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Como parte de una visita guiada, Crónica tuvo acceso a la Aldeas Infantiles SOS México, donde pudimos conocer la historia de Ángel, un niño que llegó a esta organización en diciembre pasado tras vivir un proceso de situación de vulnerabilidad.
“Este es mi último fin de semana de vacaciones, ya el lunes regreso a la escuela, estoy en cuarto grado de primaria, ya casi paso a quinto”, comentó Ángel de nueve años, quien, afirma, ama el futbol.
“Cuando sea grande quiero ser un futbolista famoso, mi mamá Lupita me compró mis tenis para jugar, son de color naranja y me gustan mucho”, expresó.
Lupita, su madre SOS en la Aldea Infantil SOS México, ubicada en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe, comentó que es un niño muy hiperactivo y muy sensible.
“Llegué el primero de diciembre a la casa, ese fue el día que me integré con mi familia (Conformada por cinco hermanos más y su cuidadora). Me gusta mucho jugar en el jardín y también ver películas, ahorita estoy viendo la de Spider- Man” comentó Ángel.
Como parte del proceso de formación y apoyo que ofrece la Aldea, los niños, niñas y adolescentes que habitan en lo que pareciera un fraccionamiento familiar, son apoyados con seguimiento psicológico e impulsados siempre a estudiar y profesionalizarse.
“Voy de ocho a cuatro de la tarde a la escuela, es de turno completo. Tengo pocos amigos, pero me gusta mucho y me siento feliz”, finalizó Ángel.
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