El pasado 6 y 7 de julio, llegaron al Zoológico de Chapultepec cuatro leones, tres leonas, una tigresa, cuatro papiones y diez monos araña; ejemplares rescatados por la Profepa de “Jaguar Negro - Tigre Blanco” o “Black Jaguar - White Tiger”, fundación que se ubicaba en el Ajusco. El cuidador actual de las especies aseguró que los felinos han mejorado notoriamente desde su llegada, pues en un principio estaban estresados y ahorita están comiendo y están más relajados.
A unos días de la llegada de los animales al área de cuarentena y hospital del Zoológico de Chapultepec, León Felipe López Huerta, uno de los cuidadores de los felinos, informó que construye una conexión que ayudará a facilitar el trabajo de médicos veterinarios con los ejemplares.
A León lo caracteriza su pasión y sentimiento por proteger y atender a la fauna silvestre. Han pasado algunos días desde que tuvo el primer acercamiento con los ocho felinos y asegura que puede saber sus condiciones a través de su comportamiento.
“Siempre he dicho que soy la voz de ellos (de los animales), ellos nos dicen cómo están a través de cómo dejan el alimento, cómo orinan, como están día a día”, asegura León, quien reconoce que para estar allí, a su cuidado, se debe tener vocación “porque esto no es nada más de un día, vamos a trabajar demasiado con ellos”, señaló.
Entre el rugir sublime de uno de los leones y la mirada tranquila de otro, León envió un mensaje a las y los capitalinos interesados y preocupados por el estado que guardan los felinos: “Va a estar en manos de todo el equipo del zoológico, echaremos todas las ganas para que se recuperen, ese es el compromiso de todo este gran equipo. Vamos a trabajar los siete días de la semana para que estén bien. Las ganas y mi compromiso con ellos para cuidarlos aquí están”.
La labor de León Felipe, quien también es conocido como “Lobo” en el Zoológico, es realizar las acciones diarias de alimentación, limpieza de las áreas y apoyar a los médicos veterinarios en los manejos que se requieran, para que pueda hacer revisiones y dar los tratamientos necesarios.
“Se empieza a hacer un vínculo con ellos, que se acostumbren a nosotros, que nos empiecen a oler y que nos identifiquen y así facilitar y detectar cambios en sus comportamientos y conductas”, comento.
León indicó que no es complicado trabajar con los grandes felinos y que lo importante es que lo identifiquen y se acostumbren a él y a sus compañeros. Aseguró que se trata de tener paciencia y ver con quién es más afín para colaborar en su momento en un condicionamiento operante.
El cuidador reveló que los ejemplares tienen un lugar donde pueden salir tomar el sol o meterse a dormir y a descansar, y en ese inter se encargan de alimentarlos y darles sus tratamientos. “Están muy tranquilos, en la primera mañana que llegamos a revisarlos se notaban muy estresados e iban para todos los lados, ahorita están comiendo y ya están más relajados”, resaltó.
Cada interacción y vínculo con los siete leones y la tigresa se hace con seguridad, mediante contacto protegido, a través de estructuras de contención; de esta manera, se busca lograr un vínculo para que los ejemplares cooperen al momento de aplicar tratamientos, sin la necesidad de ponerles anestesia. Lo importante aquí, recalca el cuidador, “es que ellos cooperen e ingresen al área de contención para que el médico veterinario los atienda. Si no quieren no se les puede obligar, todo lleva un proceso y su tiempo, si ellos están afuera (en el patio), aprovechamos para cerrar la casa de noche y lavar, y viceversa. Tenemos una bitácora donde se apunta todo el aprovechamiento del alimento y así llevar un registro”.
Para León es satisfactorio atenderlos, sobre todo porque su hija vio las noticias y le dijo que él junto con el equipo del Zoológico de Chapultepec ayudarían a que estos felinos rescatados “estén mejor”.
“Los médicos confían plenamente en nosotros. Entre todo el equipo los vamos a sacar adelante, nada más es echarle todas las ganas, siete días a la semana, más de 10 horas estar aquí con ellos por su bienestar”.
Profepa informo que las especies de fauna silvestre fueron recibidos en malas condiciones, con pronóstico reservado, por lo que médicos veterinarios y cuidadores de animales mantienen una estricta vigilancia y cuidado tanto de los felinos como de los primates.
En las zonas restringidas de cuarentena y hospital médico-veterinario del zoológico de Chapultepec, los felinos se mantienen hidratados y reciben dietas balanceadas. La dieta de cada león está conformada por seis kilos de carne diarios; también reciben complementos vitamínicos, que les ayudarán a fortalecer huesos, cartílagos y cadera. Los primates comen una mezcla de frutas, verduras y concentrados especiales para primates.
A los leones que llegaron con las colas lastimadas se les dan tratamientos tópicos de cicatrización y se mantienen en observación para que no se laman la cola y se vuelvan a lastimar. Cabe recordar que a su llegada, se tomaron muestras de sangre que se están procesando en laboratorio, y los resultados permitirán fortalecer las dietas y tratamientos para cada ejemplar.
Lo que se busca, una vez que se restablezcan los leones, leonas y tigresa es ver cómo se pueden formar algunos grupos y qué albergues se les otorgan, ya que solo una pareja de leones convivía. En el caso de los primates, ya se encuentran en albergues y pueden convivir entre ellos.
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