En la Ciudad de México, la subrogación de vientres no es legal, sin embargo, en las redes sociales está fuera de control. Cada hora, plataformas como Facebook se inundan de grupos abiertos que ofrecen por 49 mil pesos a decenas de mujeres que están dispuestas a rentarse para ayudar a una pareja a gestar un hijo.
Sin embargo, la mayoría de los tratos y convenios que se celebran entre matrimonios deseosos de ser padres y supuestas clínicas y empresas que ofertan estos servicios, terminan como un fraude y estafa; o inclusive, algunas mujeres que en busca de un ingreso, se prestan a alquilar su vientre, son citadas en lugares alejados, con la promesa de que recibirán una gran suma de dinero después de nueve meses de maternidad. Aunque los testimonios de identidad reservada, que hablaron con este medio, no continuaron con el dudoso proceso que pusiera en riesgo sus vidas, sí estuvieron en contacto con personas que según ellas, lideraban una red de trata de personas.
“Cuando buscas una madre subrogada en Facebook te dicen que te ofrecerán los estudios, con un pago inicial de 10 mil pesos. Todo se hace por teléfono, por llamada de WhatsApp para que no puedas registrar nada. Las publicaciones se ven muy serias, las clínicas que te ofrecen para que tú y tu pareja se realicen los estudios no parecen falsas; después de que aceptas, te envían la foto de la persona que tendrá a tu bebé, pero después de que te estafaron, te das cuenta que están hechas con Inteligencia Artificial, no son mujeres reales”, relató una víctima.
Buscar una madre sustituta no es complicado, en Facebook basta con escribir “renta de vientres” para que aparezcan más de 30 grupos que ofrecen ese servicio.
“Buen día ¡Busco joven que pueda llevar a cabo un embarazo (renta de vientre) todo por medios legales y/o si también desea un bebé puede ser gemelar un bebé para cada quien, de preferencia en Querétaro CDMX o tener en copaternidad!”, se lee en el primer anuncio.
Al entrar a los comentarios, hay más 10 mujeres que se ofrecen a rentar su vientre, sin importar que en la Ciudad de México esté prohibido, ni existan las regulaciones legales para que en caso de que en el proceso se ponga en riesgo la vida de la gestante, un seguro médico cubra la reparación del daño. Al entrar a los perfiles que solicitan a las madres, no existe información, nombres reales, solamente fotografías de clínicas que no son conocidas; varias de las imágenes no muestran rostros o dicen “perfil anónimo”.
“Estaba muy necesitada de dinero y quise rentar mi vientre, aunque me iba a doler tener un hijo que en parte es mío, era más lo que me urgía pagar mis gastos. Los perfiles eran anónimos, creo que es normal porque hay gente a la que no le gusta que se sepa su identidad. Me ofrecían un proceso muy fácil, solamente les tuve que mandar mis datos, si había tenido hijos y si tenía enfermedades crónicas. A todo me dijeron que sí, también con la facilidad de que el pago inicial iba a ser al momento de los estudios y los 35 mil pesos que restaban, serían hasta después del parto”, dijo una joven.
“La clínica no estaba en la ciudad, era en Querétaro y para hacerlo más fácil, te ofrecían el transporte, pero todo era por teléfono, en Facebook solamente te contactan. Todas las personas que te hablan son mujeres, creo para que les tengas confianza, porque te dan indicaciones de un transporte que te llevará a Querétaro”.
“Hasta ese momento no desconfié, todo parecía muy seguro y la necesidad era más grande. Empecé a sentirme mal cuando me querían entrevistar por zoom y después en persona y al investigar más y vi que las opiniones eran la mayoría negativas, de personas que no se presentan en el lugar, o las citaron en lugares extraños y la misma publicación que vi, repetida varias veces, como un bot”.
“Después de eso no seguí con el proceso, aunque por llamada me insistían mucho, pienso que era una red de trata, nunca lo podré confirmar, pero después de tanta insistencia, les dije que no me molestaran más y que los iba a denunciar, de inmediato me bloquearon”.
Y efectivamente, al revisar las plataformas, las publicaciones en redes sociales están duplicadas, sin que las autoridades cibernéticas intervengan para detener la renta ilegal de vientres, pues así como se comercializan automóviles, muebles y artículos para el hogar, la subrogación del cuerpo no es penalizada ni perseguida.
En México sólo dos estados reconocen y regulan la gestación subrogada, que son Tabasco y Sinaloa, por el contrario, Querétaro y Coahuila la prohíben; en el caso de la Ciudad de México nunca entró en vigor la Ley.
En redes no solamente se permite la renta del cuerpo, además, supuestos gestores ofrecen la redacción de contratos para que se facilite el trámite, aunque en la capital está fuera de la Ley. Así como para el proceso de la subrogación, esto se acuerda por llamada telefónica, Facebook solamente es el método para comenzar la presunta estafa.
Al contactar al supuesto gestor, la imagen de perfil no exhibe algún rostro humano, solamente máscaras que cubren los perfiles. Cuando se intenta llegar a un acuerdo, se pide un depósito inicial de 20 mil pesos, sin pedir datos personales, cuando se pide información legal que sustente su seriedad, cortan la comunicación y es imposible volverse a comunicar.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía capitalina, en marzo del 2020, mes de inicio de la pandemia en la capital, se presentaron mil 295 delitos por fraude, de los cuales 20 fueron por extorsión; en diciembre del mismo año, el número aumentó a mil 582 en 30 días. Cuatro años después, el número no disminuyó, ya que en febrero, se abrieron mil 842 carpetas de investigación abiertas por ese ilícito y un mes después, incrementó a mil 982.
A pesar de las crecientes cifras, no existe alguna intención de las autoridades por bajar esas publicaciones o perseguir a los criminales que sin temor alguno, ofrecen ilegalmente vientres ficticios.
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