Brugada no repetirá los errores de no escuchar a las comunidades para la construcción del PGOT y PGD

Desde su campaña, la jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, tuvo entre sus prioridades, una ciudad en orden, apegada a nuevas normas de desarrollo inmobiliario, que las obras nunca agredan los derechos de la gente, sino que impulsen la fraternidad, el humanismo, los derechos sociales y cuiden la naturaleza. La próxima mandataria será la primera gobernante en trabajar, junto a su Congreso, el Plan General de Ordenamiento Territorial (PGOT) y el Plan General de Desarrollo (PGD), luego de varios años de que el par de temas se convirtió en un problema rezagado que dio paso a construcciones irregulares amparadas bajo viejas normas de edificación.

Su deseo por crear una capital justa, en la que los desarrollos inmobiliarios, si bien, deben de crecer, nunca arrebatarán los servicios, recursos y espacios públicos a los ciudadanos, se podría hacer realidad, dado que de manera inédita, propuso la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación, que obtendrá facultades que se repartían a otras dependencias y al no especializarse, se limitaban en su atención directa.

Lejos de polarizar o crear conflictos con los desarrolladores de viviendas de plusvalía, Brugada llamó a coordinarse, dado que son indispensables en la capital y se requiere de su participación para generar las condiciones necesarias que impulsen un desarrollo socialmente sustentable, que no implique gentrificación. Uno de sus puntos más fuertes es siempre poner como prioridad la vivienda popular para población vulnerable y en las Unidades Habitacionales existentes, se establezca un plan de seguridad y jurídico que impida la privatización de espacios públicos y que en orden, el libre tránsito y la recreación estén al alcance.

Uno de los errores del pasado se evidenció cuando el Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios Originarios de la Cuenca del Anáhuac (FDDPBOCA), una coalición que agrupa a 66 pueblos, presionaron a finales del 2024 para que se retirara el PGOT y el PGD, cuando alegaron la imposición de un plan inmobiliario diseñado para despojar a los pueblos y favorecer a los grandes capitales, con ayuda de los partidos políticos.

Si se hubiera aprobado, dichos documentos estarían vigentes durante los próximos 20 años y tendría un impacto directo en el acceso al agua y en la preservación de un medio ambiente sano. A punto de validarse por iniciativa ficta en el Congreso, además, del rechazo de habitantes de las alcaldías Milpa Alta, Xochimilco y Álvaro Obregón acusaron al Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) de cerrar las consultas de manera arbitraria, Martí Batres tuvo que retirarlo, lo que permitió que las confusas Leyes de planeación vigentes no vigilaran a las obras irregulares.

Para no repetir los errores de sus antecesores, Clara subrayó que cree en el diagnóstico y en la formación participativa para el crecimiento equilibrado de las colonias y que con el trabajo necesario, se concluya la consulta a todas las comunidades para que manifiesten cómo necesitan que crezca su zona sin alterar los ecosistemas o espacios públicos invaluables.

En suma, lo que llamó el programa de vivienda más grande en la historia, “Vivienda para el Bienestar”, proyecta más de 200 mil acciones para nuevos hogares, así como políticas públicas que garanticen su accesibilidad, al mismo tiempo que frene la expulsión de las personas a las periferias, ante el encarecimiento de los inmuebles por la gentrificación. Como innovación, fortalecerá su proyecto de vivienda en renta para jóvenes, adultos mayores e indígenas con opción de compra.

Los inmuebles que poseen dictámenes de riesgo estructural no están fuera de su gestión, pues prometió atenderlos. Asimismo, Clara impulsará el programa de regularización, escrituración y certeza jurídica, ante el poco porcentaje (menos de dos mil anuales) de hogares escriturados, ante el alto costo que esto representa.

Nadie ha podido con el PGD

La opacidad en el desarrollo de la capital se mantiene desde 2016, cuando Emilio Muñoz Lerdo, quien fungía como Comisionado para la Reforma Política de la capital, declaró que se necesitaba un Instituto de Desarrollo Urbano que pueda lograr la planeación a largo plazo, el territorio, uso de suelo, áreas reservadas y urbanas. Posteriormente, recién elegida como jefa de Gobierno electa, Claudia Sheinbaum, declaró que en 2019, se construiría un nuevo Programa de Desarrollo Urbano y en 2020, lo presentó como borrador, con la condición de que se sometiera a consulta.

En 2023, el Congreso capitalino continuaba con el análisis de los documentos enviados por Sheinbaum y un año después Batres, lo retiró cuando los legisladores no pudieron ponerse de acuerdo para su correcta dictaminación y afirmó que lo devolvería con un capítulo que sancionara la corrupción inmobiliaria. En octubre del 2024, un sexenio después, no existen PGOT y PGD que actualicen las necesidades de crecimiento sustentable y regulación que requiere la ciudad.

Rezago en el derecho al espacio público

Brugada se enfrenta al rezago de la discusión de la regulación de la Ley del Espacio Público. Aunque la Constitución de la República Mexicana establece que todas las personas tienen derecho a usar, disfrutar y aprovechar los espacios públicos para la convivencia pacífica y el ejercicio de las libertades políticas y sociales, el aplazamiento de su regulación desembocó que vialidades de alcaldías donde el comercio informal es recurrente, creciera sin control y sin que los ediles o algún mando los pudiera retirar.

Es decir, botes, cables de telefonía en desuso, así como objetos que apartan lugares de estacionamiento y entradas a las viviendas, al ser considerados bienes mostrencos (sin dueño y que pertenecen al Estado), no pueden ser recogidos por una autoridad, por el contrario, solamente la ciudadanía tiene la facultad de tomarlos y entregarlos al Gobierno. 

Segundo piso de “La Cuarta Transformación Ambiental”

En inclusión al ordenamiento territorial, lo que llamó el “Segundo piso de la Cuarta Transformación Ambiental”, incluirá una canasta que mejorará la calidad del aire y del agua; así como el reverdecimiento de la capital, aumento de transporte eléctrico, impulso de la transición energética y el manejo de los desechos.

Asimismo, fortalecerá la reforestación, bosques de agua y la rehabilitación de barrancas, ríos y humedales; en adición a Utopías verdes que brinden servicios ambientales y que ayuden a la conciencia del cuidado del medio ambiente.