábito. Es un derecho, es un placer y también es un modo de resistencia en tiempos de ruido”, afirmó Brugada. “Que viva la palabra, que viva la lectura, que vivan los libros… Que viva la Ciudad de México, ciudad de las letras y de los lectores”.

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