
La vida de Joaquín dio un vuelco de 180 grados, jamás imaginó que el amor de su vida se convertiría en la persona que lo pondría en riesgo de muerte.
El hombre de 27 años, pidió cambiar su nombre por miedo a que su familia sepa lo sucedido, tuvo relaciones con una persona contagiada de VIH, no lo supo hasta que su esposa le confirmó el diagnóstico médico que meses antes había sido tratado como una infección generalizada.
Mariana le confesó que lo engañó cuando el salió de viaje y que el hombre con quien había mantenido un encuentro casual le dijo que había salido positivo.
Joaquín no dudo y acudió a la Clínica Condesa, a realizarse la prueba y salió negativo; sin embargo, en el centro de atención especializado le negaron el suministro del PEP (profilaxis post-exposición) el cual es un conjunto de antiretrovirales que se toman después de haber sido expuesto al contagio.
Quienes trabajan en el sitio se negaron a darle el medicamento ya que su prueba salió negativa y, “aquí damos el PrEP y el PEP a quien realmente está en riesgo y tu saliste negativo. Tienes que regresar en 30 días para saber si estás o no contagiado”.
El joven acudió a la sede de la alcaldía Cuauhtémoc un lunes, la fila era larga pues la mayoría de las personas que llegan a la clínica van después de un fin de semana en el que no se cuidaron y pudieron haberse contagiado.
“Cuando estaba ahí escuché como le dijeron a una persona trans que ya se moderara, que debía cuidarse más; le dieron el medicamento sin problema alguno”, Joaquín habló con Brittany, quien le aseguró que en la Clínica Condesa le dan prioridad a personas que se dedican al trabajo sexual ya que son los que más probabilidades tienen de contagiarse.
Joaquín firmó un aviso de privacidad y al informar que mantuvo una relación de riesgo fue anotado en la lista B; tuvo que esperar dos horas para saber el resultado de la prueba.
Las dudas lo hicieron buscar a un médico privado el cual le explicó que hay un periodo de ventana de 4 a 6 meses para confirmar si está contagiado, por lo que le recomendó hacerse una prueba especial para conocer si está infectado ya que, “puedes salir negativo y estar infectado”.
“Me mandó a una clínica en Xotepingo para realizarme el Test Blush y con ese corroborar si estoy o no contagiado para que me vaya al sistema de salud ya que los antriretovirales son muy caros van desde los 13 mil hasta lo 50 mil pesos. Es una enfermedad que sale muy cara”, explicó el hombre.
Clínica Condesa le negó, después de su resultado, la atención a pesar de que su pareja esta diagnosticada y Joaquín está en la lista de población en riesgo.
Crónica acudió a las instalaciones de la clínica especializada ubicada en Benjamín Hill número 24, en la colonia Hipódromo Condesa, al exterior 46 personas con ficha en mano esperaban su turno para pasar.
“Yo le recomiendo que venga otro día, los lunes son pesados, ya sabe vienen todos los que se portaron mal el fin de semana y va a encontrar mucha gente. Sólo damos 100 fichas y ya”, explicó el uniformado que se encuentra en el lobby de la clínica.
Al interior las bancas son ocupadas por personas ya diagnosticadas que aguardan el momento de pasar a su consulta médica.
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