La Comisión de Seguridad Ciudadana en el Congreso capitalino durante la Segunda legislatura, su dirigente morenista, Nazario Sánchez y el Gobierno capitalino, ocuparon a la policía como una plataforma para limpiar su reputación y al mismo tiempo, politizar a las autoridades y convertirlas en una fuerza del Estado para perseguir a la oposición y abandonar la solución de los problemas y delitos que aquejan a la ciudadanía; así lo señaló a Crónica Federico Döring, coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN).
En un periodo de tres años, la Comisión de Seguridad subió a tribuna la iniciativa de que en los cargos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), se garantice paridad de género, esto implica a las titularidades de las subsecretarías de la oficialía mayor, las coordinaciones generales, las direcciones generales y ejecutivas, además de las medallas que premian el mérito policial, sin embargo, este trabajo implica sólo el 10% de la actividad legislativa que realizaron otras Comisiones.
En 36 meses, la Comisión de Seguridad entregó medallas al mérito policial y en sesiones virtuales, manifestó que las personas deberían de denunciar más y llamó a las alcaldías y a la SSC a combatir la extorsión y el cobro de “derecho de piso”, a vigilar que vehículos ajenos no invadan el carril del Metrobús, así como a aplicar cursos de primeros auxilios a policías y que el titular de la Secretaría prevenga que se fabriquen uniformes e insignias falsas con los logotipos de la policía; no obstante, no existieron grandes modificaciones de Leyes o las herramientas para ejecutar acciones de prevención de delitos.
“El problema con esta Comisión fue que su dirigencia nunca estuvo a la altura, fue una plataforma para limpiar sus problemas personales, su mala prensa y a hacer política, no ayudó a la ciudadanía. Por el contrario, ayuda mucho tener una agenda legislativa, pero cuando la persona (Nazario) tiene denuncias, escándalos, se complica el trabajo”, expresó Federico Döring.
El dirigente de esta comisión, Nazario Sánchez, fue acusado de acoso por la panista Luisa Gutiérrez, aunque ello no implicó su destitución o intenciones de Morena por expulsar a ese legislador de la bancada o por apoyar a la afectada.
“Solamente impulsaron esta mentira de la reducción de delitos que nunca fue cierta, la mala administración que hicieron, la manipulación de cifras que hicieron durante la pandemia y la reclasificación de los feminicidios por desapariciones. La buena imagen y el carisma de Omar García Harfuch sirvió como un espejismo para impulsarlo como un potencial jefe de Gobierno, se le dio cargo de aspirante y que no se viera el tiradero de seguridad pública en la ciudad, no había tanto debate y el contexto electoral no ayudó a plantear el tema de la seguridad”, agregó el panista.
Ante la importancia de la Comisión de seguridad, como extensión en beneficio de los policías e impulso a un mejor trabajo de vigilancia, prevención, persecución de delitos y de integrantes de células delictivas, el legislador Doring lamentó que el grueso de los integrantes de Morena y sus aliados que la conformaron, tuvieron como objetivo principal desmantelar a la ciudadanía y políticos que pensaban distinto a “Sigamos Haciendo Historia” y lejos de llamar a sesionar en el recinto de Donceles y auxiliar a que los policías ocuparan su tiempo para capturar agresores, fungieron como una ayuda al partido guinda en el proceso electoral.
“La Comisión de Seguridad tendría que ser encabezada por alguien que no esté en el partido en el Gobierno, alguien de la oposición, para garantizar fiscalización, hay condiciones que necesita la ciudadanía y quien fiscalice no tiene que ser un cómplice del Gobierno; alguien con experiencia y sin conflictos de interés pueda darle seguimiento al tema y sesionar obligadamente como dice la Ley, una vez al mes, no nada más cuando se cambia la Ley en el periodo de sesiones”.
A diferencia de otras comisiones, como la de Igualdad de Género, Bienestar Animal y Atención y Desarrollo de la Niñez, que constantemente realizaron foros y parlamentos para escuchar las demandas de la ciudadanía y colectivos y ello llevó, en conjunto, a la aprobación de Leyes importantes, como la tipificación del transfemincidio y la Ley Maple, a favor de los animales de compañía, Döring sostuvo: “el parlamento abierto tendría que ser permanente, junto con colectivos de víctimas, con plataformas de Derechos Humanos, pero el Congreso nunca los escuchó, la única entrada que tuvieron entrada fue durante el conflicto cuando nos deshicimos de Ernestina Godoy, pero no volvió a pasar”.
Otros organismos, que no pertenecen a instituciones gubernamentales y conformadas por población civil, como el Observatorio de Seguridad Ciudadana, ejecutaron más acciones en alianza con la policía, como la resolución de intentos de homicidios y la implementación de tecnología para el reporte de delitos in fraganti, es decir, esta asociación, en cinco años, logró que 70 mil personas estuvieran representadas en 246 chats de WhatsApp, en la mitad de las colonias de la metrópoli.
En el último periodo de la administración, varias víctimas y políticos han documentado abusos y malas prácticas de elementos policiacos, situaciones que los ha vuelto acreedores de recomendaciones de Derechos Humanos; también, policías han sido detenidos por violar los protocolos de detención.
También, los llamamientos de la Comisión para que la SSC refuerce operativos presenciales, digitales y de no invasión al carril del transporte público, aparentemente no han dado resultado, dado que, según cifras de la policía capitalina, del 2020 al 2024, los delitos cibernéticos pasaron de 30 a 70% de incidencia, mientras que de enero de 2022 hasta agosto de 2023, se han registrado un total de 126 casos de personas y ciclistas atropellados por las unidades de Metrobús; con todo, los choques de estas unidades aumentaron 88% desde 2019.
“El problema con la policía que nos generó Sheinbaum fue que hizo una policía política, que antes no tenía, lo que lograron, para tragedia de la ciudad, fue un actor político, hicieron un partido político más. La forma de catear los domicilios de la oposición, la policía se metió a jugar a la política electoral en la ciudad y eso es un error histórico de Martí Batres; no podemos permitir que la policía se meta a contiendas partidistas; los policías no son militantes de Morena y no son el brazo o un grupo de choque, en eso se convirtieron”, añadió Federico.
Con ese posicionamiento, el legislador afirmó que en la nueva administración de la jefatura de Gobierno, la policía seguirá como el “brazo” político de Morena.
Y recordó que durante el proceso electoral, múltiples representantes de oposición fueron agredidos por elementos policiacos, aparentemente enviados por Morena, específicamente en las alcaldías Cuajimalpa de Morelos e Iztapalapa; sin embargo, dijo que cuando intentaron denunciarlo en el Congreso, la Comisión de Seguridad no estuvo dispuesta a resolverlo, dados los intereses políticos y fieles a servir a su partido.
Por el contrario al intermitente trabajo legislativo de la Comisión, otros órganos independientes han iniciado mesas de diálogo con la SSC, sin intercambio económico de por medio, por ejemplo, el Observatorio de Seguridad Ciudadana celebró múltiples reuniones con los titulares de la policía, donde se intercambiaron puntos de vista sobre temas de calidad de vida, seguridad pública y el refuerzo de vigilancia en varias alcaldías y recomendaciones para mejorar las prácticas en puntos de revisión de alcoholímetro, así como la extensión de los operativos a más colonias de las 16 alcaldías. Inclusive, en el último encuentro, la presidenta del Observatorio, Trinidad Belaunzaran compartió que el fallecido jefe de la Unidad de Inteligencia, Milton Morales, atendía a los integrantes del organismo a cualquier hora del día y en conjunto se solucionaban las problemáticas. En una comparación, las acciones ejecutadas por esta asociación civil fueron mayores a las sesiones que convocó la Comisión en el Congreso en la Segunda Legislatura.
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