
Los domicilios que fueron adaptados para la comercialización de sustancias ilícitas cada vez son más comunes en la alcaldía Gustavo A. Madero. Violencia, enfrentamientos y rivalidad entre grupos delictivos son crímenes que actualmente afectan a los habitantes de esa alcaldía, ya que los "narco predios" han abusado y tomado los parques públicos, salidas de escuelas y avenidas importantes para delinquir y pelear por zonas en las que las drogas serán distribuidas.
Las balaceras entre agrupaciones que se reparten las calles y bulevares, han provocado en los residentes de la GAM miedo y desconfianza por salir a realizar tareas básicas como ir a los tianguis, mercados, asistir a la escuela y utilizar el transporte público, pues según los afectados, además de que las "narco tienditas" han invadido la salud y el desarrollo de alumnos de los colegios y menores de edad, la hostilidad y lucha del narcotráfico ha generado lesiones a transeúntes, daños a casas y un grave aumento de consumidores de marihuana, cocaína y metanfetaminas.
En las unidades habitacionales CTM, las cuales fueron construidas para que familias que provenían del interior de la república y del Estado de México adquirieran fácilmente un patrimonio, los grupos dedicados a la venta de estupefacientes encontraron en esa zona una oportunidad para abrir diferentes "sucursales" en las que se exhiben narcóticos, sin que alguna autoridad intervenga y desmantele dichos sitios, los cuales se han adueñado del bienestar de los adolescentes que habitan esas colonias.
"La CTM Atzacoalco se construyó para que familias decentes viviéramos aquí porque eran pequeños hogares fáciles de comprar, los andadores donde eran casas, actualmente son los 'puntos' donde se vende de todo, las personas saben que pueden encontrar desde alcohol adulterado hasta la droga más cara, obviamente depende cuánto quieras pagar. En los callejones ya casi nadie vive porque encontraron mejores oportunidades o se fueron por la situación tan desagradable de que los niños estén conviviendo entre humo de marihuana que en pocos años les va a gustar, porque estos delincuentes se han apropiado de los chicos y de los grandes, son muchos los que aquí se drogan", comentó una habitante de dicha colonia.
"Es tan difícil desmantelar estos 'narco predios' porque se volvieron una tienda más de la zona, incluso la policía normalizó que gente de otros lados venga y compre mota aquí. Hemos hecho muchas denuncias anónimas, paramos algunas patrullas para pedirles que vengan a revisar y se den cuenta que esos 'puntos' que aparentan ser casas están llenos de porquerías en las que hasta se hace fila para entrar a comprar. La respuesta que nos dan los policías es que mientras no se haga algo grande, no hay problema, que son cosas con las que hay que lidiar y acabar con esa gente es remover las 'aguas' y provocar algo peor que sí perjudicaría a todos", argumentó.
Abandonados y sin el apoyo de alguna autoridad que intervenga para desarticular el creciente número de 'narco tienditas" en la GAM, los vecinos de esta alcaldía han comenzado a sufrir los estragos de las peleas entre los distintos propietarios de los comercios ilícitos, pues los acuerdos para la distribución de las drogas y el acaparamiento de los sectores de reparto han desembocado en riñas y agresiones que perjudican a los habitantes de las colonias irrumpidas por el narcotráfico.
"Es común que las casas sean baleadas porque quedaron mal en el derecho de piso que les piden o porque otro grupo de vendedores de droga quiso entrar a la colonia y no permiten que les quiten su 'monopolio'. Si solamente se mataran entre ellos no hay problema, sería mejor porque cada vez son menos, pero lo malo es que no les interesa desatar las balaceras enfrente de cualquier persona, en la hora de la salida de las escuelas se han dado muchos enfrentamientos y varios de los que pasan por ahí han resultado lesionados, todo porque nadie se quiere meter; aquí han pasado cosas muy fuertes pero nos tenemos que aguantar", declaró un residente de la alcaldía.
"Además de jóvenes adictos, también tenemos gente lesionada, herida y con terror porque ya no quieren salir, eso es una enfermedad muy grave porque los delincuentes son dueños de nuestras calles, hijos y hasta de nuestra salud ¿Qué vamos a hacer? Vivimos en una psicosis en la que cualquier ruido que escuchamos, pensamos que son balazos. Es una bomba de tiempo vivir aquí porque en cualquier momento te matan o a tu hijo lo meten al mundo de las drogas; perdimos todos los derechos de habitar un entorno sano, con vecinos agradables, aquí la mayoría son narcotraficantes con los que no te puedes meter porque mañana amaneces muerto", subrayó.
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