
La Ciudad de México activó este martes 29 de abril el primer simulacro de sismo de 2025 con una respuesta amplia de autoridades, ciudadanía, empresas e instituciones educativas. A las 11:30 de la mañana, una alerta sísmica que simulaba un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en Tehuantepec, Oaxaca, movilizó a miles de personas en toda la capital. El objetivo: ensayar los protocolos de emergencia y reforzar la cultura de la prevención ante un riesgo permanente.
Clara Brugada, jefa de Gobierno, destacó que “una sociedad preparada y prevenidas es la mejor para enfrentar cualquier situación de riesgo” y agradeció a los integrantes del Comité de Emergencias de la Ciudad de México, así como a los cuerpos federales, estatales y municipales que coordinaron la operación en tiempo real.
Autoridades al frente: coordinación desde el C5
Como lo marcan los protocolos, una vez emitida la alerta, la jefa de Gobierno, junto con los titulares de secretarías clave —Gobierno, Seguridad Ciudadana, Salud, Obras, Gestión de Riesgos, entre otros—, acudió al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) para coordinarse con el Comité Nacional de Emergencias y dar seguimiento a las acciones del simulacro.
“Hoy la población detuvo la ciudad”, señaló Brugada. “Desde el transporte público hasta las escuelas, oficinas e inmuebles privados, todos se involucraron en este ejercicio de prevención. Solo así, participando juntos, podemos prepararnos cada vez más”.

Altavoces y celulares: la alerta sísmica sorprendió a más de uno
El 99% de los 13 mil 992 altavoces instalados en la ciudad funcionaron correctamente, es decir, 13 mil 858 unidades emitieron la alerta. Paralelamente, se activó la alerta sísmica en teléfonos celulares, lo que generó sobresaltos entre muchos ciudadanos, quienes expresaron en redes sociales su impresión ante el fuerte tono de la alarma y la sorpresa por la notificación inesperada.
Pese a ello, la reacción general fue ordenada y rápida. La señal de alerta sirvió como detonador para la movilización de más de 5 mil funcionarios públicos y el despliegue de cuerpos de emergencia, con 10 mil 900 elementos de la policía, tránsito, ERUM, 770 patrullas, 15 ambulancias y cinco helicópteros cóndores en acción.
Participación institucional y ciudadana
Más de 20 mil 550 inmuebles se registraron para participar en el simulacro: 12 mil establecimientos mercantiles y 8 mil inmuebles públicos, entre oficinas gubernamentales, escuelas e infraestructura estratégica. Según el gobierno capitalino, esta cifra muestra un compromiso creciente por parte del sector privado.
En el sector educativo, participaron 3 mil 998 escuelas públicas y cientos de privadas, además de nueve universidades que reportaron la movilización de 228 mil 300 personas a puntos de reunión. Entre ellas, la UNAM, IPN, Tecnológico de Monterrey, Ibero, Anáhuac, La Salle, Universidad Panamericana, Claustro de Sor Juana y UAM.
El sector salud también activó sus protocolos con la participación de 70 mil trabajadores en 230 centros de salud, 34 hospitales del IMSS Bienestar, 43 unidades del IMSS ordinario, 33 unidades del ISSSTE, así como instalaciones médicas de Pemex, Sedena y Semar. Se reportó la disponibilidad de 544 camas hospitalarias como parte del ejercicio.
Gobierno, militares y sociedad: un frente común ante emergencias
El simulacro involucró a instituciones federales como la Comisión Federal de Electricidad, Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional y la Coordinación Nacional de Protección Civil. Esta última, encabezada por Laura Velázquez, se coordinó con los gobiernos estatales a través de una reunión virtual con gobernadoras, gobernadores y representantes regionales.
En la ciudad, los 16 Consejos de Protección Civil en alcaldías se instalaron puntualmente para coordinar acciones territoriales, en una práctica ya institucionalizada desde 2022. Alcaldes y alcaldesas encabezaron los esfuerzos en cada demarcación.
Escenarios adicionales y evaluación estructural
Además del simulacro generalizado, se plantearon dos escenarios paralelos en edificios de la ciudad, con el objetivo de elevar la complejidad de las prácticas. La secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Miriam Urzúa, señaló que “ya debemos rebasar la idea de que basta con caminar hacia un punto de reunión. Ahora debemos simular situaciones más complejas y realistas”.
En este contexto, la Secretaría de Obras instaló la Comisión de Seguridad Estructural, convocando a 289 Directores Responsables de Obra y especialistas para identificar hipotéticos daños estructurales. Se trabajó en coordinación con colegios de ingenieros, arquitectos y sociedades técnicas que, como en cada simulacro, se suman voluntariamente.
Clara Brugada adelantó que el siguiente simulacro nacional se realizará el 19 de septiembre, como cada año, y que en 2026 se planean tres ejercicios de este tipo.
“Podemos tener los mejores planes de protección civil, pero por sí solos no salvan vidas. Lo hace la preparación, la coordinación y el compromiso ciudadano e institucional”, recalcó.