El alto costo de los baches: miles de automovilistas afectados por un mal sin solución
El nuevo 'Bachetón' de Clara Brugada buscará solucionar el eterno problema de los socavones
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La Ciudad de México enfrenta desde hace décadas un problema que, aunque recurrente, se ha acentuado en gran medida: los baches. Las vialidades capitalinas, que abarcan tanto avenidas principales como calles secundarias, están plagadas de desperfectos que afectan la movilidad urbana, la seguridad vial y la calidad de vida de los ciudadanos. El gobierno de la capital, a través de diferentes dependencias, ha implementado estrategias para mitigar el problema, pero la magnitud del daño, especialmente durante la temporada de lluvias, deja entrever la enorme dificultad para encontrar una solución definitiva.
Uno de los principales factores que agravan el problema de los socavones es la temporada de lluvias. Cada año, entre los meses de junio y septiembre, las fuertes precipitaciones dificultan el tránsito en la ciudad y aceleran el deterioro de las calles. El agua se filtra a través de las grietas y debilita la estructura del pavimento, lo que provoca el colapso de grandes segmentos de la vía.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), estos hundimientos suelen aparecer con mayor frecuencia en las zonas con mayor afluencia vehicular y en aquellas donde el drenaje pluvial es insuficiente. Las avenidas principales, donde circulan camiones de carga y transporte público, son particularmente susceptibles a este fenómeno.
Los baches, además de representan un desafío cotidiano para los automovilistas, también implican un problema estructural que refleja las complicaciones de mantenimiento y la falta de materiales duraderos para las reparaciones. Según datos recientes, hasta la fecha se han atendido más de 60 mil baches en toda la ciudad. Sin embargo, el impacto que estos tienen en la movilidad, en los vehículos y en la seguridad vial es motivo de preocupación generalizada, tanto para las autoridades como para los ciudadanos.
Baches CDMX
Un problema que afecta a todos
Los baches han sido señalados por los ciudadanos como una de las principales molestias al transitar por la ciudad. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 81% de los capitalinos consideran los baches como un problema prioritario. Los ciudadanos señalan que las condiciones de las calles incrementan los tiempos de traslado, generan daño constante a los vehículos y pueden provocar accidentes de tránsito.
En diversas alcaldías como Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Coyoacán, Tlalpan, Iztacalco y Benito Juárez, se ha registrado un alto número de reportes ciudadanos relacionados con baches. De acuerdo con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), la mayoría de estos desperfectos en la carpeta asfáltica han sido reportados a través de aplicaciones y plataformas digitales como el programa "Bache 24", que permite a los ciudadanos notificar la ubicación exacta de un bache para su pronta reparación. No obstante, las soluciones implementadas en muchas zonas son temporales y los baches reaparecen tras unas semanas, lo que evidencia el carácter cíclico de este problema.
El caso de Rogelio, un conductor de Uber que cubre rutas diarias desde Iztapalapa hasta Santa Fe, ilustra lo que muchos automovilistas viven diariamente. "Las lluvias empeoran todo porque los baches no se ven cuando están cubiertos de agua. "Ya he tenido que cambiar las llantas dos veces este año, y también reparar la suspensión", comenta. “A veces siento que es imposible recorrer una sola avenida sin caer en uno. La suspensión de mi coche ya está afectada, y aunque he intentado reportarlos, no siempre los reparan”, añade.Este tipo de daños es común entre los automovilistas de la ciudad, ya que las malas condiciones del pavimento inciden directamente en el desgaste de las llantas, rines, y suspensión de los vehículos.
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Impacto económico de los baches
El impacto de los baches no solo se manifiesta en los tiempos de traslado o en la frustración de los conductores, sino también en el daño económico que estos generan. La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA) ha reportado que las reparaciones más comunes relacionadas con baches, que incluyen el cambio de llantas, la alineación y balanceo, así como la reparación de suspensiones y rines, pueden costar entre 2 mil y 10 mil pesos por incidente. En un año promedio, los automovilistas pueden gastar entre 5 mil y 15 mil pesos en reparaciones directamente atribuibles a las malas condiciones de las calles.
Este impacto financiero afecta tanto a conductores particulares, como a empresas de transporte y servicio de reparto, que deben asumir el costo de las reparaciones constantes. Aunque existe la posibilidad legal de reclamar compensaciones por daños, muchos ciudadanos desconocen este derecho.
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Reclamaciones por daños: ¿una solución viable?
Desde 2008, la Ley de Responsabilidad Patrimonial establece que los ciudadanos pueden solicitar compensaciones por los daños ocasionados a sus vehículos debido al mal estado de las vialidades. Sin embargo, este proceso es poco conocido y engorroso.
Para presentar una reclamación, los afectados deben proporcionar pruebas fotográficas del bache, así como evidencia de los daños sufridos. Aun cuando se logran presentar estas pruebas, las reclamaciones suelen tardar meses en ser resueltas, y muchas veces no se obtiene una indemnización adecuada.
Este vacío en el acceso a la justicia para los automovilistas deja a muchos conductores sin opciones más allá de absorber el costo de las reparaciones, lo que refuerza la sensación de abandono ante un problema que debería ser gestionado de manera más eficiente por las autoridades.
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Estrategias gubernamentales para enfrentar el problema
El gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), ha puesto en marcha diversas iniciativas para mitigar el impacto de los baches. Entre los programas más destacados se encuentra el mencionado "Bache 24", el cual tiene como objetivo reparar los baches en un máximo de 48 horas después de haber sido reportados por los ciudadanos.
Sin embargo, la Sobse ha reconocido que la demanda de reparaciones ha superado las capacidades operativas de las brigadas asignadas para estas tareas, lo que ha generado retrasos considerables, especialmente en las zonas más afectadas.
Además del esfuerzo por reparar los baches existentes, el gobierno de la ciudad ha iniciado investigaciones sobre el uso de nuevos materiales que sean más resistentes tanto al tránsito pesado como a las inclemencias del clima. Estos materiales, más duraderos que los utilizados actualmente, podrían ofrecer una solución a largo plazo. Sin embargo, dichos proyectos aún están en fase de prueba y no se espera que su implementación generalizada ocurra en el corto plazo.
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La llegada del “Bachetón” de Brugada
Con el cambio de administración, la atención a los baches podría experimentar un cambio importante. Clara Brugada, quien asume el cargo de Jefa de Gobierno en octubre, ha prometido una nueva ofensiva contra los baches bajo el programa "Bachetón". Según sus declaraciones, este programa se implementará a partir del 25 de octubre, una vez finalizada la temporada de lluvias, y tendrá como objetivo reparar baches en toda la ciudad en un tiempo récord.
Brugada aseguró que se pondrá especial atención a las zonas más afectadas, y que la coordinación con las 16 alcaldías será clave para lograr una cobertura eficiente. “Queremos dejar a la Ciudad de México sin baches. Este será uno de los primeros compromisos que cumpliremos, porque entendemos que es una de las principales demandas de la ciudadanía”, afirmó en una de sus asambleas antes de asumir con jefa de gobierno.
No obstante, algunos especialistas han advertido que, aunque los esfuerzos masivos como el "Bachetón" pueden traer mejoras inmediatas, la clave para una solución a largo plazo radica en la calidad de los materiales utilizados y en la implementación de un mantenimiento preventivo más robusto. Si bien el enfoque inicial del nuevo gobierno parece encaminado a resolver el problema de manera acelerada, será fundamental que estas acciones sean sostenibles a lo largo del tiempo.
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El papel de la ciudadanía
Ante la magnitud del problema, la participación ciudadana ha sido clave para alertar a las autoridades sobre los desperfectos en las vialidades. Además del programa "Bache 24", diversos colectivos ciudadanos han surgido en redes sociales para denunciar la falta de mantenimiento en ciertas zonas. Estos grupos, que cuentan con miles de seguidores, buscan generar conciencia sobre la importancia de contar con vialidades seguras y de calidad.
Por otro lado, los ciudadanos también se han organizado para exigir mayor transparencia en el uso de los recursos destinados a la infraestructura vial. En varias ocasiones, se ha cuestionado el destino de los fondos asignados a la reparación de calles, así como la calidad de los materiales utilizados en las obras.
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